La conciencia como realidad fundamental en la incesante energía libre desplegada

El Lenguaje: tecnología de pulso con información a dualidad onda / partícula. 

Estar en la mente sin ser la mente, ya que siendo ésta una perturbación de la conciencia, se debe reconocer como ilusión holográfica absoluta en la cual existen inmersas gamas de seres moleculares totales; colapso de la función de onda a su momento perfecto.

La realidad se manifiesta como fuerza, eficacia y duración. Dado que la vida es incierta y hay tantos mundos como mentes, la mente no puede llevarnos allá de la mente: corazón y no-mente son el sinónimo donde las matemáticas explican la realidad. Observador que no es parte de su mente sino una trascendencia que la utiliza.

El universo es un fenómeno auto activado que se despliega hasta el estado de participación del observador que le imparte las características de realidad factible, con su sola participación replicada en billones de observadores para representarlo todo en la más compleja aleatoriedad. Resulta al mismo tiempo real, porque consiste de materia percibida por la conciencia, e irreal, porque en última instancia sólo está compuesta de conciencia que actúa sobre la conciencia, bien en los momentos que se orienta en dirección del ser u observar, ora en aquellos instantes que se orienta en dirección del no ser o reflejar, u otra forma de pensar el futuro en términos de una serie probable de futuros universos bifurcantes. Cuando el pensamiento en sí es falso, sus falsificaciones resultan relativamente ciertas, si tal estado puede ser posible en el lenguaje humano.

El universo es una inteligencia viva cuyo corazón truena en el centro de las galaxias y susurra en el núcleo del vacío. Con espirales en forma de onda que su propia esencia crea desde dentro en la infinita profundidad de la materia, constituye toda sustancia física, viva o inanimada.

Somos creados por esta inteligencia de la misma miríada de formas de onda que entrelazan las profundidades del espacio y lo conectan todo a la conciencia, y a su vez en coalescencia al anti-multiverso teórico que se postula como existente en imagen de espejo.

La totalidad de la realidad física tangible se forma a partir de armonías geométricas básicas, o armónicos; y de las velocidades angulares, o formas de onda de la luz. A partir de estas formas armónicas de onda de resonancia, miríadas de otras ondas generadas se mezclan en resonancia simpática, una con la otra, formando así las estructuras físicas.

El espacio y el tiempo se manifiestan desde las armonías geométricas de los movimientos de las olas de luz, que refiere la reciprocidad geométrica de la luz, el bloque básico del anti-universo, o la región de la realidad negativa de la antimateria, una forma hipotética de materia en la que todas las partículas que lo componen se supone llevan cargas opuestas a las asociadas con las partículas correspondientes en el universo percibido.

La quinta dimensión, el aparente vacío de la llamada materia oscura, en realidad lo más denso del Cosmos y la materia constituyente del éter potencial, o quinto elemento. De ahí que la presión gravitatoria cosmológica se vuelca desde el espacio exterior hacía el interior de los cuerpos estelares, pues el Cosmos tiende a llenarlo todo de su plenitud energética. Esto es semejante al agua, que en cuanto tiene ocasión tiende a ocupar el espacio dejado.

Todo aquello que produce un cambio es energía. Se manifiesta de forma física, química, mental, mecánica, eléctrica, etc. La acción de los campos magnéticos vibracionales del plasma vital, si cambian el magnetismo, cambian la naturaleza del campo de energía. Al cambiar el campo de energía, cambia la naturaleza de la vida física, todo lo cual es la misma energía en diferente estado de existencia, y es el estado vibracional el que decide cómo se manifestará en frecuencias que interactúan.

La materia es sólo energía condensada en lenta vibración donde toda conciencia única se experimenta a sí misma subjetivamente. Siendo el infinito y no apenas una parte, somos la imaginación de nosotros mismos creando la realidad al resonar. Toda la energía del universo es atemporal, neutral y carece de dimensiones. De lo infinitamente pequeño a lo infinitamente grande, el observador es superior a lo observado, porque su lenguaje dibuja con palabras la realidad.

La energía crea la forma. Energética es el estudio de la unidad fundamental de la energía única en un conjunto unificado que incluye todas las acciones energéticas y las relaciones en la materia inerte -primera rama de la energética-, todo el campo e interacciones de la materia en la materia viviente -segunda rama de la Energética, llamada Bioenergética- y todas las operaciones mentales e interacciones mente/materia -tercera rama de la Energética, llamada Psicotrónica o Psicoenergética-.

En este mismo contexto, Escalar es un todavía inadvertido depósito de energía de ondas electromagnéticas, las cuales están basadas en la noción de lo inmenso, como opuesto a la energía vectorial que se representa en cualquier realidad física. El paradigma indica que se pueden construir dispositivos que permitirían alterar la gravedad, el tiempo, la inercia, y la masa aparente de un objeto. Tiempo-energía, tiempo-corrientes, y tiempo-estructuración juegan un rol dominante en el electromagnetismo. El Tiempo-como-energía eventualmente se volverá  manipulable, tan fácilmente como lo es ahora la energía espacial, siempre que se trate con las dimensiones del espacio-tiempo.

En el inmenso océano hirviente de energía desde el vacío, las ondas electromagnéticas longitudinales Escalar del dominio del tiempo, pueden ser extraídas y transducidas en la ordinaria energía electromagnética transversal de nuestro mundo tridimensional. No hay ningún impedimento en absoluto para extraer toda la energía que se necesite del vacío activo, en cualquier parte del universo, cuando se quiera. Simplemente hay que hacer un dipolo. El único problema está en coger algo de esa chorreante energía electromagnética libre en un circuito que contenga una carga, y disipando lo retenido y la energía electromagnética colectada en esa carga para impulsarla, sin usar la mitad de la energía retenida para destruir el dipolo de la fuente. Un dipolo podría ser una batería que es polarizada en negativo y positivo. O los terminales de un generador. O cualquier imán con sus dos polos. O un átomo con sus cargas positivas y negativas. O el campo magnético de la tierra, el sol y todos los cuerpos celestes. Incluso una galaxia debe ser algún tipo de mega-dipolo.

Dondequiera que exista un dipolo hay una inmensa energía electromagnética Escalar que entra y sale del vacío. Este mecanismo de energía natural interminable se denomina megantropía gigante.

Todo lo que existe es energía. La resonancia de energía en cierta frecuencia afecta en el entorno en determinado sentido. Cuando hay una vibración distinta de energía, suele ser la misma energía expresada de modo diferente en forma patrones geométricos emergentes.

En consecuencia, si el universo es un sistema evolutivo de naturaleza fractal, es decir, en patrones que se repiten a diferentes escalas, el acelerador y colisionador de partículas de la Organización Europea para la Investigación Nuclear -CERN-, puede probar la existencia tangible de dicha energía libre pero también sería capaz de originar cambios climáticos con resultados catastróficos.

El LHC -Large Hadron Collider- es una galería de 27 km de circunferencia, un instrumento científico gigantesco, cuyo costo supera los 13.000 millones de euros. Su objetivo es mover protones más rápido que la velocidad de la luz, donde colisionarán para formar pequeños big bangs -la mayor explosión cósmica del Universo- y mini Hoyos Negros. Por primera vez chocaran hadrones -protones- en lugar de electrones y positrones. Procurando examinar la validez y los límites del actual marco teórico de la física de partículas, los investigadores buscan estudiar las partículas más pequeñas conocidas y que son los componentes fundamentales de la materia. El CERN busca crear materia de máxima masa, para estudiar los tres horizontes evolutivos de masa en el universo, nuestra masa ligera, la masa extraña mas pesada, componente de las estrellas de neutrones y la masa tau[1], probable componente de los agujeros negros.

Se hace colisionar protones contra protones por un motivo: los protones están hechos de partículas más elementales, que son los quarks. Así lo que se hace en realidad es choques entre quarks, que son choques entre partículas fundamentales que en teoría no tienen estructura. Aislar estas colisiones entre partículas realmente elementales es la manera más limpia de aprender qué es lo que ocurre al nivel de las interacciones más elementales.

El CERN busca crear materia de máxima masa, para estudiar los tres horizontes evolutivos de masa en el universo. El problema es que la masa extraña y la masa tau se alimentan cuando alcanzan la estabilidad en ambientes de alta energía de la materia radiante de nuestro universo, convirtiéndola en materia oscura, pues son formas de materia más evolucionada. Las dos únicas formas de materia de mayor masa conocidas son los agujeros negros y la materia extraña, componente de las estrellas de neutrones, y en la física estándar ambas catalizan la transformación de nuestra materia radiante. Pero la energía añadida del LHC, unas 50 veces mayor, será suficiente para que esos fetos de materia extraña nazcan con estabilidad y empiecen a crecer absorbiendo nuestra materia. Hay dos eventos de probabilidad que pueden extinguir la Tierra y convertirla en uno de los dos cuerpos celestes de mayor masa del universo para formar el 90% de su materia, llamada materia oscura, al convertirla en una estrella de neutrones o en un agujero negro.

El CERN es un vehículo para poder estudiar las colisiones entre partículas elementales de verdad. Entre otras cuestiones se pretende probar la existencia de un bosón -hipotética partícula que sería responsable de que la materia adquiera masa- y la única manera de explicar la ruptura de la simetría, o sea el hecho de que las partículas tengan distintas masas. Un campo universal que determina el movimiento de dicha masa, ya que ofrece una resistencia a ese movimiento. Para producirlo como materia real hay que acumular gran cantidad de energía en un punto muy pequeño a una cantidad de escala de densidades de energía donde el bosón se torne visible. Se prevee que estos protones se aceleren a una energía de 2.36 a 7 teraelectronvoltios por haz, energía que se doblará en el instante de la colisión. Para conseguirlo, será necesario incrementar a 6 kiloamperios la corriente en los imanes del colisionador. Un teraelectronvoltio es un trillón de electronvoltios. El electronvoltio, abreviado como eV, es una unidad de energía equivalente a la energía cinética que adquiere un electrón al ser acelerado por una diferencia de potencial en el vacío de 1 voltio. La creación de `materias extrañas` que contaminen a otras materias; o la creación de `monopolos magnéticos` que inicien una reacción en cadena y convertir átomos en otras formas de materia. Al provocar choques entre protones, se puede generar un agujero negro que devoraría no solo a la Tierra, tal vez al universo entero. Estos posibles procesos catastróficos son: La creación de un agujero negro estable; la creación de materia exótica supermasiva, tan estable como la materia ordinaria; la creación de monopolos magnéticos que pudieran catalizar el decaimiento del protón; la activación de la transición a un estado de vacío cuántico.

Los hadrones son partículas subatómicas que experimentan la fuerza nuclear. Estas no son partículas fundamentales, y están compuestas de: fermiones llamados quarks y antiquarks, y de bosones llamados gluones. Los gluones actúan de intermediarios para la fuerza de color que une a los quarks entre si.

Hay dos riesgos fundamentales cuando el LHC entre en funcionamiento, ya que puede crear ese agujero negro que literalmente se tragaría al planeta y ser el origen de una `materia extraña` que convertirá la Tierra en una estrella de neutrones sin vida. La combinación de ambos peligros genera una probabilidad del 25% de que el LHC acabe con el planeta.

A nivel cosmológico esas tres formas de masa arriba mencionadas probablemente son responsables de la creación de tres tipos fundamentales de cuerpos cósmicos: estrellas, estrellas de neutrones y agujeros negros. Las dos únicas formas de materia de mayor masa conocidas son los agujeros negros y la materia extraña, componente de las estrellas de neutrones, y en la física estándar ambas catalizarían la transformación de nuestra materia radiante al punto de destruir la Tierra.

En esencia los tres experimentos reales que el CERN llevara a cabo, replicar el big bang, crear materia extraña y agujeros negros, son tres experimentos que en el universo destruyen estrellas, nebulosas y galaxias.

Existe suficiente evidencia astrofísica y cosmológica de que hay materia oscura, pero nadie sabe de qué está hecha. Se sabe que no es bariónica[2], como la materia ordinaria, sino que es de otro tipo. Uno de las posibilidades más plausibles, de ser materia oscura, es lo que llamamos partículas supersimétricas, que tienen masa y que interaccionan débilmente. Si se localizaran partículas supersimétricas, se abriría un campo enorme porque se puede comenzar el estudio de un nuevo tipo de materia que hasta ahora no se ha logrado detectar de manera directa.

El mismo CERN reconoce que al ser un experimento nuevo, la recreación del big bang traerá sorpresas. Pero se sabe ya bastante de lo que se producirá en el CERN. Puesto que el acelerador previo al CERN, el RHIC, creó un liquido ultradenso de materia extraña, inestable todavía por no tener suficiente energía, pero que ya mostraba las cualidades de un proto agujero negro. La energía añadida del LHC -unas 50 mayor- será suficiente para que esos fetos de materia extraña nazcan con estabilidad y empiecen a crecer absorbiendo nuestra materia.

El paradigma actual, aunque cada vez puesto más en tela de juicio, sobre el origen y la evolución del universo se basa en la teoría de la gran explosión desde un átomo primigenio en el que estaba concentrado toda la material y energía del universo y que desde entonces se encuentra en permanente expansión. Las ondas electromagnéticas de baja frecuencia pueden atravesar los cuerpos sólidos, tienden a `abrazar` la Tierra, al mismo tiempo que las ondas de alta frecuencia no penetran los cuerpos sólidos, no abrazan la Tierra y producen una efecto superficial en la corteza y `rebotan` al exterior en línea recta. En teoría la Tierra está rodeada de `vacío` que no produce `rozamiento` y por lo tanto la Tierra se mueve en una órbita como si fuera una bola dinámica pero donde la superficie de rodaje ofrece un rozamiento nulo, puesto que es `vacío`.

Pero ¿qué hace que los cuerpos estelares se desplacen en el `vacío`? Para explicar por qué los planetas y cuerpos estelares, en general siguen en un movimiento perpetuo en el Sistema Solar y la Galaxia describiendo órbitas se admitió la teoría del big bang. Según esa teoría los cuerpos siguen moviéndose perpetuamente por esa fuerza inicial y el cuerpo no frena y continúa en movimiento perpetuo porque alrededor de los cuerpos sólo hay `vacío` y no hay nada que limite ese movimiento.

La teoría de la relatividad de Einstein supone que la masa de los cuerpos celestes curva el universo y el trayecto de dicha masa hacia el fondo de la deformación determina su movimiento. Albert Einstein intentó consolidar todo lo que suponía en la Teoría General de la Relatividad, en una fórmula matemática que integrara todas las fuerzas existentes en el universo pero no lo consiguió y todavía nadie lo ha conseguido, ya que tal vez se parta de una premisa que es completamente incorrecta.

La famosa ecuacion E=mc2, fue obtenida por Einstein `begging the question`, es decir, como `petición de principio`. Isaac Newton demostró que los cuerpos sólidos y la luz son intercambiables mutuamente. La ecuación probaría que el tiempo y el movimiento son concernientes al observador si la velocidad de la luz es constante y si todas las leyes naturales son iguales, en una equivalencia de la masa y de la energía, según la cual la energía (e) de una cantidad de materia (m) es igual al producto de la masa y al cuadrado de la velocidad de la luz (c). La ecuación, E=mc2, fue copiada por Einstein en un apéndice al trabajo de 1905, a modo de conjetura, y cometiendo un círculo vicioso de errores en la prueba, un fraude lógico matemático recién detectado el año 1952 por Herbert Ives. Su misma definición de masa es incorrecta, c es definida como la máxima velocidad posible para la luz pero al elevarse al cuadrado la hace incluso más rápida y por ende contradice la definición, ya que llevar la v al cuadrado convierte las unidades en energía pura. Definir la luz como constante es un error, y si la velocidad es una constante, ¿cómo es que hay estrellas más antiguas que el universo? Para que un fotón o corpúsculo de luz pueda salir de la circunferencia crítica de un agujero negro, necesita una velocidad de escape superior a la velocidad de la luz. Por tanto la única manera de hacer un hipotético viaje en el tiempo sería a través de los agujeros negros.

La dilatación del tiempo y la contracción del espacio fueron conceptos originales de Hendrick Lorentz pero introducidos como propios subrepticiamente por Einstein, es decir, que utilizó resultados ajenos sin mencionar las fuentes. En cambio `Las ecuaciones de la Relatividad Especial` se denominan `Transformaciones de Lorentz`, porque fue Hendrik Lorentz -además de Henri Poincaré- quienes las formularon en el año 1904, un año antes que Albert Einstein. Sus cuatro principios son: los fundamentos de la teoría fotón de la luz, la equivalencia de masa y energía, la explicación del movimiento aleatorio de las partículas en los fluidos y la teoría especial de la relatividad. En equivalencia el tiempo, el espacio y el sujeto observador son relativos, no absolutos.

Pero ¿qué es lo que se curva en el espacio si se supone que en el espacio no hay más que vacío donde no existe masa ni materia, porque es vacío, que se pueda curvar? Albert Einstein no dió una respuesta clara y la teoría de la relatividad se vuelve ahí una confusa entelequia matemática que la torna físicamente improbable.

La partícula básica del éter de Tesla se conoce como `omni`. Consta de un núcleo positivo y de un partícula electrón negativa. Es algo parecido a una versión del átomo básico de hidrógeno con un protón y un electrón. Como la mayoría de átomos este `omni` se encuentra en equilibrio con una carga neutra y es ultrafino, debido a esa textura tan fina puede atravesar sin problemas todos los cuerpos sólidos. Se comporta como un sólido frente a la radiación electromagnética de alta frecuencia de una amplitud que va desde el infrarrojo a la luz visible, lo que perturba su equilibrio, aunque se pueda sentirla, sigue siendo transparente e invisible al ojo humano.

De manera que el espacio está `empaquetado` en paquetes de `omni` que además están interpenetrados por radiación ultrafina, llamada Radiación de Punto Cero -RPC-, que normalmente está también en equilibrio. Una buena demostración de la existencia de esos `omni` y de su comportamiento eléctrico lo vemos en los generadores electrostáticos, donde sometidas a altos voltajes se separan las cargas en positivo y negativo, y la teoría cuántica prácticamente admite que los electrones no son partículas indivisibles.

La Tierra se mueve por el espacio a una velocidad de 112.000 kilómetros por hora, o sea que orbita alrededor del sol a 30 kilómetros por segundo. El sistema solar orbita alrededor de la Vía Láctea mucho más rápido aun y la Vía Láctea orbita alrededor de las Nubes de Magallanes aun más rápido. De manera que todos los cuerpos estelares están en perpetuo movimiento a través del éter ultrafino que a su vez es atravesado por radiación de punto cero.

Debido al movimiento cósmico de la Tierra, la carga electrostática molecular se convierte en una corriente la cual crea los campos magnéticos en todos los cuerpos ponderables. A medida que el cuerpo se desplaza por el campo del éter, lleno de partículas `omni` con la Tierra, se produce un viento de `éter` que `sopla` a través de la masa constantemente desde una misma dirección. Como el contenido eléctrico forma senderos en los `omni` dentro del cuerpo sólido, el movimiento de resonancia de las corrientes moleculares forma campos magnéticos que comunican la rotación microhelicoidal del plano de polarización alrededor de los ejes que no rotan de los `omni`.

Estos tubos microhelicoidales de electromagnetismo funcionan como taladros y tienden a perforar trayectorias rectas a velocidad constante alrededor del núcleo de los `omni`. Ello es consistente con las leyes de Newton de la inercia y el momento. Todo cambio en la dirección o en la velocidad encuentra una resistencia; como toda la masa está en movimiento siempre tiene un momento[3].

Fuera de los cuerpos la carga positiva de los `omni` es atraída por la carga negativa de la Tierra mientras que la carga negativa es repelida, pero cuando el éter con sus `omni` atraviesa un cuerpo, que se encuentra a nivel del mar, el efecto del campo eléctrico de la tierra en los `omni` se altera por el cambio de la constante dieléctrica dentro y fuera de los cuerpos, forzando esos tubos microhelicoidales a saltar hacia abajo en una rotación más concéntrica.

Como resultado se crea una presión debajo de las cargas negativas y ese efecto, fruto de la electricidad y el magnetismo, es lo que se llama `gravedad`. De tal forma la gravedad es el producto de la reacción del cuerpo a la resistencia de los `omni` a cambiar su momento en el interior de los cuerpos, y transferida a la masa debido a una diferencia en la constante dieléctrica y al movimiento, velocidad y orientación permanentemente cambiantes, a medida que el cuerpo se traslada a través del espacio del éter universal. El éter de Tesla consiste en carriles inmersos en un flujo aislante que llena todo el espacio y cuyas propiedades varían en función del movimiento relativo con respecto a los cuerpos que se desplazan en éste, la presencia de masa y del medio eléctrico y magnético.

El éter se comporta como un líquido por la materia, y como un sólido para la luz y el calor. El éter de Tesla se vuelve rígido cuando es sometido a fuerzas electrostáticas variables y está involucrado por lo tanto en efectos gravitatorios, inercia y momento, especialmente en el espacio cercano a al planeta dado que según afirmaba `la Tierra es como una inmensa bola cargada que se mueve a través del espacio`, lo que crea fuerzas electrostáticas que varían enorme y rápidamente y que disminuyen en intensidad con el cuadrado de la distancia a la Tierra, e igual que llamado ´gravedad´.

Los Fundamentos de la Teoría Dinámica de la Gravedad y la Tecnología de Conversión de la Energía Gravitacional de Nikola Tesla, se pueden resumir en estos principios básicos: Todos los cuerpos sólidos mantienen `contenido eléctrico` y se comportan como cavidades resonantes que interactúan electromagnéticamente con las fuerzas electrostáticas que varían rápidamente con el éter y que determinan sus interacciones gravitatorias y los movimientos en el espacio. El medio más probable que llena el espacio universal es uno consistente en carriles de partículas inmersos en un fluido aislante. La fuerza electrostática es la fuerza más importante de la naturaleza. Los movimientos mecánicos se producen por una fuerza electrostática variable que actúa a través de un medio gaseoso. Si sobre este medio gaseoso se aplica una vibración mediante cambios de potencial electrostáticos muy rápidos dicho medio se rigidifica. Si a través de este medio actúan tensiones electrostáticas de gran y variable intensidad el cuerpo se desplaza en este medio.

Si asumimos que los carriles independientes unos de otros tienen una configuración tal que la resistencia del fluido al movimiento de la masa es mayor en una dirección que en otra, una tensión como la arriba descrita ordenaría esos carriles en grupos para que la resistencia fuera la menor posible. Si en el medio descrito se aplica un potencial constante se produce un intercambio de carriles de forma que habrá menos carriles por unidad de volumen que en el espacio a determinada distancia del electrodo lo que se llama `rarefacción del éter` o reducción de la densidad del medio, y `separa los carriles`. Si los potenciales cambian rápidamente, el resultado será muy distinto, a mayor frecuencia de los pulsos, más lentamente se producirá el intercambio de carriles y el movimiento de traslación cesará y con una frecuencia e intensidad del potencial suficientemente alta, los carriles se dirigirán al electrodo resultando en una compresión del éter, y los carriles se aproximarán unos de otros.

La Teoría Dinámica de la Gravedad describe un campo de fuerza que es responsable del movimiento de todos los cuerpos en el espacio. La asunción de este campo de fuerzas prescinde por completo del concepto de `curvatura del espacio` de Einstein; es el éter el que juega un papel fundamental en los fenómenos de la gravedad universal, inercia, momento y movimiento de los cuerpos, también de los atómicos y de los moleculares. No hay energía en la materia que no sea extraída del medio. El éter luminiférico llena todo el espacio. Todas las fuerzas creativas que dan como resultado la vida actúan sobre el  éter. El éter se agrega en torbellinos infinitesimales -micro hélices- a la velocidad cercana a la luz y se convierte en material ponderable. Cuando la fuerza amáina y cesa el movimiento la materia regresa al éter en forma de `decadencia atómica`.

El éter es un medio universal que llena el espacio y que parece ser `dinámico` desde la Tierra, ya que ésta se desplaza a miles de kilómetros por hora a través del espacio. El éter en sí mismo es neutral eléctricamente, ultrafino y penetra toda la materia sólida. Hay una frecuencia ultra alta y presente en todas partes, y en todas direcciones, normalmente en estado de equilibrio, llamada Radiación de Punto Cero, que interpenetra el éter y representa la radiación electromagnética en su forma más fina y densa, la cual junto al éter conservan un movimiento universal perpetuo. La radiación non-termal en el vacío que persiste aun cuando la temperatura pudiera bajarse al cero absoluto es la llamada Radiación de Punto Cero, y por lo tanto, se le llamó simplemente `radiación punto cero`.

El éter junto a la radiación de punto cero es la fuente de toda materia y fuerza. La energía no existe en forma física, es la `habilidad para realizar un trabajo` lo cual es igual a la fuerza en el tiempo, la palabra `energía` es un ficción conveniente al igual que el concepto `tiempo`. Todos los eventos suceden en el presente y el `pasado` y el `futuro` son simplemente metáforas que explican el transcurso. Las turbulencias electromagnéticas en el éter extraen energía de la radiación de punto cero lo cual se explica sólo si se asume como válida la teoría del éter. Esta `energía libre` es ilimitada y se crea por el perpetuo movimiento de la materia y el intercambio perpetuo entre fuerzas más poderosas y débiles manteniendo en dicho intercambio el equilibrio del universo, ya que la suma total de todos los procesos es igual a cero.

Dado que la materia sólida se desplaza continuamente por el espacio, en permanente movimiento, está siempre sujeta al `viento etérico` y a las interacciones de la radiación de punto cero. Estos efectos no se perciben excepto durante los cambios en la orientación de la masa o de su velocidad. Toda la masa y espacio tienen propiedades dieléctricas y las diferencias de estas propiedades causan cambios en el desplazamiento electromagnético en la masa y el `viento etérico`. El campo eléctrico de la Tierra crea desplazamientos dieléctricos dentro del éter y la masa dentro del campo eléctrico de la Tierra. La diferencia entre el desplazamiento dieléctrico fuera de la masa y dentro de la masas crea una fuerza en la dirección de la polaridad negativa que es llamada `gravedad`. Dado que toda masa se encuentra en movimiento, toda la masa tiene un momento, incluso cuando aparentemente se encuentra en reposo relativo en relación a la Tierra. Dado que la inercia es también la resistencia de un cuerpo a cambiar de momento, la inercia y el momento se deben a lo mismo, esto es, a la resistencia de los tubos electromagnéticos micro helicoidales a cambiar su velocidad, dirección u orientación. Dado también que toda la masa y el espacio están compuestos sólo de contenido eléctrico, el momento/inercia es de naturaleza electromagnética o puede ser sintetizado electromagnéticamente.

Toda masa contiene carga electrostática que cuando es desplazada en el espacio de éter/radiación de punto cero produce una corriente, que fluye entre la masa y el éter y es parte del mecanismo por el cual se produce el momento en la masa en movimiento. La corriente crea un campo magnético y da un movimiento rotatorio con respecto al éter. Dado que estos fenómenos son de naturaleza electromagnética, de la misma forma que ondas electromagnéticas de baja frecuencia pueden penetrar un cuerpo, ondas de alta frecuencia, por encima de la infrarroja y por debajo de la ultravioleta, pueden lograr que el éter supere su resistencia a la inercia, mediante aplicaciones tecnológicas con corrientes continuas de alto voltaje, corrientes de alta frecuencia, fuerzas electrostáticas que varían rápidamente y rayos de luz y calor. Las fuerzas electrostáticas rápidamente variables rarifican los carriles del éter, o sea lo hacen menos denso, ya que los rayos de luz y calor polarizan el medio en la  dirección deseada y las corrientes continuas inducen el intercambio de carriles creando un vacío en esa dirección que induce el movimiento.

El proceso del hidrógeno atómico descubierto por Irwing Langmuir en el año 1912 desarrolló un sistema de híbrido líquido que emplea energía voltaica solar para generar hidrógeno, una estupenda forma de producir y almacenar hidrógeno para el proceso a escala industrial de concentrar hidrógeno atómico, que se basa en el principio probado de la energía libre en el espectro de la fuerza de radiación de punto cero.

El `vacío` del espacio vacío no está de hecho de nada, sino que es un gran océano hirviente de energía. Nosotros vivimos en un mundo de 3 dimensiones que los físicos llaman `espacio 3 D`. Pero está también el espacio-tiempo, o 4to espacio, o la `4ta dimensión`. El tiempo es realmente energía comprimida. Y es ésta energía la que está comprimida exactamente por el mismo factor por el cual la materia es considerada energía comprimida: La velocidad de la luz al cuadrado. Energía que está comprimida en el tiempo mismo, la que determina un nuevo significado al término `bomba de tiempo`.

La conciencia y sus contenidos son todo lo que existe. El espacio-tiempo, la materia y los campos, nunca fueron residentes fundamentales del universo, sino que siempre han estado, desde el principio, entre los contenidos más humildes de la conciencia, dependientes de ella para su propio ser. Toda interpretación de la mecánica cuántica involucra la conciencia, ya que sus fundamentos son problemáticos y porque no hay manera de interpretar la teoría cuántica sin encontrarse con la conciencia primaria. La percepción pues no es una realidad única, ni hay un sólo modelo de conciencia, apenas somos conscientes de una alternativa posible.

La teoría cuántica y el fenómeno de la conciencia determinan que no es la probabilidad lo que hay, sino de lo que cualquiera percibiría. Las correlaciones tienen realidad física, pero aquello que correlacionan no la tienen. Esto resulta en una teoría cuántica de correlaciones sistémicas en el mundo no consciente, pero sin necesidad de observadores que colapsen esta función de onda. La interpretación de múltiples mundos posibles resuelve el enigma de la conciencia primaria al incluirla en el estratagema cuántico. Hay dos versiones de uno mismo, cada una en un mundo paralelo, que ignora sin libre albedrío la existencia de su otro yo.

La propia observación crea la realidad física observada como una explicación de la conciencia tal cual, y equivale a la negación mecanocuántica de la existencia de un mundo real independiente de la percepción. Obviamente hay cosas más fáciles de entender y de creer en cuanto a la naturaleza de la realidad y de la conciencia. La teoría cuántica dice que la observación misma de la posición de un objeto puede influir instantáneamente en el comportamiento de otro objeto muy distante, sin estar conectados por ninguna fuerza física, lo que equivale a negar la existencia de una realidad física independiente de nuestra percepción misma. Hay pues una intrigante conexión entre lo que llamamos mundo físico y lo que llamamos mente. Si bien la mayoría de personas compartimos intuiciones de sentido común, tal visión cuántica del mundo es más extraña de lo que podemos suponer.

Todo lo que puede ocurrir al desplegarse la función de onda ocurre. Las dos o más opciones se cumplen y jamás se encuentran. No es pues una realidad única, sino una equivalencia de una realidad no segura. El mundo que experimentamos es sólo una ínfima fracción de todos los infinitos mundos posibles. La función de onda se desarrolla no sólo hacia adelante en el tiempo sino hacia atrás en el pasado. Así pues la luz de una estrella que llega del pasado se percibe o no en la conciencia futura como consecuencia no excluyente.

La función de onda tiene dos aspectos, por un lado es la realidad física total de un objeto, y por otro se conjetura que esa realidad es pura información, ya que la descripción del mundo físico real es imposible. En circunstancias normales se puede hablar de un mundo que existe ahí a fuera, independiente de nosotros, pero lo cierto que hay un extraño sentido en el que éste es un universo participativo y latente. En suma, toda interpretación de la mecánica cuántica involucra a la conciencia y a la aparente creación de la realidad por la observación consciente. Para la ecuación de función de onda independiente del tiempo, ningún objeto cuántico posee propiedades definidas, ya que los valores de las magnitudes observables emergen en el momento mismo de la medición. En mecanocuántica, las trayectorias exactas de las partículas, predichas por la mecánica clásica, carecen de sentido, sólo tiene significado real la mera probabilidad de encontrar la partícula en una posición determinada.

Sólo un observador consciente puede inducir al colapso de una función de onda con una auténtica observación. La física, la más empírica de las ciencias, se basa en última instancia en la conciencia. En cierto extraño sentido, la física se asienta sobre el fenómeno del colapso de la función de onda por observación. La elección consciente en sí misma puede influir en una situación física, una prueba de que la conciencia existe más allá de los correlatos cerebrales. Es como si se tratase de un inexplicado proceso físico fuera del dominio del estado actual de la ciencia. Aunque sólo la conciencia pueda colapsar una función de onda, la mente puede actuar de manera intencional sobre el cerebro para escoger el estado de superposición particular que luego colapsa en una situación concreta.

La quantificación de toda radiación electromagnética y de luz se comporta de manera termodinámica como si estuviera conformada por quantos de energía y partículas de luz de magnitud independiente entre si. La materia puede absorver o emitir radiación electromagnética, es decir luz, sólo en paquetes de energía denominados quantos, cuyo tamaño es proporcional a la frecuencia de la radiación. La luz siempre existe bajo forma de quantos, y esa es la razón por la cual la materia emite y absorve luz como tal.

El encuentro de la física con la conciencia surge del experimento cuántico teóricamente neutral. Ninguna interpretación de la teoría cuántica, ni siquiera su deducción a partir de una presentación matemática general, puede resolver lo que experimentamos en el enigma cuántico sin involucrar también nuestro proceso de decisión consciente, al punto de cada uno de nosotros es un suceso esencialmente imposible de combinaciones aleatorias. La teoría cuántica sostiene así el dominio de lo aleatorio, lo que en el mundo subatómico equivaldría a la base para la aleatoriedad de la vida orgánica.

La conjetura de Poincaré, ahora teorema de Poincaré-Pedelman, es una afirmación topológica sobre el comportamiento a largo plazo de las órbitas de los sistemas dinámicos continuos en el plano. En topología las propiedades de los cuerpos geométricos permanecen inalteradas e inexactas por transformaciones continuas, ya que los objetos se equivalen en un amplio sentido plástico siempre y cuando no se los fracture ni se los pegue. Una conjetura es un teorema al que le falta la parte más interesante: la demostración. Dicho de otro modo, una conjetura nada tiene que ver con un teorema, es una simple afirmación.

La relación más habitual que se emplea en topología es la relación `ser homeomorfo`, porque en un espacio de trabajo dado, dos objetos de dicho espacio o dos subconjuntos de puntos son homeomorfos si pueden transformarse el uno en el otro mediante una transformación continua espacial llamada homeomorfismo. Al tratar a todos los objetos de cada clase como uno sólo obtenemos un panorama mucho más racional del universo representado. Es de esperar, y de hecho está asegurado, que todos los objetos de una misma clase de homeomorfia exhiban las mismas propiedades topológicas. Lo que vale para un espacio topológico no tiene porqué valer para otro. Dado que un espacio de tres dimensiones no es homeomorfo a uno de siete dimensiones, cabe esperar que ciertas eventos topológicos que ocurran en un universo de tres dimensiones no ocurrirán o al menos no tienen porqué ocurrir en otro de siete dimensiones, y viceversa.

Consideremos una esfera como un conjunto de puntos del espacio que equidistan de otro llamado centro. Bajo esta definición una esfera es una superficie y no una bola maciza sino la superficie que la delimita, y una determinada colección de propiedades de la esfera es una caracterización topológica de la misma. Tres propiedades topológicas son importantes en una esfera: es compacta, es orientable y es simplemente conexa. Este conjunto de tres propiedades es una caracterización de una 2-esfera, pero ¿qué ocurre en dimensiones superiores? Una 3-esfera no es una esfera maciza, sino es una variedad diferenciable de tres dimensiones, que podemos definir como el conjunto de los 4-puntos que equidistan de un punto central dado, y por tanto es una 3-variedad inmersa en un espacio de 4 dimensiones. La Conjetura de Poincaré-Pedelman afirma que para cualquier número de dimensiones el conjunto de las tres propiedades es en efecto una caracterización de las n-esferas.

La conciencia y el enigma cuántico no son sólo dos misterios: son los dos misterios. La demostración física del enigma cuántico nos pone ante un misterio fundamental del mundo objetivo ahí afuera. La percepción consciente nos pone ante el misterio fundamental de lo subjetivo del mundo interior. La mecanocuántica parece conectar ambos.



´Lo sobrenatural dentro de lo finito´. Pitágoras.

Alrededor de la Tierra, sobre los paralelos de latitud 30 grados norte y sur, y a distancias armónicas, regulares y equidistantes, pasa la red electromagnética del planeta. Todos los seres vivos sin excepción poseen una red neurálgica, una matriz que capta y distribuye de una manera armónica la energía que todo cuerpo necesita.

La Tierra está inmersa en esta red geométricamente pura de líneas equidistantes basadas en poliedros regulares por donde pasa la energía que la mantiene viva. Forman una matriz sobre la cual existen una serie de puntos neurálgicos donde se generan vórtices energéticos naturales armoniosamente distanciados entre sí. En todos ellos están situadas estructuras fabricadas que aprovechan las anomalías electromagnéticas que anulan la gravedad en su campo de acción y permiten la traslación dimensional, es decir, en estos vórtices se producen puertas dimensionales que se abren y se cierran en los días señalados por los equinoccios.

La superficie de la Tierra está surcada por una intrincada red de líneas de cuadrícula de energía. La estructura geométrica del espacio-tiempo que determina los procesos físicos. Siendo armonía un estado de orden e integridad en la relación de las partes de un todo, las armonías fundamentales de las frecuencias vibratorias forman los bloques de construcción del universo posible, y también del anti-universo teórico en imagen de espejo postulado como existente.

La totalidad de la realidad física que es tangible se forma a partir de las armonías básicas geométricas, o armónicos, de las velocidades angulares, o formas de onda de la luz. A partir de estas armonías básicas en formas de onda resonantes, una miríada de otras ondas se crea para mezclarse en resonancia simpática, una con la otra, formando así las estructuras físicas.

La geometría es el arte-ciencia que mide la Tierra. A su vez, la llamada Red Mundial es un vínculo que une la mayoría de antiguas estructuras megalíticas, situadas por un principio general de organización siguiendo un patrón cuidadosamente trazado a través del planeta. Estos sitios megalíticos están dispuestos en una cuadrícula en red de línea horizontal y perpendicular específica y uniformemente espaciados, para la localización de puntos a escala por medio de un sistema de coordenadas. Un patrón geométrico inteligente mediante el cual la Tierra y sus energías se organizan, al colocar ubicuos los antiguos sitios megalíticos, fundamentalmente diferente de las líneas longitudinales y latitudinales de la geografía convencional.

Las líneas de la cuadrícula en realidad son de carácter más básico que las arbitrarias convenciones posteriores de la cartografía. Sin embargo, la imagen familiar de la Tierra como un globo ceñido en un entramado de líneas de longitud y latitud ayuda a entender lo que es una Rejilla de la Tierra de naturaleza energética, basada en líneas de energía primaria organizada en una red precisa, que una vez fue, y puede ser de nuevo, la fuente de un suministro gratuito e inagotable energía libre usada para aplicar los principios de anti-gravedad y levitación acústica ya aplicadas por antiguas civilizaciones con alto grado de desarrollo tecnológico.

La Teoría de la Cuadrícula desafía la base misma de la visión convencional del mundo físico, porque hizo de la Tierra un planeta vivo unificado por un complejo de templos y ciudades antiguas. Esta teoría trata al planeta como si fuera un cristal hueco gigantesco que resuena en una frecuencia armónica con puntos focales en sitios equidistantes específicos. Traza la Tierra como la cuadrícula de un dodecaedro o icosaedro, cuyos puntos geométricos equidistantes o vórtices de intersección siguen una ley de Líneas, teniendo en cuenta que estos vórtices provienen de las profundidades de la corteza terrestre, por lo que pueden ser enfocados por agua o depósitos minerales subterráneos, y aparecer en las intersecciones de la rejilla o el campo bio-magnético de la Tierra.

La Tierra se comporta como un circuito eléctrico. Olas constantes de energía electromagnética relacionadas con la actividad eléctrica de la atmósfera, a frecuencias entre los 6 y 50 ciclos por segundo, varían en respuesta a la actividad solar y los cambios en la ionósfera del planeta. La red de energía planetaria de pulso electromagnético opera a través de ciertos patrones geométricos que siguen una simetría específica. Las rejillas cruzan diversos puntos de intersección que forman una matriz que relaciona determinados sitios de poder en el planeta, una especie de campo de energía cósmica que es la base misma de su sostén.

El patrón de cuadrícula principal consiste en cuadrículas espaciadas a intervalos de 24 a 30 minutos de arco, latitud y longitud. La red rejilla puede ser dividida. Las líneas de la cuadrícula en el sistema principal están espaciadas a intervalos de 7,5 minutos de arco norte-sur y este-oeste. Hay 21.600 minutos de arco en un círculo, y cuando se divide por 7,5 el resultado es 2.880. La rejilla por tanto se sintoniza armónicamente al doble de la velocidad de la luz.

Las zonas más altas de energía parecen centrarse cerca del 31.7 grados Norte -positiva- y 25 grados Sur -negativo-.

Hay 5 zonas del hemisferio norte, cerca de 25 Norte que pueden ser puertas a otras dimensiones, llamados ´Vórtices Vile´: el Triángulo de las Bermudas; ruinas megalíticas de Tumbuktu en el actual Mali; la ciudad de Mohenjo Daro de la cultura Rama en Karachi, Pakistán; el Triángulo del Diablo, cerca de Iwo Jima, Japón; y Hamakulia, en el plano océanico al sudeste de las islas Hawaii, zona de pesada actividad volcánica.

Hay 5 zonas del hemisferio norte cerca de 31,7 Norte de energía de foco vórtice positiva: la zona ubicada entre Sedona, Arizona, Estados Unidos, y Sonora, México (31.7N 112.8W); el focus vortex calculado cerca de la reserva india Papago, al oeste de Tucson, Arizona; una zona situada en medio del océano Atlántico, que haría parte de la desaparecida Atlántida, entre el Golfo de México y el mar Mediterráneo; las pirámides Giza en Egipto; y una zona de la cordillera de los Himalayas al noreste de Lhasa, Tibet.

Hacia al norte, cerca de 50 a 55 grados Norte, algunos vórtices calculados son: Findhorn, Escocia, lugar de los megalitos druido-celtas de Calendish, Loch Ness, Maes Howe, y Anillo de Brodger; Kiev, Ucrania; Buffalo Lake en Alberta, Canadá; la Bahía de Hudson, Canadá, muy cerca del polo norte magnético; y el lago Baikal, al norte de Mongolia.

En el hemisferio sur también hay al menos 10 zonas ubicadas entre 25 y 30 grados Sur: las estructuras megalíticas en Sarawak, Borneo; Nan Madol, Isla Pohnpei, Micronesia; Cajamarca y Hayumarca en Perú; Isla de Pascua, en el Pacífico Sur; zonas subterráneas en Gabón, África Occidental; y megalitos de Zimbabue.

Es obvio que la dirección de una inercia que cambia dinámicamente el giroscopio de una esfera hueca como la Tierra, a unos 1.000 kilómetros por hora de velocidad de rotación, necesitaba un sistema de balance correccional. Si no fuera por estos 20 puntos de cierre móviles, o Cuadrícula de Reversión de las Anomalías Magnéticas de la Tierra, el planeta se desmoronaría.

Dichas áreas, igualmente espaciadas y equidistantes sobre el globo terráqueo, presentan un rombo de anomalías electromagnéticas y otras alteraciones energéticas vinculadas a un espectro completo de fenómenos extraños a la física.

Esta red tiene ahora 62 puntos relacionados en un dode-icosaedro, combinación de nuevas líneas y puntos, igualando la mayor parte de las zonas de fractura sísmica y líneas de borde del océano, así como los máximos y bajos atmosféricos, senderos de animales migratorios, anomalías gravitacionales, y sitios ciudades antiguas.

La utilización predictiva del triángulo básico es el resultado de asignaciones de los cinco sólidos platónicos regulares sobre la superficie de una esfera o forma poliédrica combinada entre el icosaedro, el dodecaedro, y sus ángulos internos en plano de notación esférica, a 30, 60 y 90 grados ángulos del triángulo básico, cuyas líneas y vértices definen 120 triángulos, donde se disponen 62 principales puntos de la rejilla, 15 grandes círculos, 45 puntos de intersección y 16 líneas que se manifiestan en 106 grandes círculos menores y 4.862 puntos por encima de la superficie del globo.

Este principio dibujado ha podido predecir tanto tipos de eventos y patrones geográficos, como momentos y lugares a lo largo de la historia humana, al integrar la biología, la metafísica, la mitología, la astronomía, y la geología.

El espacio y el tiempo se manifiestan desde las armonías geométricas de los movimientos ondulatorios de la luz. El armónico fundamental de la luz, en el espacio libre, en términos geométricos, tiene en la rejilla una velocidad angular de 144.000 minutos de arco por segundo, existiendo 97.200 segundos de cuadrícula en una revolución de la Tierra.

Cuando la materia física se manifiesta en el universo de formas de ondas de la luz de la que se constituye, se ralentizan fraccionadamente a fin de liberar la energía necesaria para el proceso de formación. Esto se demuestra por ecuaciones armónicas unificadas. Se encontró que para calcular los valores de formas de onda armónicas que tienen resonancia simpática, era posible hacer caso omiso de ceros a la derecha o a la izquierda, de los números enteros y extraer los valores de particular a tablas matemáticas.

Las pirámides y líneas de ley están en las líneas de transmisión de energía de gravedad natural de la Tierra dispuestas en una cuadrícula planetaria. La Rejilla de la Tierra está compuesta por las líneas de flujo geométricas de energía en la estructura de la Tierra misma, determinada por la gravedad, planeta que a su vez es parte de un universo gravitatorio, donde subyacen diversas peculiaridades y anomalías electromagnéticas.

Hay cuatro lóbulos de energía o direcciones. Los elementos del eje norte-sur se llaman magnéticos y los elementos del eje este-oeste se llaman diamagnéticos. Este opera a 90 grados desde magnético. Si el magnetismo fluye en el plano de la superficie de la Tierra, entonces el diamagnetismo fluye hacia arriba o en anti-gravedad, el punto de inversión del flujo magnético, que también se conoce como ´punto de vórtice diamagnético´.

El polo negativo de energía y magnetismo del polo norte hacen girar hacia la izquierda; el polo energético positivo y magnetismo del polo sur hacen girar a la derecha. El punto de magnetismo cero y no-spin, o también punto de inversión magnética, es donde los dos campos de espín se unen.

Habiendo dos elementos antitéticos o polaridades, cumplir y generar un tercer elemento es una presión débil generadora de gravedad. El polo sur es la fuente y el polo norte el drenaje. Las rotaciones de energía de polos individuales son tres vectores componentes y la conjunción es un tensor. La cifra resultante es un concepto bidimensional de patrón cuadrupolo, visualizado como el espín que polarizada circularmente la fuerza de gravedad de la fuente de campo.

Dos campos de fuerzas antitéticas, el magnético y el eléctrico, dos campos de fuerza vector, se reúnen y generan la gravedad, un campo de fuerza central neutral y simple del sistema de vector de dos tensores. En otras palabras, la conjunción de dos dipolos vectores de campos de fuerza, eléctricos y magnéticos, generan un campo de fuerza cuadrupolo o la gravedad.

La gravedad, como una fuente de cuadrupolo, se irradia en un patrón de polarización circular de 360 grados, teniendo dos ciclos; existe una característica de giro para la gravedad, y por tanto las ondas de gravedad tienen el doble de vuelta que las ondas electromagnéticas. La falta de polarización en el campo de gravedad explica por qué no se puede neutralizar.

Como elemento vigor de centro neutral, por definición la gravedad no puede tener polaridades. Pero sigue siendo una fuerza generada tan básica como las fuerzas polarizadas del imán o los campos eléctricos. El campo eléctrico, así como el campo magnético, tienen un efecto centro neutral, que también es una fuente de campo de ondas de gravedad.

Los dos principales campos de fuerza antitética polarizadas (eléctricos y magnéticos) son en sí mismos triádicos, y como la polarización por definición requiere, ambos son fuentes de campo de gravedad. En todas las fuentes de ondas de gravedad el centro es neutral. En términos del espectro electromagnético, el punto de 1012 Hertz se marca como la gravedad, mientras que por debajo de este están el radar, la radio y las frecuencias electromagnéticas estándar; por encima son frecuencias de energía de infrarrojos y ópticas. Este es el centro neutral de la naturaleza en el espectro de energía radiante en su sistema triádico situado en la frecuencia de1012 Hertz de la gravedad radiada.

En términos de la Rejilla de la Tierra, donde existe la fuente de campo de onda de gravedad, ciertos eventos físicamente anómalos pueden tener lugar. El campo de flujo diamagnético de la Tierra realiza en estos puntos un retroceso sur a norte.

En las áreas de inversión magnética de sur a norte el flujo de magnetismo está cerca del Trópico de Capricornio y de Cáncer; pero las anomalías están espaciadas en posiciones alternas en todo el planeta. El mejor cálculo posible indica que hay dentro de la Rejilla de la Tierra un total de 20 puntos de inversión magnética, con 10 casi situados en el Trópico de Capricornio y otros 10 casi situados en el Trópico de Cáncer. Las dos series de diez puntos se compensan casi por igual entre sí pasando en toda la Tierra; el conjunto del norte está más o menos a medio camino del conjunto del sur.

El diamagnetismo es el efecto de una inversión de la polaridad del flujo magnético. Los flujos de energía magnética se encuentran en lugares específicos de la cuadrícula en la Tierra, que permanente permiten la inversión de polaridad magnética, en un sistema de retroceso de malla cruzada para la inversión de polaridad. Y es por eso que hay puntos en la cuadrícula de la Tierra donde existen sistemas diamagnéticos inusuales como fuerza anti-gravedad.

Por ejemplo, las pirámides de Giza, Egipto, están en un punto vortex diamagnético o punto de inversión diamagnético, donde con el conocimiento adecuado se pueden aplicar los principios de anti-gravedad magnética en cuadrícula de rejilla y levantar sin palancas objetos de gran peso o invertir la dirección de grandes flujos de agua, efecto anti-gravedad donde el impulso de la energía direccional es invertida por un sistema anti-gravedad natural.

La razón para el peso de una masa en un campo gravitacional es el empuje de masas ´radiaciones´ de gravedad hacia la Tierra. El total de los dos impulsos de la gravedad es el peso. Si se neutraliza la gravedad mediante su ´radiación´ como elemento central, empuja menos, y la efectividad de la Tierra aumenta. Esta es la ´pérdida de peso´ o anti-gravedad, que realmente es sólo dejar que la Tierra empuje lejos. No es la cantidad total de las masas lo que cuenta, sino la fuerza relativa del campo de gravedad local eficaz.

El control anti-gravedad o pérdida de peso, es generalmente el estrés obtenido a través de la reducción de la ´radiación´ gravitacional, utilizando las características naturales de la gravedad. Funciona en masa, ya sea orgánica o inorgánica, porque  la gravedad es la misma para ambos, como resultante del empuje de dos fuentes de radiación. A medida que se pierde gravedad por empuje de estrés de potencia, se empuja la Tierra a distancia.

La transferencia de energía de spin cero, o flujo de la energía no-spin, es un tipo de energía neutral del flujo de energía en relación a la inversión magnética de la cuadrícula de puntos de energía diamagnética, que es un flujo de energía no-spin. Este flujo de energía está exactamente a medio camino entre el giro a la izquierda -norte- y el giro a la derecha -sur-, y por lo tanto el flujo no tiene giro, y resulta un impulso direccional de energía no-spin, y por lo tanto se puede utilizar como un sistema anti-gravitatorio.

Cualquier reversión de flujo energético genera un poco de flujo de energía no-spin. En un universo básicamente entramado con sistemas de energía y de partículas, esta energía no-spin tiene efectos muy potentes. La energía no-spin es el campo de fuerza centro neutral, que no pertenece a ninguna de las partes de un universo en general polarizado. Como tal, si se le hace reaccionar es repelido muy fuertemente por todos los sistemas de energía y de partículas.

Por la generación de flujos de energía no-spin y la vectorización de dirección de estos flujos, pueden diseñarse poderosos dispositivos de anti-gravedad, porque el diamagnetismo es un vector de reacción en el punto de reversión de energía de flujo.

Una vez que se conozca el sistema de gravedad terrestre, a continuación la ingeniería de sistemas artificiales es simple. Este flujo de vórtice de energía de cuadrícula puede ser empujado sobre o a través de, o en el agua, y se producirán fenómenos masivos de anti-gravedad espontánea como efectos del principio de vórtice-gravedad de ciertos puntos de la cuadrícula diamagnética de la Tierra.

Fenómenos directos, cuantificables y medibles, de patrones de rejilla basados en la geometría más simple, son la mejor solución para el problema de la variedad de maneras de ver esta energía de cuadrícula activa en la Tierra, de continentes aparentemente colocados de forma aleatoria, mientras que en realidad están situados conforme se visualiza en los diferentes diagramas de cómo estas energías geométricas aparecen en el trabajo de configuración real de la masa misma del planeta, y en efecto tener una idea de las fuerzas masivas que están involucradas con la cuadrícula de circulación de energía global en rejilla.

La gravedad no es la magnitud de estas fuerzas. Puede ser demostrado que tiene efectos profundos en la conciencia humana, al explicar cómo estos puntos de la matriz energética también atraen grandes núcleos de población urbana.

El valor armónico es de extrema importancia, ya que tiene una relación directa con el campo electromagnético de la Tierra. Los muchos factores armónicos, centrados alrededor de las posiciones aéreas de los cuadrados polares, forman una serie de asociaciones matemáticas complejas al trazar sobre todo el planeta la estructura de rejilla fina de líneas a 7,5 minutos de intervalo.

El sistema de red se sintoniza armónicamente dentro de los campos de resonancia. En las zonas polares los valores geométricos de algunas de las coordenadas se duplican en las diagonales de los cuadrados polares, con todos sus armónicos asociados, y otros factores dinámicos, cuando el patrón se proyecta sobre un fondo plano. Una línea de fuerza traza su trayectoria en el campo electromagnético en patrón de rejilla, debido a la rotación del cuerpo planetario, un pequeño vórtice creado en los puntos donde las líneas de fuerza se cruzan entre sí en la forma de tal patrón.

Una ecuación que relaciona el campo electromagnético de la Tierra con líneas de fuerza magnética enroscadas y dispuestas en líneas muy juntas. Las enormes líneas de fuerza electromagnética solares que lo envuelven todo, entran al cuerpo planetario en los polos, y a continuación llevan a cabo un recorrido cerrado antes de disiparse en los polos opuestos. El flujo no se centra en uno u otro polo, pero si en ambos, y por fuera de los polos, aunque la intensidad de campo es sentido en forma desequilibrada en cada uno.

Cada vórtice se manifiesta como una estructura atómica que crea dentro de sí mismo un campo gravitatorio, que no es más que el efecto de movimiento relativo en el espacio. Los campos gravitacionales creados por la acción vortex de cada átomo se combinan para formar el campo completo del cuerpo planetario.

La rejilla planetaria es la red natural que se forma por el patrón entramado de las líneas de fuerza de enclavamiento. El desequilibrado campo contiene 1.257 líneas de fuerza por centímetro cuadrado en una dirección y en 1.850 en otra dirección. Ello resulta de la intensidad de campo en un área que tiene una relación armónica con los campos de espacio unificado, cuya intensidad de campo combina líneas de fuerza electromagnética que pueden ser armónicamente asociadas con la velocidad de la luz.

Como el armónico de la luz es fraccionadamente disminuido, la energía que se libera se convierte para formar la materia física, y las posibles combinaciones geométricas necesarias que permiten la resonancia en onda de enclavamiento.

La materia y la antimateria son formadas por los mismos movimientos de ondas en el espacio, que transcurren en un movimiento en espiral, y que alternativamente pasan a través de etapas positivas y negativas. La materia está formada a través de la etapa positiva, o pulso, y anti-materia a través del impulso negativo. Cada espiral de 360 °, forma un solo pulso.

El período de formación de anti-materia es completamente indetectable, ya que obviamente toda la materia física se manifiesta en la misma frecuencia del pulso, incluidos cualesquiera instrumentos o detectores utilizados para sondar las estructuras atómicas. La tasa de período o de frecuencia entre cada pulso de la materia física crea la medición que se llama tiempo, así como la velocidad de la luz, en la posición particular en el espacio percibido por la conciencia, en cualquier momento dado.

Un pulso de luz se manifiesta cuando el nivel de energía de la estructura atómica se ve alterada por las influencias externas. En el plano físico, el electrón de la estructura atómica parece saltar de su órbita. Pero es una ilusión obtenida, ya que no se puede percibir la trayectoria del electrón durante el ciclo de antimateria. Lo que realmente ocurre es que el radio de la espiral de movimiento aumenta o disminuye con el fin de absorber o liberar la energía impartida, o que se retira de la estructura atómica.

Si se imparte energía, a continuación, el electrón debe extender su órbita con el fin de mantener el equilibrio en el sistema, y viceversa. Luz, o cualquier otra energía radiante por encima o por debajo de la frecuencia de la luz, se manifiesta por cambios no detectables en el radio de la espiral de movimiento del electrón durante el ciclo de anti-materia.

Mediante la manipulación de la tasa de frecuencia del ciclo de la materia anti-materia, el tiempo y la velocidad de la luz pueden variar en proporción directa a cualquier valor deseado. Toda la evidencia matemática acumulada hasta el momento indica que el número máximo de elementos individuales que se encuentran en el universo es 144. Cada uno de estos elementos tiene, en teoría, seis isótopos que componen un cuadro completo de las sustancias separadas. Un isótopo es un átomo del mismo elemento que tiene una masa nuclear diferente y peso atómico específico. Matemáticamente, la progresión crearía 144 octavas de sustancias separadas que dan un valor teórico de 1152. La diferencia entre el número total de sustancias (1008) y el valor de armónicos en las octavas (1152) sería 144, el armónico de la luz.

Una vez que la precipitación de la materia física se ha producido, la acumulación de sustancias se realiza de acuerdo a una secuencia matemática muy bien ordenada. Ondas de luz forman intrincados patrones de rejilla de enclavamiento que se gradúan de lo simple a lo más complejo, del elemento de hidrógeno en el extremo inferior de la escala, al elemento 144, llegado a ser el caso.

A medida que la magnitud de la resonancia armónica se intensifica, los elementos más pesados se producen hasta llegar a un máximo de 144 elementos. El armónico de la luz es entonces igual y el ciclo se ha completado. Toda la serie es una repetición de octavas de formas de onda que cada vez forman estructuras más complejas.

El radio armónico se mantiene constante en toda la gama de elementos, y las órbitas de los electrones en todas las sustancias toman posiciones armónicamente espaciadas. En otras palabras, desplazando el punto decimal a la derecha o a la izquierda de este armónico básico, el radio orbital de todos los electrones se puede calcular. Esto se aplicaría la gama completa de 144 elementos y sus isótopos.

La realidad física, tal como percibida, se manifiesta por el enclavamiento concentrado de formas de ondas armónicas, que se construyen progresivamente a partir de una base de paquetes de onda fundamentales. El cuadrado del diámetro del átomo de hidrógeno es igual al armónico de la masa en el centro de un campo de luz. Este valor también se muestra en el ciclo de formación de los elementos debido a la introducción de neutrones en el núcleo atómico, siendo pues valores armónicos basados en el átomo de hidrógeno.

Los valores armónicos se acercan en las ecuaciones unificadas cuando la estructura atómica se acelera hacia la velocidad de la luz, y la masa de protones aumenta hacia el armónico. Si el nivel de energía se construye encima de este punto se alcanzará una condición en la que se induce un cambio en el estado físico. Es decir, el armónico se aproxima a la masa superficial de una estructura atómica, y un cambio se activa. Una conexión gravitacional con la masa que se hace evidente cuando la aceleración de la gravedad normal se convierte en equivalentes de cuadrícula de rejilla.

Existe en la Tierra una malla energética que lo abarca todo, líneas entrelazadas que se corresponden a puntos de fuga para un modelo geométrico en patrón de cuadrícula de coordenadas matemáticas que tienen relación armónica directa con la velocidad de la luz, la gravedad y la masa terrestre, en equilibrio de fuerzas causadas por las geometrías del espacio-tiempo de los procesos físicos.

Una correlación ante los principales fenómenos de cambio de estado físico, consecuencia de las interacciones en resonancia armónica de aquellas manifestaciones referidas como luz, gravedad y masa, y las fuerzas electro-magnéticas, calculadas en unidades geométricas o angulares que se expresan en valores de minutos de arco, logarítmicos, radianes, y trigonométricos, en sintonía armónica con el patrón geométrico del sistema.

Una ecuación de campo unificado armónico de patrón de tipo reticular, en áreas aproximadas de 30 minutos de arco orientación norte a sur, y 30 minutos orientación este a oeste, siendo estas áreas divisibles en dieciséis zonas más pequeñas de 7,5 minutos de arco, que establece la latitud y longitud donde las radiaciones armónicas que de ella emanan a su vez están causando efectos físicos en localizaciones específicas.




[1] También llamada taurón, es una partícula elemental masiva con una media vida cortísima, con el doble de masa de protón y 3.000 veces mayor a la del electrón.

[2] En física de partículas, el número bariónico es un tercio de quark menos los antiquarks del sistema.

[3] Es la resistencia de un cuerpo a cambiar su estado de movimiento.