Nada puede estar fuera de un Estado fusionado con los grandes poderes corporativos.
´Prácticamente puede conseguirse que cualquier idea sea aceptada si los médicos están a favor. El público estará dispuesto a aceptarla, porque el médico es una autoridad para la mayoría de las personas, independientemente de lo mucho que sepa o no sepa´. Edward Bernays.
Hablar de autoridad científica es explotar la fe popular. En el estado actual de comprensión del proceso científico usar la ciencia como autoridad es charlatanismo. El método científico es incompatible con el uso de la ciencia como autoridad pública. La ciencia vive de la autocorrección permanente; la única prueba a favor de alguna teoría o hecho suele ser la de nunca haber sido cuestionada; por eso la ciencia necesita tener flexibilidad de corto plazo; lo que un científico sostiene hoy bien puede ser corregido o negado mañana, o no es ciencia. Y eso significa no tener autoridad pública. No se pueden cambiar leyes y costumbres como se muda de teoría científica. La ciencia verdadera abdica de la autoridad pública, porque a veces tener autoridad intelectual es abdicar de la autoridad pública. Lo contrario es falta de tolerancia para con el estado de duda, porque todo en la ciencia es una verdad relativa. Por definición, no existe verdad definitiva en la ciencia. Si la ciencia es una actividad permenentemente autocrítica, nunca puede afirmar que cualquier conclusión es definitiva. Puede ser más cierta o menos incierta, pero va estar siempre en el campo de la verdad probable. Verdades absolutas sólo existen en el campo lógico abstracto, o sea, en el campo de la lógica y en el campo de la metafísica, como estructura de la posibilidad.
Lo único constante es el cambio, por eso el clima es uno los sistemas entrópicos mas complejos de la naturaleza. Es imposible vaticinar resultados en sistemas complejos. En el catastrofismo científico del estado corporativo se percibe con
claridad un mismo deleite para detallar las necesidades implacables a
las que desde ahora se verá sometida supervivencia del género humano. Los técnicos de la administración de las cosas y
cuestiones se apresuran en anunciar la mala nueva que hace por fin
ociosa cualquier disputa sobre el gobierno absoluto. El catastrofismo de
Estado es de manera descarada una infatigable propaganda en favor de la
centralización y apenas una versión más autoritariamente aplicada de
lo que ya existe.
CO2 = P veces S veces E veces C ó CO2 = P x S x E x C.
Donde P es
el número de habitantes del planeta, S el número medio de servicios por
persona, E la cantidad media de unidades de energía por servicio y C las
unidades medias de dióxido de carbono -CO2- emitidas por unidad de
servicios; CO2 es la cantidad de dióxido de carbono emitida por la
totalidad del planeta en un año. La ecuación es una evidente
falsificación que obvia la principal fuente natural de dióxido de
carbono, los océanos.
Además, cuando el agua es bombardeada por radiación ultravioleta en la atmósfera superior, se descompone en oxígeno e hidrógeno gaseosos. Este proceso eficiente llamado foto disociación, da lugar a la producción de grandes cantidades de oxígeno en un tiempo relativamente corto, y es probablemente una de las principales fuentes de oxígeno en la atmósfera. La capa de ozono - 3 moléculas de oxígeno unidas entre sí - alrededor de la Tierra consiste en una fina pero crítica franja de oxígeno gaseoso en la atmósfera superior, bloques de gas que protegen de los niveles mortales de la intensa radiación ultravioleta cósmica.
El cienticismo apegado a la última verdad de los hechos tácitos e incorruptibles, tiene enunciados y contenidos especulativos comprobables. Vitales intereses políticos del estado corporativo, impulsan las teorías del cambio climático de origen humano o antropogénico, y junto con el movimiento verde o ambientalista se han convertido en poderosas herramientas del Gobierno Mundial con el difuso lema 'ecología, economía y equidad', ya que el verdadero propósito del fraude científico es el control social aplicando la obediencia y la anulación del criterio propio.
El planeta ha pasado por cuestiones mucho peores que la abundancia de seres humanos. Ha soportado terremotos, erupciones volcánicas, grandes inundaciones e incendios, choques de placas tectónicas y derivas continentales, maremotos, erosión, tormentas solares, la inversión magnética de los polos, cientos de miles de años de bombardeo de cometas, asteroides y meteoros, rayos cósmicos, edades de hielo recurrentes, y hay quienes que todavía creen que la acción antropogénica autodestructiva hará la diferencia.
Argumentar
sobre el cambio climático es un error per se, ya que por antonomasia el
clima siempre está cambiando, no obstante a priori todos los
interesados ganen. Las empresas que facturan en verde y hacen ecología
publicitaria con el medio ambiente que contaminan a conciencia. Los
políticos que mantienen asustados y distraídos a sus votantes duros y
cautivos. Periodistas 'comprometidos' que difunden al público la cruda
verdad develada que es una mentira absoluta. Los gurús de la burocracia
climática que florecen cual mala hierba sobre el planeta en peligro. Los científicos a sueldo que hacen apología de su deshonestidad. Mientras tanto,
se recortan las libertades civiles que tan difícilmente la humanidad ha
ido obteniendo y se cocina otro gran fraude fiscal planetario.
La ley subyacente de la globalización corporativa es una disrupción que fomenta una idea extrema de la sociedad, cuyo principal valor a ser aceptado es el
ecologismo. Al crear un sentido de urgencia y el temor con respecto a la
degradación de la naturaleza, es fácil aprobar leyes que de otro modo
serían impopulares, para aumentar los impuestos por el bien del medio
ambiente y el cambio de enfoque de sus respectivas religiones por leyes
para el culto de la Tierra. Personas que se adhieren a esta
espiritualidad de la Nueva Era son más propensas a aceptar proyectos
polémicos como el control poblacional y la eugenesia. Cuando la
naturaleza es su religión, se ve la vida humana como la presencia de
parásitos y tienen más probabilidades de racionalizar la muerte de
grandes masas de población.
`El planeta es una bomba poblacional. Para fines del siglo veinte las
necesidades humanas superarán con creces los recursos naturales del
planeta. Inglaterra posiblemente dejará de existir como nación. La India
sufrirá un colapso económico y social irrecuperable y una hambruna
masiva barrerá el planeta, incluyendo los Estados Unidos. Es necesario
que reduzcamos la población humana a menos de mil millones de
habitantes. Nuestro número actual -6.000 millones- amenaza el sistema
ecológico que sostiene la vida. Para estabilizar la población mundial
tenemos que eliminar 350.000 personas cada día. En consecuencia, se
requiere que el Gobierno Mundial dirija sus políticas internas y
externas a la eliminación de entre dos mil y cuatro mil millones de
personas para el año 2030. La humanidad está hundiendo el planeta como
un virus.
Ninguna especie puede vivir más allá del umbral de
sostenibilidad de su entorno. Por eso, el condón, la píldora y el
dispositivo intrauterino (DIU) deberían ser símbolos del movimiento
ecologista tanto como lo es la bicicleta´. Manifiesto ecológico de la
llamada Iglesia de Todos los Mundos en su alegato en Naciones Unidas,
año 1992.
`¿Qué tal si un pequeño grupo de líderes concluyeran que el principal
riesgo para la Tierra proviene de las acciones de los países ricos? Y si
el mundo quiere sobrevivir, aquellos países ricos tendrían que firmar
un acuerdo para reducir su impacto en el medioambiente?. ¿Lo harían? La
conclusión del grupo es No. Los países ricos no lo harían. Jamás
cambiarán. Entonces para salvar al planeta el grupo decide: ¿No es la
única esperanza para el planeta que las civilizaciones industrializadas
colapsen?´ Maurice Strong, año 1992.
Reducir la Teoría del Cambio Climático, basada en una hipótesis
falsa, a una mera cuestión ecológica es una simpleza evidente. La
anticientífica teoría del calentamiento global por emisiones de dióxido
de carbono es ya una ideología global con un fuerte componente
propagandístico, político y económico, y apoyos públicos en las altas
esferas del poder real. Aunque es una ideología en si mismo
totalizadora, parece desestructurada, sujeta a numerosas e intrincadas
corruptelas y abierta a diferentes interpretaciones que pueden ser más o
menos radicales.
Por tanto, se puede afirmar que la teoría del cambio climático hacia
el calentamiento global permanente por emisión de dióxido de carbono o
CO2 es una estafa mundial, un fraude con el mayor éxito pseudo
científico que se conozca. Esto no es ciencia; aquí hay otros intereses
más profundos y obtusos. Primero, porque es una teoría convertida en
realidad por los políticos y bendecida por los medios de comunicación
dominantes. Segundo, porque dicha teoría ha tenido defensores con claros
e incontrastables intereses económicos, y detractores científicos
respetables que han sido sistemáticamente vetados y amenazados durante
años.
La iglesia de la Calientología es un asunto de fe[1] y un ecotimo que
no tiene nada que ver con la Ciencia. Resulta de una postura oficial y
extendida como verdad infinita por ecologistas, políticos, funcionarios
de toda clase e investigadores enquistados que han transformado un
negocio corporativo[2] en una religión en la que se está con ella o
contra ella. La mayoría de argumentos son superchería pseudocientífica y
están politizados por quienes viven de demostrar que habrá un
apocalipsis de origen antropogénico debido a la emisión de dióxido de carbono
a la atmósfera. Los científicos que investigan el cambio climático
tienen un alto componente de fanatismo comercial, dogma de fe de una
progresía políticamente correcta. La distorsión de los conocimientos
científicos con fines político partidistas es evidente.
La teoría del Cambio Climático es apenas ciencia ficción porque obvia
el método científico, ya que sólo se sustenta en la autoridad
intelectual y curricular de los investigadores de turno. Sus portavoces
más cualificados usan la retórica científica para hacer proselitismo
orientado a una opinión pública lega que acepta la revelación de manera
acrítica, lo que a su vez convierte a estas masas humanas manipulables
en creadoras de más “pensamiento científico” sobre el que se insertan
nuevas hipótesis al respecto. De hecho existen miles de millones de
dólares involucrados, por no hablar de la fama y la gloria,
departamentos enteros podrían perderse millones de dólares al año si
saliera a la luz la verdad y les estallara en las manos la burbuja del
calentamiento global.
La teoría del Cambio Climático surge como una desviación de las
teorías ecologistas tradicionales, que se enfocaban en la polución
ambiental antropogénica como elemento destructivo a mediano y largo
plazos, mientras los teóricos del cambio climático aseguran haber
hallado la causa misma de la auto destrucción del planeta a corto plazo
en la producción de dióxido de carbono debido al consumo masivo de
combustibles fósiles, y en obvia consecuencia a la masiva respiración
humana y animal, que tiene al CO2 como producto final de la exhalación
celular metabólica.
Muchos de los mismos científicos y medios de comunicación que durante
toda la década de los años setenta y parte de los años ochenta,
defendían la apocalíptica teoría de enfriamiento global -global
cooling-, actualmente defienden la teoría completamente opuesta, la del
calentamiento global, pero con los mismos fines: alarmar a la población
mundial con el objetivo de obtener el consenso suficiente, para que las
potencias occidentales se puedan arrogar el privilegio de controlar y
gestionar a su antojo todos los recursos energéticos vitales del
planeta.
Stephen Schneider, uno de los más influyentes miembros del Panel
Intergubernamental sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas -IPCC- y
uno de los principales apologistas actuales del calentamiento global,
en 1971 publicó un artículo científico en el que advertía, entre otras
cosas, que la concentración de aerosoles podía provocar una edad del
hielo inminente. Schneider por entonces también publicó el libro ´The
genesis strategy´, en el que desarrolla básicamente los siguientes
temas: a) que la Tierra se estaba enfriando al hasta el punto que una
nueva edad del hielo era inminente; b) que la culpa de ese enfriamiento
era humana; c) que ese enfriamiento provocaría todo tipo de catástrofes
naturales; d) que todo aquello estaba científicamente demostrado; e) que
quienes no estaba de acuerdo era porque estaba a favor de oscuros
intereses.
También publicaciones como el New York Time, Time Magazine o
Newsweek, alarmaban en los años setenta, con el advenimiento de una
nueva glaciación, unos medio de prensa que hoy en día, con el mismo tono
alarmista, defienden todo lo contrario y que desde 1895 han anunciado
cuatro cambios climáticos en diferentes sentidos.
´Los signos del posible comienzo de la glaciación están en todas
partes, desde la inesperada persistencia y grosor del hielo que rodea
Islandia hasta la migración del Medio Oeste hacia el sur del armadillo,
amante del calor. Desde 1940 la temperatura ha bajado 2.7 grados. Aunque
esta cifra en una estimación, está confirmado por otros datos
convincentes. Time Megazine, 1972.
Por su parte Newsweek Magazine publicó en 1975 el artículo ´El mundo
que se enfría´ en que afirma que los expertos climáticos ´están
pesimistas, que los líderes políticos tomaran acción positiva para
compensar el cambio´, como por ejemplo mandar a derretir los polos para
contrarrestar el congelamiento global.
´Un reciente estudio del hielo en Groenlandia muestra que hace 89.500
años una catástrofe mudó el clima hacia una edad del hielo. Lo
científicos temen lo mismo ahora´. New York Times, febrero 5 de 1972.
´Un equipo internacional de especialistas no ve el final a una tendencia
continua de enfriamiento que comenzó hace 30 años´. New York Times,
febrero 22 de 1976.
Un estudio de series históricas de las temperaturas del planeta
señala por ejemplo, que el clima se mueve en ciclos de entre 30 y 50
años, sin guardar ninguna relación con los niveles de CO2 en la
atmósfera, como demuestra el periodo de calentamiento vivido entre 1800 y
1850, época en la que por obvias razones el CO2 de origen antropogénico
era prácticamente nulo. Un periodo climático específico se inicio en
1975 alcanzado su cénit de calentamiento alrededor del año 2000, momento
a partir del cual las temperaturas mundiales han estado en retroceso.
Estas variaciones no tienen cualquier relación con los niveles de CO2 en
la atmósfera.
Aunque la verdadera prioridad asumida con tan improbable teoría sea
dejar atrás la revolución industrial basada en la extracción de recursos
petroleros, porque al parecer sus mentalizadores creen que el colapso
de las civilizaciones industriales es la única esperanza para un planeta
dominado a futuro por una élite minarquista de tecnócratas y banqueros
cuyo derecho divino a gobernar el mundo, por alguna razón oculta para el
común de la gente, resulta ser incuestionable.
El costo de penalizar económicamente el uso de la energía es la
desindustralización efectiva de los países en desarrollo, y significa
devolver al campo a millones de personas en un nada bucólico camino sin
retorno hacia la ruina eugenésica e improductiva. Detrás de la romántica
idea de un planeta verde y sustentable, subyace la pretensión
neomalthusiana que en nuestro mundo sobran al menos tres cuartas partes
de la humanidad viviente.
En definitiva, el origen humano del cambio climático es solo una
hipótesis a ser probada, pero el negocio que se ha montado en torno al
tema y los intereses políticos y geopolíticos son completamente reales,
algo que se define como una ingeniería social que justifica enormes
intereses. La Bolsa del Clima de Chicago –CCX- tiene lazos directos con
el principal promotor de la mentira del cambio climático, el ex
vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore. La sociedad de
inversiones de su propiedad, General Investment Management, vende
oportunidades de compensación del comercio de la huella de carbono. Su
actual pretensión de ampliar el enfoque sobre los responsables del falaz
efecto invernadero al metano, deja la puerta abierta para un futuro
impuesto sobre el ganado, los productos lácteos y cárnicos.
Las marcas `verde`, `ecológico`, `sostenible` son apenas eso, marcas
comerciales. El cambio climático no es el problema latente, pero si lo
es la contaminación a gran escala de los océanos sobre explotados con la
pesca de arrastre dirigida por satélite y también convertidos en
vertederos industriales, el uso del suelo agrícola para la siembra de
biocombustibles, la polución química de las fuentes de agua potable y la
deforestación masiva de los bosques tropicales y subtropicales.
Meteorología y climatología son dos cuestiones diferentes. La primera
resuelve las ecuaciones de movimiento y continuidad a pequeñas escalas
–kilómetros- que son no lineales y resultan de difícil predicción. La
segunda trata de resolver la ecuación de la energía a escalas globales
para determinar los flujos de calor en la atmósfera. Esto último es
mucho más fiable. El problema viene porque al resolver la ecuación de la
energía se debe tener conocimiento de las reacciones químicas de la
atmósfera y de su interacción con la luz solar. Estas ecuaciones son
aproximadas y no se conocen completas.
Los problemas oceánicos encontrados antes a baja escala son ahora
pandémicos. Los datos de la oceanografía, la biología marina,
meteorología, ciencia de la pesquería y el estudio de los glaciales
revelan que los mares están cambiando de manera ominosa. En realidad
existe un solo océano, con sus corrientes uniéndose en los mares y
regulando el clima. La temperatura del mar y su química cambia al ritmo
de la contaminación y las prácticas temerarias de pesca, entrelazándose
para poner en peligro la fuente común de vida más grande del mundo.
En 1997 se firmó el llamado protocolo de Kyoto del Convenio Marco
sobre el Cambio Climático al amparo de la Organización de las Naciones
Unidas –ONU- y su oficina especializada o Panel Intergubernamental sobre
el Cambio Climático –IPCC-, que entró en vigor el 16 de febrero de
2005, después que 55 naciones que suman el 60% de la emisión de gases de
efecto invernadero lo ratificaran. El objetivo del Protocolo de Kioto
es reducir un 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero globales
sobre los niveles de 1990 para el periodo 2008-2012. Contiene objetivos
legalmente obligatorios para que los países industrializados reduzcan
las emisiones de seis gases contaminantes: dióxido de carbono (CO2),
metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC),
perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6), estos tres
últimos gases industriales fluorados.
Evidentemente el núcleo central de dicho protocolo es regular la
actividad industrial, para lo cual se acordó reglamentar la producción
mediante lo que se denomina Comercio Internacional de Emisiones,
operaciones de compra y venta de créditos -ERUs y CREs- entre países en
desarrollo y/o países desarrollados para cumplir con los compromisos
adquiridos en el marco del Convenio de Kyoto, a fin de reducir emisiones
y, al mismo tiempo, comercializar los créditos excedentes de esas
emisiones entre los países firmantes.
En teoría tiene por objeto ayudar a los Estados miembros a cumplir
sus compromisos de limitación o reducción de las emisiones de gases
contaminantes de una manera rentable. Las grandes empresas que
participan en este régimen de comercio de derechos de emisión pueden
comprar o vender con ventajas, dedicatoria y un mínimo de costos estos
derechos de emisión de carbono cual moneda de cambio. La imposición de
un límite máximo respecto al número total de derechos es lo que crea
escasez en el mercado.
En la actualidad los Estados miembros elaboran,
en relación a cada período de comercio con arreglo al régimen acordado,
Planes Nacionales de Asignación -PNA-, en los que se fijan el nivel
total de emisiones en el comercio de derechos de emisión y en el número
de derechos de emisión asignado a cada instalación en su territorio. Al
final de cada año, las instalaciones tienen que pagar por una cantidad
de derechos equivalentes a sus emisiones.
La empresas cuyas emisiones se sitúan debajo del nivel de derechos
pueden vender los derechos que les sobran. Las que tienen dificultades
para mantener sus emisiones al nivel de sus derechos pueden optar, bien
por tomar medidas para reducir sus propias emisiones, como, por ejemplo,
invertir en tecnologías más eficientes o utilizar fuentes de energía
con menos emisiones de carbono, ora por comprar en el mercado derechos
suplementarios, o bien por una combinación de ambas opciones, y de ese
modo, las emisiones se reducirían ahí donde es más rentable hacerlo.
En una primera fase se consiguió establecer el libre comercio de
derechos de emisión al crear una infraestructura necesaria y desarrollar
un mercado dinámico de carbono. Los beneficios de la primera fase desde
el punto de vista medioambiental fueron muy limitados debido a que
algunos Estados y a ciertos sectores se les asignaron demasiados
derechos de emisión, principalmente a causa de que se hicieron
proyecciones nada realistas.
Cuando la publicación de los datos sobre las emisiones verificadas
del año 2005 puso de manifiesto que se habían asignado un exceso de
derechos, el mercado reaccionó como cabía de esperar en una bolsa de
comercio, es decir, reduciendo el precio de mercado de los derechos de
emisión. En una segunda fase se buscó reducir los derechos de emisión
nacionales para subir artificiosamente el precio de tales derechos sin
cualquier intención de disminuir la contaminación del medio ambiente. Se
pusieron así de manifiesto las enormes diferencias existentes entre los
métodos de asignación de derechos de emisión de los países
industrializados hacia las instalaciones de las grandes empresas que
pudieran amenazar la competencia leal al interior del mercado de
emisiones, lo que significa cumplir requisitos en materia de medición,
seguimiento, verificación y notificación de dichas emisiones de carbono.
Las más importantes fueron asignadas al sector de generación
eléctrica, la industria siderúrgica, las refinerías, la extracción de
crudo y las industrias de cemento, química y papel. Resultado: los
certificados de reducción de emisiones para el desarrollo limpio
constituyen otro jugoso filón de mercado para la especulación
financiera, que someterá a las naciones en desarrollo a condiciones
adversas que afectarán su progreso industrial.
Peor aún, el gobierno federal estadounidense tiene en espera un
proyecto de ley del carbono, en realidad una regulación fiscal
draconiana, conocida como impuesto nacional de energía, con la que
pretende tasar de manera selectiva cualquier consumo que emita dióxido
de carbono por ínfimo y casero que sea, con el pretexto del
calentamiento global y la protección del medio ambiente. Al extender
dicha legislación al mundo, los movimientos ecologistas pasarán a ser la
forma más eficaz de evitar que los países en desarrollo progresen.
Este es el preámbulo político y financiero sin base científica pero
que nos sitúa ante una pretensiosa y falsa interpretación antropogénica
en la variación climática y su acción sobre la vida en el planeta, más
aún cuando se culpa de un efecto invernadero anómalo al dióxido de
carbono o CO2, un gas esencial para vida que apenas tiene una baja
concentración en la biósfera, de por si inocua para los seres vivos, y
prácticamente no representativa en el fenómeno natural del efecto
invernadero. Sólo el sol es capaz de alterar constante y cíclicamente la
temperatura terrestre y por ende afectar el clima. Mientras mayor la
diferencia de temperatura entre los polos y los trópicos, mayor
variación climática. Mientras más emisiones magnéticas solares visibles
en su superficie como manchas, más calor en la atmósfera solar en la que
está envuelta la Tierra y por ende más calor en todo el planeta, y
viceversa.
El principal gas de efecto invernadero es el agua, la nubosidad, y la
gran masa de los océanos la fuente más importante de dióxido de
carbono, tanto como captador y receptor de dicho gas, en relación lenta e
inversa a la temperatura del planeta, con aumento de las emisiones
naturales de dióxido de carbono por los océanos cuando hay calentamiento
por acción solar, y captación natural de dióxido de carbono cuando
existe un enfriamiento por la merma de tal acción del sol.
En diciembre de 2009, se efectuó con auspicio de la Organización de
las Naciones Unidas -ONU- y su inefable Panel Intergubernamental para el
Cambio Climático -IPCC-, la Cumbre de Copenhague, Dinamarca, con la
participación de 110 jefes de Estado, delegaciones oficiales,
organizaciones no gubernamentales de las más diversas tendencias,
académicos e investigadores. Se discutió con pocos avances la creación
de un organismo ejecutivo mundial, lo que podría ser la ya llamada
Agencia Mundial del Medio Ambiente, adscrita a la ONU, con más poderes
que las misma Asamblea General, por la cesión se soberanía nacional que
el pretendido acuerdo intenta promover entre todos los países miembros.
Esta es la segunda vez que una organización compuesta de expertos
designados por los Estados es creada en el seno de la ONU para
pontificar de Ciencia. La primera experiencia de este tipo de
organización fue el Centro de Cooperación Internacional para la falla
informática del Año 2000, IY2KCC. Propuesta por el senador republicano
Bob Bennett, la idea que los programas informáticos –software- tendrían
un fallo en el año 2000 comenzó a circular, sobre todo las dramáticas
implicaciones que esto engendraría en los mercados financieros, en una
época donde las transacciones de las Bolsas de Valores de los
principales mercados están sincronizadas por programas informáticos que
reaccionan al milésimo de segundo.
Pronto la Federal Financial Institutions Examination Council –FFIEC-,
que reagrupa las diferentes instancias federales de Estados Unidos que
regulan y controlan los mercados financieros, decidió de armonizar sus
sistemas informáticos en vista de afrontar la falla informática del año
2000. En noviembre de 1997, Bob Bennett y su colega demócrata
Christopher Dodd lograron presentar y luego aprobar en el Congreso el
Computer Remediation and Shareholder Protection Act, o ley sobre la
reparación de computadoras y la protección de accionarios de la bolsa de
valores, la también denominada Crash Protection Act. El poder
ejecutivo, a través del vicepresidente Al Gore, se apodera oficialmente
del caso e instala en la Casa Blanca un Consejo Presidencial para la
falla del año 2000, el President’s Y2K Conversion Council.
El Consejo de la Casa Blanca maniobró eficazmente para sensibilizar
al Consejo Económico y Social de Naciones Unidas sobre el problema de la
falla informática del 2000, hasta que este, por intermedio de su
presidente de turno, el embajador de Pakistán, Ahmed Kamal, y siempre
con el auspicio encubierto de los Estados Unidos, interpuso al respecto
una moción luego aprobada ante la Asamblea General de las Naciones
Unidas. El asunto se vio facilitado con la creación, a iniciativa de la
Casa Blanca, de un fondo especial del Banco Mundial para financiar y
entregar subvenciones económicas destinadas a modernizar los sistemas
informáticos de los países miembros de la ONU a fin de afrontar el
defecto de software del año 2000. El éxito del IY2KCC fue tal, que en
definitiva 170 países adhirieron a la propuesta norteamericana. Cada uno
designó sus expertos, cada delegación recogió los copiosos subsidios en
dinero del Banco Mundial[3]. La Asamblea de la Organización de Naciones
Unidas sobre el IY2KCC concluyó con un consenso general sobre el
peligro del fallo informático del milenio.
Por tanto queda claro que un consenso de personalidades científicas
en el seno de una Asamblea política como la ONU, es solo un consenso de
intereses políticos y no tiene nada que ver con la ciencia. Resultado:
el primero de enero de 2000, fue obvio saber que la tal falla
informática era una completa estafa, una farsa minuciosamente montada y
preparada. La cuestión de la falla de software del 2000 permitió a
Washington imponer y uniformizar mundialmente los programas informáticos
y así crear una red global de comunicación entre Estados y países que
domina al completo. Esta armonización hizo que los Estados Unidos
impongan sus propios programas informáticos y apalancó la fortuna de la
Microsoft. Todos los programas fueron validados por la National Security
Agency –NSA-, es decir, son permeables a cualquier intrusión o
piratería de los servicios secretos estadounidenses.
El mundialmente difundido documental de Al Gore sobre el supuesto
cambio climático que sufre el planeta, titulado Una Verdad Incómoda,
podría servir perfectamente para describir los entresijos de corruptelas
que subyacen en el seno del IPCC. El Panel Intergubernamental
constituye el principal grupo de expertos que, bajo el paraguas de
Naciones Unidas, desarrolla los informes climáticos que sirven de
referencia a administraciones públicas y grupos ecologistas para
mantener, ante la opinión pública internacional, que el mundo se
enfrenta a un calentamiento global de dimensiones catastróficas debido a
la emisión de gases de efecto invernadero. Y ello, cómo no, por culpa
del ser humano y del desarrollo económico.
Sin embargo, el origen antropogénico del cambio climático no sólo
es puesto en duda por un pequeño e irrelevante número de
pseudocientíficos escépticos, que actuán bajo la tutela y servidumbre de
las grandes petroleras, tal y como suelen argumentar los defensores del
calentamiento global. El número de expertos y climatólogos que
cuestiona la validez de dicha teoría es cada vez mayor. De hecho,
incluso alguno de los miembros que han formado parte IPCC -ganador del
premio Nobel de la Paz en 2007- denuncia que su trabajo es esencialmente
corrupto, abogando incluso por su abolición.
Entre los años 1979 y 1990, la ultra conservadora primer ministro
británico Margaret Thatcher, fue quien aprovechó las predicciones
alarmistas sobre el cambio climático para ejecutar su política nuclear y
librarse de la presión de los países exportadores de petróleo, y al
mismo tiempo debilitar a los sindicatos del carbón, que tenían mucha
fuerza en aquel momento, dando a elegir entre dos opciones, o
nuclearizar el país a pesar de las objecciones sociales que dicha
política conlleva, o afrontar los desastres de las emisiones a la
atmósfera del dióxido de carbono proveniente de los combustibles fósiles
y del carbón. Fue el gobierno conservador de Margaret Thatcher el
impulsador del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático,
fundamental en la creación del paradigma científico sobre la evolución
del clima con capacidad catastrófica, así como del Centro de
Investigaciones Climáticas de Hadley, al que facilitó fondos ilimitados
para poner en el centro del debate político una disciplina, la
climatología, hasta ese momento secundaria, con el fin de servir a sus
intereses políticos.
El IPCC se ha distinguido por proporcionar pruebas de que el clima de
la Tierra ha sido dañado por los cambios que han originado las
concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero. Sin
embargo, esta afirmación es falsa porque las evidencias científicas han
sido distorsionadas e hiladas para apoyar una campaña mundial con el
objetivo de limitar las emisiones de ciertos gases comunes en la
atmósfera, y carecen en absoluto de base científica.
El Panel Intergubernamental para el Cambio Climático está formado por
un grupo de funcionarios, burócratas y científicos dependientes -no
independientes como argumentan los medios de comunicación y los grupos
ecologistas- que son seleccionados por los propios gobiernos en función
de su posicionamiento favorable a la tesis del calentamiento global. La
teoría del cambio climático es un arma para emprender una campaña
destinada a depauperar el mundo, y es que, los sucesivos informes del
IPCC -existen cuatro hasta el momento- han sido empleados con el fin de
implementar crecientes restricciones a la actividad económica.
Además, los informes del IPCC contienen una cláusula de exención de
responsabilidad, que reza lo siguiente: El término `cambio climático`
por parte del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, se
refiere a cualquier cambio que registre el clima del planeta en el
tiempo, ya sea debido a causas naturales o como resultado de la
actividad humana. Sin embargo, tan sólo los gases de efecto invernadero
están autorizados a `cambiar el clima`, mientras los procesos naturales
son percibidos como meras `variables` que, en la práctica, carecen de
relevancia científica.
Los capítulos y contenidos de cada informe del IPCC se organizan de
tal modo que promueven la idea de que el cambio climático es causado por
el aumento de gases de efecto invernadero, las observaciones sobre la
evolución real del clima son, o bien ocultas, o bien suavizadas y
filtradas. Los datos científicos contradicen los modelos de predicción
que contienen los diferentes informes, y por ello, han sido modificados u
ocultados en los trabajos posteriores, por ejemplo, los modelos
climáticos que contenía el Primer Informe de 1990, exageraron las
predicciones de la temperatura actual.
Los escenarios climáticos que elaboran los científicos no son
predicciones de futuro y no deben utilizarse como tales, según advierten
los propios documentos internos del Panel Intergubernamental para el
Cambio Climático -IPCC-. Pese a ello, aunque los autores de los trabajos
declaran que dichas hipótesis no deben ser tomadas como previsiones,
tales advertencias han sido sistemáticamente ignoradas por los
políticos, los medios de comunicación y los gobiernos, sin una sola
protesta oficial por parte de cualquier miembro del IPCC. Los métodos de
`evaluación` climática, que no `validación`, elaborados por el IPCC no
son cotejados ni comprobados mediante métodos científicos fiables. La
mayoría de los expertos dependen financieramente de la aceptación de los
modelos, por lo que sus opiniones se ven afectadas por un claro
conflicto de intereses.
Desde 1995, el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático
siempre hace `proyecciones`, nunca `predicciones`. El propio Panel
admite que de algún modo sus modelos no son en absoluto adecuados para
predecir el clima en un futuro cercano. Está demostrado, que algunos de
los borradores del IPCC, fueron parcialmente modificados en la redacción
final de los informes, al suprimir aquellas conclusiones que
cuestionaban el origen antropogénico del calentamiento global. Las
opiniones contrarias a la tesis del dióxido de carbono como causante del
cambio climático han sido `eliminadas`. El informe del IPCC de 2007,
tanto el resumen político como el técnico, fue cocinado exclusivamente
por los representantes afines a los gobiernos promotores de la tesis,
aun cuando durante los últimos diez años ninguna emisión de dióxido de
carbono u otros gases de efecto invernadero haya alterado el clima.
Tarde o temprano el mundo se dará cuenta que esta organización, y la
teoría que existe tras ella, es falsa, pero para entonces su influencia
política y mediática habrá provocado ya graves perturbaciones
económicas.
En conclusión, no existe una relación causa-efecto entre el
incremento de dióxido de carbono y las temperaturas. Los dramáticos y
amenazantes cambios medio ambientales son el resultados de modelos
basados en el incremento de dióxido de carbono en la atmósfera. Sin
embargo esta hipótesis carece de consistencia científica, dado que al
comparar las últimas series históricas con los datos, se desprende que
el dióxido de carbono no tiene relación alguna con el cambio climático.
Los cambios térmicos obedecen a otros factores distintos del incremento
de dióxido de carbono.
El consumo antropogénico de combustible fósil y las emisiones
atmosféricas de éste, no muestran relación alguna con los cambios de
temperatura incluso tomando como referencia series históricas de bases
interanuales. La ausencia de relación inmediata entre el dióxido de
carbono y la temperatura demuestra que existe algún mecanismo de
reabsorción. Paradójicamente a diferencia del incremento de dióxido de
carbono, se advierte un incremento del vapor de agua en la atmósfera que
sí varía en función de los cambios de temperatura incluso a nivel
mensual. El incremento de la energía asociada a la absorción del vapor
de agua reduce la radiación solar saliente y se amplifica regionalmente
de forma no generalizada de manera diferente y en distintas partes del
planeta.
Por tanto carece sentido científico hablar de calentamiento global de
origen antropogénico por dióxido de carbono. Sus argumentos se basan en
instrumentos manejables que permiten, gracias a parámetros externos
aleatorios, establecer datos de observación y escenários de catástrofe
con un potencial de ejecución política máxima.
Es la prueba fehaciente que una simple creencia infundada puede
convertirse en teoría científica de aceptación general y en un dogma de
fe, a través de una pantalla propagandística con literatura de
referencia, encuentros planificados por comités de organizaciones
científicas, y mediante la distribución de fondos controlados por
`clubes de opinión`. Un tipo de fe que puede ser tan irracional si se
deposita en un dogma `científico` como en uno religioso. En ese punto la
razón no es incompatible con la fe sino complementaria, es el punto
donde se escoge qué creer o en qué tener fe.
Habiendo fracasado con el falso alarmismo del aumento en el nivel del
mar, de tormentas mundiales, la superpoblación y una miríada de otros
engaños apocalípticos fabricados, los ´profetas´ del calentamiento
global han inventado ahora una nueva amenaza para tratar de persuadir a
la gente de pagar impuestos sobre las emisiones de carbono y crear una
sociedad global altamente regulada. Se trata de vengativos ecologistas
extraterrestres que vigilan el planeta Tierra desde el espacio exterior,
y que podrían efectuar un ataque preventivo a fin de proteger a otras
´civilizaciones´ de galaxias cercanas, según afirma un nuevo estudio
realizado por investigadores de la División de Ciencias Planetarias de
la NASA, en julio del año 2011.
´Estos escenarios nos dan la razón para limitar nuestro crecimiento y
reducir el impacto en los ecosistemas globales. Sería particularmente
importante para nosotros limitar las emisiones de gases de efecto
invernadero, ya que la composición atmosférica se puede observar desde
otros planetas´, escriben los autores.
El urbanismo es esa toma de posesión del medio ambiente natural y
humano por el capitalismo que desarrollándose lógicamente como
dominación absoluta, puede y debe rehacer ahora la totalidad del espacio
como su propio decorado. Es una fórmula simple que consiste en cambiar
ciertos detalles para que lo esencial siga siendo igual, en un monopolio
de la apariencia donde el dominio del lenguaje es siempre ajeno,
subjetivo y mercantil.
La estrategia de generación de inmensas poblaciones desarraigadas de
sus predios rurales y recursos productivos precarios, socava la fuerza
dinámica de la reforma agraria, determina una concentración forzada de
millones de refugiados en la periferia de las ciudades, y sienta las
bases para el desarrollo de una economía capitalista incipiente y de por
sí inflacionária, por supuesto dependiente de las corporaciones de los
Estados centrales.
Los límites inconcebibles de la GeoIngeniería.
Aunque la
antropogénesis climática tal como está planteada resulte una
falsificación científica, la realidad deliberadamente encubierta al
respecto es muy diferente. Por ejemplo y entre otras aplicaciones, el
clima mundial si puede ser cambiado de manera artificial mediante la
transmisión de señales de radio relativamente pequeñas hacia la
magnetósfera -cinturón de Van Alllen-, aquel campo radiactivo que la
administración Nixon aseguró haber cruzado hacia su alunizaje ficticio.
Por resonancia, pequeñas señales activadoras pueden controlar y dirigir
hacia allá enormes cantidades de energía.
El nombre de Técnicas de Modificación Ambiental o Guerra del Medio
Ambiente para uso militar o de cualquier otro tipo, se refiere a
recursos utilizados para cambiar, a través de la manipulación deliberada
de los procesos naturales, la dinámica, composición o estructura del
planeta, incluyendo su biota, litosfera, hidrosfera y atmósfera o del
espacio ultra terrestre. Se define también como la modificación
intencional o la manipulación de la ecología natural, el clima, los
sistemas de terrestres tales como la ionosfera, la magnetosfera, las
placas tectónicas y/o de los eventos sísmicos, para causar una
destrucción física intencionada, económica y psicosocial de previstos
objetivos geofísicos o poblacionales, como parte de una guerra táctica o
estratégica.
El uso de la modificación del clima como arma de guerra es en
definitiva un intolerable mal uso de la ciencia. La participación de los
científicos en el gobierno es un tema de enorme impacto mundial. Sin
que por ello todo gobierno visionario en su intento de fortalecer la
aplicación del método científico para la solución de los problemas
generales de la política y la estrategia, haya de buscar mecanismos por
los cuales obtenga mayor destreza en la reserva de talento científico y
tecnológico entre la comunidad académica.
La modificación del clima ofrece a los ejércitos en guerra una amplia
gama de posibles opciones para derrotar o coaccionar al enemigo, y
forma parte de la seguridad nacional e internacional. Tecnología que al
ser usada unilateralmente podría tener aplicaciones ofensivas y
defensivas, e incluso fines disuasivos.
La capacidad de generar precipitaciones de lluvia, niebla y
tormentas, o de modificar el clima del espacio y la producción de climas
artificiales, es parte de un conjunto integrado de tecnologías
militares avanzadas, y en el caso de los Estados Unidos resulta un
apéndice de la Iniciativa de Defensa Estratégica o Guerra de las
Galaxias del Pentágono.
Durante la segunda guerra mundial, investigadores neo-zelandeses
intentaron elaborar una máquina para provocar tsunamis o maremotos que
podrían ser utilizados contra el Japón. Los trabajos fueron dirigidos
por el científico australiano Thomas Leech de la universidad de
Auckland, Nueva Zelandia, y el proyecto llevaba el nombre código de
`Projet Seal`. Numerosas experiencias exitosas fueron llevadas a cabo
entre los años 1944 y 1945 en Whangaparaoa. Los Estados Unidos conocían
de este prometedor programa y en ese sentido nombraron al doctor Karl T.
Compton para que haga la conexión entre las dos unidades de
investigación. Compton era el presidente del MIT[4] y asesor directo del
presidente Harry Truman sobre el proyecto de la bomba atómica.
Los trabajos de Thomas Leech fueron reconocidos y continuados durante
la Guerra Fría. El Proyecto Seal siempre fue un secreto militar, lo que
posteriormente los servicios de Estados Unidos se encargaron de hacer
creer que estas investigaciones nunca existieron y que todo esto no era
más que un señuelo para impresionar a los soviéticos. Sin embargo, la
veracidad de los ensayos de Leech ha sido comprobada y establecida en
1999, cuando una parte de la documentación fue desclasificada por el
ministerio de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda. Oficialmente los
estudios han sido retomados en la actualidad por la universidad de
Waikato.
La Operación ´Popeye´, desarrollada por Estados Unidos entre el 20 de
marzo de 1967 hasta el 5 julio de 1972, se puede considerar como el
primer uso sistemático y hostil conocido en la historia de técnicas de
modificación ambiental en el marco de la guerra de Vietnam. Fue un
proyecto aprobado por el Departamento de Estado y por el Departamento de
Defensa estadounidense, para modificar el medio ambiente como arma de
guerra de la actividad geofísica. Su objetivo era prolongar la duración
de la estación de monzón sobre Laos, concretamente en el territorio por
el cual discurría la ruta Ho Chi Minh, un trayecto logístico controlado
por la República Democrática de Vietnam -Vietnam del Norte- que cruzando
territorios de Laos y Camboya, llegaba a la República de Vietnam
-Vietnam del Sur-, y proporcionaba mano de obra y material de guerra a
las fuerzas armadas de Vietnam del Norte. Para dificultar el tráfico de
suministros que aportaba esa ruta, la Escuadrilla de Reconocimiento
Meteorológico del ejército de Estados Unidos, sembró el cielo con yoduro
de plata para que el periodo de lluvias aumentara un promedio de 30 a
45 días. En total se realizaron 2.600 misiones a un costo de 22 millones
de dólares. Se pretendía y consiguió que la lluvias provocaran
desprendimientos sobre las calzadas, los ríos se desbordaran y que el
terreno quedara impracticable para el tránsito de camiones.
El sistema HAARP[5] –Programa de Investigación de Aurora Activa de
Alta Frecuencia- es definido como una herramienta para el estudio de la
física ionosférica y la radio-ciencia. Compuesto por una especie medula
espinal de doce patentes, se basa en la teoría de la resonancia de
Nikola Tesla[6]. El objetivo de este programa sería el avanzar en el
conocimiento de las propiedades físicas y eléctricas de la ionosfera
terrestre que pueden afectar las telecomunicaciones y los sistemas de
navegación civiles y militares. HAARP es un emisor de ondas
electromagnéticas concebido para funcionar en frecuencias entre 2,5 a 7
Mhz[7], que estimula la atmósfera[8] con ondas de radio que recorren
grandes distancias a través de la atmósfera inferior y penetran
profundamente en la superficie de la Tierra, usando para el efecto un
equipo de transmisión de alta frecuencia –HF- y un conjunto de 180
antenas, que transmiten estas potentes ondas electromagnéticas que se
reflejan en la ionosfera para alcanzar grandes distancias. Desarrollada
como una suerte de tomografía para la prospección del subsuelo en busca
de materias primas y recursos estratégicos, su alcance incluiría activar
un sistema de radares `más allá del horizonte`, o eliminar las
comunicaciones en un área muy extensa sin afectar a los propias. Este
pulso provoca fluctuaciones en la ionosfera que la convierten en emisora
de frecuencias muy bajas, entre 40 hertzios y una millonésima de
hertzio.
Método y equipos para cambiar una región de la atmósfera, ionosfera
y/o magnetósfera, el mayor calefactor ionosférico jamás construido y un
invento que bien podría controlar el clima. La radiación de
radiofrecuencias –RF- se concentra y enfoca en un punto de la ionosfera,
consiguiendo proyectar una cantidad de energía sin precedentes, que
puede alcanzar hasta los 10 Gigavatios[9]. Las microondas, según las
variaciones de su intensidad, tienen diversos efectos biológicos. Las
microondas de alta intensidad causan un efecto térmico que destruye las
células vivas, en grandes masas de agua o en cualquier objeto o ser vivo
que contenga este elemento vital. Las microondas de intensidad media,
causan el efecto no-térmico, que perturba la comunicación intercelular y
neuronal de manera irreversible. El estar expuesto a microondas de
intensidad baja por largo espacio de tiempo, causa `electro-estrés`, es
decir, propensión a enfermedades inmunológicas y cancerígenas.
Desde el punto de vista militar, es un arma de destrucción masiva que
constituye virtualmente un instrumento de conquista capaz de
desestabilizar sistemas agrícolas y ecológicos de regiones enteras de
una manera selectiva. De todos los contaminantes que se ha arrojado a la
atmósfera en los últimos dos siglos, los menos publicitados y conocidos
son ciertas radiaciones electromagnéticas a las que algunos hacen
responsables de perturbaciones climáticas locales. La enorme diferencia
de potencial generado podría cambiar la composición e incluso desplazar
la ionosfera, provocando un caos total en las comunicaciones del
planeta, así como la destrucción de misiles o aviones, al cambiar las
condiciones atmosféricas modificando la absorción de los rayos solares y
el aumento de las concentraciones de ozono y nitrógeno que afectan
directamente al cerebro y el comportamiento de poblaciones enteras[10],
con la intención de degradar el rendimiento del enemigo y aplastar
artificialmente su capacidad cognitiva mediante el control mental
psicotrónico.
Los seres vivos son especialmente sensibles a las altas frecuencias
moduladas en muy baja frecuencia ya que las moléculas ultra-largas como
el ADN y el ARN que contienen, se decodifican en estas bajas frecuencias
y resuenan. Hay decenas de investigadores que dicen que el ADN es 400
veces más absorbente que el agua para estos efectos. Al bombear
tremendas energías en un sistema molecular de muy delicada configuración
como la ionosfera, exponiéndola a reacciones catalíticas y efectos no
lineales y focalizar las radiaciones con una suerte de `acupuntura`
atmosférica, hará que con la rotación de la Tierra cause no ya un
agujero en la capa de ozono sino una verdadera incisión de impredecibles
consecuencias en cadena. Una perturbación intensa de la ionosfera puede
tener como resultado la liberación de enormes masas de electrones
libres, las denominadas `lluvias de electrones`, que podrían provocar el
cambio del potencial de los polos eléctricos y el consiguiente cambio
de los polos magnéticos de la Tierra. El HAARP tendría pues la capacidad
potencial de modificar el campo electromagnético de la Tierra.
HAARP se relaciona con cincuenta años de intensos programas
crecientemente destructivos para comprender y controlar la atmósfera
superior. Sería precipitado no asociar HAARP con la construcción del
laboratorio espacial que está siendo planeado separadamente por los
Estados Unidos. HAARP es parte integral de una larga historia de
investigación y desarrollo espacial de naturaleza militar. La capacidad
de la combinación HAARP-Spacelab-cohete espacial de producir cantidades
muy grandes de energía, comparable a una bomba atómica, en cualquier
parte de la tierra por medio de haces de láser y partículas, es
devastadora. El concepto básico de este sistema de antenas es el de
concentrar una inmensa cantidad de energía, hasta un billón de ondas de
radio de alta frecuencia, capaces de emitir un rayo de tales ondas hacia
las zonas superiores de la ionosfera -todo un mar de partículas
eléctricamente cargadas- donde interactúan con la corriente de los
llamados electrojets aureales. HAARP tiene la intención explícita de
acercar el electrojet a la Tierra al enviar estos haces de
radiofrecuencia a la atmósfera gracias a su potente “efecto espejo” de
alcance global. Los vientos de la troposfera –sobre los 50 kilómetros de
altura- están correlacionados con los sistemas electrojets. Una de las
aplicaciones del HAARP es modular las corrientes de energía que afectan
la intensidad y dirección de los chorros de viento zonal. El hecho
básico es `calentar` selectivamente ciertas regiones enemigas del globo
terráqueo, para provocar condiciones meteorológicas extremas y
localizadas.
Oficialmente al final de la guerra de Vietnam, los Estados Unidos y
la Unión Soviética renunciaron a las armas de guerra que afectan el
medio ambiente como terremotos, tsunamis, trastornos del equilibrio
ecológico de una región, modificación de las condiciones atmosféricas,
nubes, precipitaciones, ciclones y tornados; alteraciones de las
condiciones climáticas, de las corrientes oceánicas, del estado de la
capa de ozono o de la ionosfera; firmando en 1976 la `Convención sobre
la prohibición de utilizar técnicas para modificar el medio ambiente a
fines militares u otros fines hostiles. Sin embargo, a partir de 1977,
la Unión Soviética inició nuevas investigaciones de Magneto
hidrodinámica –MHD-. Se trataba de estudiar la corteza terrestre y de
pronosticar los sismos. Los soviéticos estudiaron la posibilidad de
provocar pequeños sismos para evitar uno grande. Estas investigaciones
fueron rápidamente militarizadas. El resultado fue la construcción en el
Pamir de la máquina para hacer terremotos. Con el derrumbe de la Unión
Soviética el prometedor proyectó quedó a medias por falta de
financiamiento.
En 1995, mientras Rusia estaba gobernada por Boris Yeltsin y el
plutócrata Viktor Chernomyrdin, la fuerza aérea estadounidense reclutó a
los investigadores rusos y compró su laboratorio en la ciudad de Nizhni
Nóvgorod. Allí construyeron una máquina mucho más poderosa, la Pamir 3,
que fue probada con éxito. El Pentágono adquirió la instalación,
contrató a los científicos rusos y transporto el material a los Estados
Unidos, en donde fueron integrados al programa HAARP.
El proyecto será ´vendido´ al público como un escudo espacial contra
la entrada de armas al territorio estadounidense, o para los más
ingenuos, como un sistema de reparación de la capa de ozono[11], cuando
en verdad se trata de la más sofisticada arma geofísica jamás creada y
con probadas capacidades tectónicas.
Estados Unidos planifica realizar experimentos de guerra bajo el
programa HAARP y producir armas capaces de romper las líneas de
comunicaciones o de radio y equipos instalados sobre naves espaciales y
cohetes, provocar serios accidentes en las redes eléctricas, oleoductos y
gasoductos. HAARP es todo un sistema integrado de armamentos capaz de
dañar irreversiblemente el medio ambiente[12]. Pese a los convenios
internacionales existentes, la investigación militar científicamente
aplicada sigue basándose en la manipulación medioambiental como arma,
con una relación funcional idéntica a la bomba atómica de hidrógeno[13].
Es imposible realizar una prueba nuclear subterránea sin provocar un
terremoto, no necesariamente en las inmediaciones, sino en cualquier
parte del mundo. Las pruebas nucleares son responsables de la cuarta
parte de todos los terremotos que se registran en el planeta. Las
pruebas nucleares submarinas están destacadas como causa desencadenante
de maremotos o tsunamis; y a su vez provocar tsunamis para convertirlos
en discretas armas de destrucción masiva, ha sido objeto de
investigaciones militares desde la segunda guerra mundial.
HAARP fue desarrollado como parte de la cooperación militar de un
sistema climático de armas anglo-estadounidense entre Raytheon
Corporation –el mayor fabricante mundial de equipos electrónicos de
guerra- y su filial especializada E-Systems –fabricante del equipamiento
Doomsday Plan, el sistema que permite el manejo de la guerra nuclear-,
que además posee las patentes de HAARP; la Fuerza Aérea de los Estados
Unidos y British Aerospace Systems (BAES).
El programa es operado conjuntamente por el Laboratorio de
Investigación de la Fuerza Aérea y la Oficina Naval de Investigación, y
está operativo desde principios de los años noventa. La Estación de
Investigación HAARP, con 4 megavatios de potencia de pulso, está
localizada aproximadamente a 8 millas al norte de Gakkona, Alaska. Otras
bases del proyecto HAARP serían las de Mu Radar en Japón -1
megavatio-, Arecibo Observatory en Puerto Rico -2 megavatios-, Hipas en
Fairbanks, también Alaska -70 megavatios-, Eiscat en Tromso, Noruega -1
gigavatio-. Rusia aún sería propietaria del calentador ionosférico
original mucho más potente que el HAARP, llamado SURA, con capacidad de
190 megavatios, a unos 150 Km. de la ciudad de Nizhny Novgorod.
No hay suficiente energía real concentrada por los calentadores
ionosféricos para causar directamente un terremoto, pero lo que si hacen
fácilmente estas tecnologías es actuar como desestabilizadores no
lineales de grandes flujos de energía electromagnética natural por
proyección de frecuencias inducidas a baja profundidad en el manto
terrestre –entre 8 y 20 kilómetros-. Esta arma deja como prueba de su
efecto sobre la ionosfera hermosas y espeluznantes luces multicolores,
en realidad auroras boreales, por eso también la llaman bomba del arco
iris. Un aparato llamado magnetómetro de inducción puede medir y
graficar en un espectograma las variaciones temporales del campo
geomagnético en el rango de frecuencias ultra bajas –ULF- propias del
calentador ionosférico.
Estos dispositivos usan una tecnología Pulso y Plasma Sónico
Electromagnético Tesla junto con sucesivas `bombas de ondas de choque`.
La configuración de los satélites permite generar proyecciones
concentradas de frecuencias inducidas en puntos determinados o
hipocampos. Actúa así dirigiendo y desviando el electro chorro que se
forma en la atmósfera alta de los polos hacia un objetivo geográfico
puntual. Esta gran concentración de energía libre, calienta la ionosfera
a miles de grados alcanzando la temperatura del plasma, hasta hacer
explotar las moléculas. De esa manera, ondas ELF escapan y viajan por el
planeta penetrando personas, mares y suelos.
Parte de lo que está ocurriendo en la atmósfera se relaciona con el
programa secreto de armamento espacial diseñado para impensables niveles
de guerra tanto estratégicos y operacionales cuanto tácticos. Las
misiones de la NASA han sido transferidas al control del Pentágono. El
Mando de las Fuerzas Aéreas Espaciales dispone que, para monitorizar y
diseñar los eventos mundiales, se deben llevar a cabo intensas y
decisivas guerras con gran precisión desde el espacio. Las guerras del
futuro estarán basadas en el manejo óptimo de la información, del medio
ambiente, de los medios de comunicación y de nuevas armas de energía
direccionada, silenciosa e imperceptible. Esta artefacto de guerra
geofísica simplemente puede hacer retroceder a la civilización moderna
en menos de un largo segundo hacia la era preindustrial.
El 14 de Enero de 1999, el parlamento europeo: ´Considera que el
HAARP o Programa de Alta Frecuencia de la Aurora Activa, en virtud de su
amplio alcance y del impacto sobre el medio ambiente como una
preocupación mundial, y pide por sus implicaciones legales, ecológicas y
éticas ser examinado por una organización internacional u organismo
independiente. El Comité Parlamentario lamenta la reiterada negativa de
la Administración de los Estados Unidos a prestar declaración a la
audiencia pública sobre los riesgos ambientales y públicos del programa
HAARP´. Parlamento Europeo, Comisión de Asuntos Exteriores, Seguridad y
Política de Defensa, Bruselas, documento A4-0005/99.
Los estrategas políticos están tentados de explotar la investigación
sobre el comportamiento cerebral y humano. Ataques electrónicos
ajustados cronológica y artificialmente excitados podrían conducir a un
modelo de oscilaciones que produzcan niveles de energía relativamente
altos sobre ciertas zonas de la tierra. De este modo, se puede
desarrollar un sistema que dañaría considerablemente el funcionamiento
cerebral de poblaciones muy grandes en zonas seleccionadas durante un
gran período de tiempo. A pesar de que a algunos les inquiete
profundamente el uso del medio ambiente para manipular las conductas con
el fin de obtener ventajas nacionales, la tecnología que permite ese
empleo se desarrollará muy probablemente en las próximas décadas.
La tierra tiene la misma resonancia que el cerebro humano. Las ondas
transversal magnéticas, que son el efecto de resonancia del sistema
tierra-aire-ionósfera, el campo electrostático mundial, vibran en las
misma frecuencia que las ondas alfa cerebrales de los mamíferos en
general, es decir a una modulación de 7.8 hertz ciclos por segundos, una
frecuencia específica del hipotálamo. Mientras el ritmo alfa varia de
una persona a otra y es de aproximadamente 9, 10, u 11 hertz, la
frecuencia de 7.8 hertz es exactamente común a todos, una constante
normal biológica, que funciona como un marcapaso para nuestro organismo,
sin esa frecuencia la vida humana no es posible. La resonancia es la
demostración tangible de la forma que adquiere la energía cuántica en el
espacio tiempo cósmico donde está inmerso nuestro planeta.
La manipulación del sistema nervioso mediante resonancia sensorial a
través de la pulsación de imágenes en monitores de televisión y
computador por campos magnéticos transmitidos a frecuencias de entre 1,2
a 2,4 herzios -Hz-, registra en Estados Unidos la patente 6.506.148. El
pulso de la imagen puede ser modulado en una secuencia de video a
intensidad subliminal. La resonancia también se puede excitar
externamente aplicando campos eléctricos pulsados, por pulsos de calor
débil aplicados a la piel y por pulsos acústicos subliminales. La
resonancia sensorial de frecuencias entre 1,2 a 2,4 herzios, se
caracteriza por la ralentización de ciertos procesos corticales, causada
por cambios en el medio bioquímico de los circuitos neuronales de
resonancia, y es llamada ´desafinación química´. Campos magnéticos que
se pulsan con frecuencias de resonancia sensorial pueden inducir los
mismos efectos fisiológicos que campos eléctricos pulsados, con la
diferencia que los campos magnéticos penetran los tejidos biológicos con
una fuerza que casi no disminuye.
A los monitores de computadora tanto como a los monitores de
televisión, se les puede hacer emitir débiles campos electromagnéticos
de baja frecuencia con sólo pulsar la intensidad de las imágenes que
aparecen resueltas, con la finalidad de manipular el sistema nervioso de
las personas cercanas a ellos. Las implementaciones de la invención se
adaptan a la fuente de la secuencia de vídeo que impulsa el monitor, ya
sea un programa de computadora, un programa de televisión, una cinta de
vídeo o un disco de vídeo digital -dvd-. El programa que hace que un
monitor de computadora muestre una imagen de pulso, se puede ejecutar
desde un equipo remoto que se conecta a la computadora del usuario
mediante un enlace a Internet.
Para un monitor de televisión, la
pulsación de la imagen puede ser inherente a la secuencia de vídeo a
medida que fluye de la fuente de emisión, o la corriente puede ser
modulada con superposición a la pulsación. Una emisión de televisión en
directo se puede arreglar para la función incrustada con sólo
incrementar un poco la iluminación de la escena que se está
transmitiendo. Este método también se utiliza en la fabricación de
películas y cintas de grabación de vídeo. Algunos monitores emiten
pulsos de campos electromagnéticos que excitan una resonancia sensorial
en un sujeto cercano, a través de pulsos de imagen que son tan débiles
como para ser subliminales. Eso abre la posibilidad para la aplicación
maliciosa de la invención, por el que la gente está expuesta sin
saberlo, a la manipulación de su sistema nervioso para otros propósitos.
Los usos potenciales de los campos electromagnéticos artificiales son
amplios y se pueden emplear en muchas situaciones militares o quasi
militares. Algunos de estos empleos potenciales incluyen el
enfrentamiento con grupos considerados terroristas, el control de las
multitudes, el control de las brechas de seguridad en instalaciones
militares y técnicas antipersonales de guerra táctica. En todos estos
casos los sistemas electromagnéticos -EM- se usarían para producir leves
o graves interferencias fisiológicas o distorsiones de la percepción o
desorientación. Además, las capacidades de las funciones fisiológicas de
los individuos podrían ser degradadas hasta tal punto que serían
ineficaces en combate. Otra ventaja de los sistemas electromagnéticos
consiste en que pueden proporcionar cobertura sobre grandes zonas con un
solo sistema. Son silenciosos y las contra medidas pueden ser difíciles
de desarrollar.
El aumento de la temperatura y la concentración de electrones libres
en al atmósfera sobre la zona que posteriormente será el epicentro de
importantes movimientos telúricos supone una señal valiosa para
comprender la naturaleza de los terremotos. Esos y otros fenómenos
previos a los sismos, formulan un complejo algoritmo cuya adecuada
interpretación permitiría determinar con relativa exactitud la fecha y
el lugar donde se pueden producir terremotos de gran magnitud. Otros
indicios y señales que anticipan un sismo son perturbaciones en la
actividad solar y del campo magnético terrestre. Una de las hipótesis
que explicar este calentamiento de la atmósfera supone que los procesos
que se desarrollan en el subsuelo a kilómetros de profundidad influyen
en la ionosfera, una influencia condicionada por la emanación de gases
de radón, elemento químico radiactivo. Estos gases ionizan el aire y
catalizan intensamente la condensación de vapor de agua, lo que a su vez
libera calor. Otra teoría descarta la acción del radón, y considera que
la acumulación de energía en las placas tectónicas antes de los
terremotos ocasiona la deliberación de flujos ionizantes a la atmósfera.
Un tercera hipótesis sostiene que el calentamiento de la ionosfera no
es señal de movimientos telúricos sino que son la causa directa que los
produce.
Otro aspecto de esta guerra no convencional son las llamadas Estelas
Químicas, Chemtrails en inglés, una tecnología de aspersión en aerosol
desde aviones de un tipo de plasma a base de metales pesados, fenómeno
atmosférico también llamado cielo tóxico, que se remonta a los años
noventa. En condiciones ambientales muy específicas –viento moderado
constante, cielo despejado, temperatura de menos 49 a menos 52 grados
centígrados y a una altitud aproximada de 10.000 metros- son visibles
durante pocos minutos las Estelas de Condensación –Contrails en inglés-
que se deben a la condensación del aire caliente y comprimido que al
salir del motor de los aviones a reacción se descomprime y enfría
bruscamente tornándose visible como una estela blanca de trayectoria
recta.
A diferencia, las Estelas Químicas son visibles a altitudes, duración
y condiciones atmosféricas no normales. Al parecer se trata de la
dispersión de agentes biológicos activos que transportan artificios
disgregados de nanotecnología con capacidad de ensamblarse al interior
de cuerpo humano, animales y plantas. Estos nanorobots son capaces de
coordinar actividades complejas y cooperativas, enviar y recibir datos
sensoriales, mensajes y monitorear procesos. Los últimos avances en la
investigación sobre el genoma humano han hecho posible lograr tal
capacidad de intrusión que objetivamente provocan una nueva enfermedad
humana denominada síndrome de los morgellones.
La dolencia de morgellones recibe el nombre de una enfermedad
considerada psiquiátrica descrita en 1674 por Thomas Browne, o delirio
parasitario dermatozóico, que los afectados describen como la intensa
sensación de percibir bajo su piel una infestación masiva por parásitos o
elementos móviles extraños.
El síndrome de los morgellones puede considerarse una enfermedad
dermatológica que tiene 167 síntomas reportados. Se caracteriza por el
crecimiento de fibras coloridas al interior del cuerpo -apenas visibles
mediante microscopio de alta resolución- que producen alopecia de vello
corporal, sudoración y nódulos eruptivos presentes en las zonas de piel
donde estas fibras y otros materiales se acumulan, y fatiga
generalizada. La causa probable es un agente invasor externo,
entendiendo esto como algo que entra al cuerpo y que no es reconocido
como tal por el sistema inmunológico. Básicamente son filamentos con dos
partes de poliéster, una dentro de la otra, y otros componentes
orgánicos, con cabeza de cristales de silicio y en pocas muestras con
cabeza de oro. La porfiria en gran cantidad que se detecta en el
organismo se debe a la fórmula química de este poliéster. La composición
coincide con las muestras obtenidas del polvo que se dispersa en las
estelas químicas, algo que acumulado en una bolsa plástica se parece a
motas de algodón.
Los componentes metálicos son metales transitorios que
usan a las células como su propia batería, ya que el silicio les
permite abrirse paso entre el tejido celular. Los afectados por morgellones producen una especie de neoformación de vello sudoroso recto
de muy alta conductividad, diferente al vello natural curvo. Al escaneo
electrónico micrométrico las fibras miden entre 1 y 20 nanómetros[14].
En realidad estos metales aislados –hierro, azufre o fósforo-, son
materiales en transición que llegan como nanopartículas con una carga
eléctrica, que se conectan para formar un nanoanillo recto que da origen
a una fibra. En cuanto las nanopartículas entran al interior del
cuerpo, se transforman en polvo inteligente o partículas rectas, nano
ensambladores que usan los materiales de sustento del cuerpo humano para
elaborar un tejido de fibras, un agente invasor que no tiene la misma
composición de las fibras que induce al huesped `parasitado` a producir.
Un agente invasor que no es un parásito, que no se puede replicar sino
que se ensambla al interior del organismo, que no estimula el sistema
inmunológico, que tiene formas y patrones uniformes, que no es algo
biológico ni es contagioso sino artificial, y que seguramente fue creado
en laboratorio.
Clínicamente, los pacientes desarrollan cristales de silicio que tienen
un ph de 10 a 11 -lo que les hace afines a órganos con ese mismo ph como
intestino y riñones-, invasores capaces de moverse al interior del
tejido cutáneo incluido el sistema nervioso periférico, y desgarrar la
piel. Muchos pacientes son mal diagnosticados e incluso diagnosticados
como delirantes. Si se considera que los medicamentos están elaborados
con metales cargados, ciertos pacientes pueden responder al tratamiento,
debido a que el agente invasor generado interactúa con los metales
transitorios de la medicación, pero el proceso continúa después ya que
nada detiene a las nanopartículas robot ensambladoras con inteligencia
de grupo, capaces de formar redes de nanocables con sensores, operativas
para realizar una o múltiples funciones, en este caso nanorobots
programados para formar una red similar a una red de fibra óptica en el
cuerpo, con capacitancia de resonar bajo la acción de microndas de baja y
muy baja frecuencias, señales EMF y ELF, respectivamente.
La clave de estas Estelas Químicas, que pueden tener la más variada
composición, es el llamado polvo inteligente industrialmente
desarrollado, hecho de partículas en nano escala con funciones
biológicas específicas, un polvo de brillo iridiscente que literalmente
llueve cuando se lo dispersa en la atmósfera. Incluye también Tecnología
de Cristales Líquidos en Plasma con secuencias activas y específicas
del ADN de bacterias, virus, virones, proteomas u otros complejos
organismo de diseño.
Desde 1996 hay constantes esfuerzos de geoingeniería climática conocidos
como `terraforming` que supuestamente pretenden reparar la capa de
ozono y proteger la atmósfera, con la fumigación en aerosol polimerizado
de partículas de diatomita, bario y dióxido de nanoaluminio que se
mezclan al combustible de grandes aviones en teoría para reflectar los
rayos solares. Unos dos mil millones de personas estarían en alguna
medida afectadas por esta fumigación oficiosa.
La aviación norteamericana tiene una ala de combate especializada en
fumigaciones militares para la guerra no convencional. En 1999 durante
la guerra de Yugoeslavia esparció polvo de grafito con la finalidad de
alterar la telecomunicaciones e inutilizar las centrales de generación
termoeléctrica. Entre 2002 y 2005, en Colombia, Ecuador y Venezuela, emprendió una campaña de fumigación aérea sobre zonas de cultivos
tropicales, selva virgen y hasta parques naturales donde se sospechaba
había cultivos de amapola y hoja de coca usando glifosato[15] –cuyo
nombre comercial es Round Up-, un herbicida de impregnación no selectivo
de amplio espectro, altamente tóxico para animales y seres humanos.
El Programa de Aerosol Troposférico o proyecto Icharius consiste en el
lanzamiento sistemático hacia la atmósfera de Estelas Químicas de Plasma
Radiado, o sea millones de toneladas de metales pesados a base
aluminio, bario y estroncio, con el pretexto de crear un escudo
protector contra el calentamiento global. Aviones equipados con
boquillas especiales liberan aerosoles que forman en el cielo líneas
químicas que no se evaporan. Estos aviones que vuelan en paralelo y en
forma de rejillas dejan largas ´nubes´ de color blanco grisáceo de
kilómetros de largo. Al principio estas líneas son finas, pero pronto se
expanden y en poco tiempo se funden. El cielo azul desaparece
sustituido por una nube tóxica blanco grisácea que de alguna manera
borra el sol de costumbre.
La pruebas independientes para Aerosoles Estratosféricos de
Geoingeniería -SAG-, Estelas Químicas o Chemtrails en inglés, han
demostrado en todo el mundo una mezcla muy peligrosa y muy venenosa que
incluye bario, fibra de vidrio recubierta de nano alumunio conocido como
cascarilla, torio radiactivo, cadmio, cromo, níquel, sangre desecada,
esporas de moho, microtoxinas de hongos, dibromuro de etileno y fibras
de polímero. El bario tiene una toxicidad semejante al arsénico, es
cardiotóxico y afecta por impregnación la función cognitiva cerebral.
El síndrome de los morgellones es una invasión del tejido humano a través de nanotecnología transmisible que adopta formas de nanotubos, nanocables, nanomatrices con sensores y otras configuraciones, todas ellas autoensamblables y autorreproducibles, algunas de las cuales contienen ADN y ARN modificados y empalmado genéticamente. Clínicamente se manifiesta como un fenómeno cutáneo, un estado de inmunodeficiencia, un proceso inflamatorio crónico, y una falsa parasitosis delirante.
Estas nanomáquinas se desarrollan en medios alcalinos del que obtienen energía bioeléctrica del organismo y de otras fuentes no identificadas. Existen indicios que estas minúsculas máquinas poseen sus propias baterías internas. También es posible que sean capaces de recibir señales e información específica sintonizada por medio de microondas, campos electromagnéticos y ondas de frecuencia extremadamente baja.
Los síntomas de la dolencia de los morgellones van desde prurito idiopático generalizado, erupciones cutáneas de las que surgen fibras simples o coloridas, lesiones en las que no se forman costras con normalidad, que cicatrizan muy lentamente y que rara vez sufren infecciones bacterianas secundarias; hasta trastornos psicosomáticos, desvitalización general y depresión clínica.
Las nanomáquinas morgellon se hallan comúnmente en todos los fluidos y orificios corporales, a menudo incluso en los folículos capilares, y se supone que de manera rutinaria alcanzan una penetración total y sistémica del cuerpo. Casi todos los aquejados informan que las nanomáquinas morgellon parecen tener algún tipo de inteligencia grupal o de colmena. El contagio parece ser posible cuando las fibras se desprenden de las personas infectadas y también a través de todos los vectores bacterianos o virales normales.
Se ha demostrado que algunas fibras resisten altas temperaturas; la esterilización ordinaria del material y de los instrumentos médicos y dentales reutilizables no es eficaz contra las nanomáquinas morgellon. También hay claros indicios que las fibras procedentes de los aerosoles que componen los chemtrails y las fibras morgellon están relacionadas, aunque las pruebas de que la transmisión se realice por fumigación aérea siguen siendo vagas.
A nivel microscópico se ha establecido un conjunto de componentes primarios con algún grado de asociación con la enfermedad. Un filamento que sirve de revestimiento, generalmente de 12 a 20 micras de espesor, la forma visible para el ojo humano. Este filamento puede contener una red interna de filamentos de tamaño inferior a la micra, o alguna combinación de elementos. Suele ir asociado a un organismo parecido a la Chlamydia pneumonia, de entre 0,5 y 0,8 micras de tamaño, en una forma pleomórfica semejante al micoplasma. Un término que en biología define la aparición de dos o más formas estructurales de un organismo durante su ciclo de vida, propiedad de ciertas plantas. A su vez, los micoplasmas son bacterias que carecen de pared celular, por lo que pueden adoptar gran variedad de formas, inclusive causando enfermedades respiratorias y osteomusculares. Y una forma eritrocitaria de glóbulo rojo probablemente artificial o modificado, una especie de tejido de células de la sangre que contienen hemoglobina y se encargan de transportar el oxígeno al organismo.
Uno de los retos más acuciantes a los que se enfrenta la caracterización de esta enfermedad es la diversidad de formas y estructuras que presentan los componentes. Además, bajo determinadas circunstancias, han sido identificados en el interior de una sola unidad fundamental, es decir, encerrados en la estructura del filamento envolvente, forma que parece representar la culminación de un desarrollo en varias etapas.
Si se analiza cada uno de estos componentes por separado, la confusión se hace evidente. En primer lugar, en relación con el filamento de revestimiento, la interpretación más obvia es que se trate de una forma de hongo, aunque de momento no se ha establecido correspondencia con ninguna otra forma conocida de hongos. La descomposición del filamento se ha logrado sometiéndolo a condiciones de temperatura y químicas extremas, y esto es altamente indicativo de lo que sirve de carcasa protectora para los componentes internos. Lo que ocurre en el interior del filamento de revestimiento es una de las razones por las que no hay coincidencias con las formas de hongos conocidas.
La estructura semejante a la clamidia parece ser a primera vista una forma bacteriana. La Chlamydia pneumonia presenta numerosos paralelismos en morfología, características biológicas y sintomatología particular. Pero también ha de tenerse en cuenta desde el principio lo de semejante a la clamidia, y no clamidia. Algunas características del organismo no encajan con el género Chlamydia, especialmente en lo referente a las agresiones químicas y térmicas a que ha sido sometido el organismo a lo largo de distintos procedimientos de prueba.
La forma pleomórfica significa adquirir muchas formas, es difícil por su naturaleza cambiante. El micoplasma es una de las bacterias conocidas más pequeñas, si no la más pequeña, y tiene la característica distintiva de carecer de pared celular, lo que le permite el pleomorfismo. No obstante, ambas formas ‘semejantes a las bacterias’, han resistido todos los extremos químicos y de calor a que han sido sometidas. Pero el hecho de que las formas semejantes a las bacterias existan en el interior del filamento de revestimiento nos enfrenta a una grave contradicción con la taxonomía convencional.
Al menos por ahora, existe la forma eritrocitaria de glóbulo rojo. Esta identificación extiende realmente el límite del entendimiento común y de los conocimientos convencionales. Los eritrocitos pertenecen a la sangre que sólo proviene de los animales. La aparición de esta entidad es totalmente incongruente con cualquier interpretación fúngica o bacteriana realizable. Incluso la aparición de un eritrocito, artificial o no, fuera de la biología del huésped es un salto que sobrepasa los conocimientos convencionales y el discurso oficial.
El mínimo común denominador dentro de las relaciones filogenéticas son el ARN (ácido ribonucleico) y la genética subyacente del organismo. Bajo el esquema actual de la estructura de la vida tal como se la conoce, responde a tres dominios en lugar de a seis reinos: las bacterias (Bacteria); las arqueas o arqueobacterias (Archaea); y los eucariotas o eucariontes (Eukarya).
La enfermedad de los morgellones traspasa los límites que separan estos tres dominios. Las componentes pleomórficos que parecen ser bacterias clamidia y las que parecen micoplasmas, han sido sometidos a pruebas de carga útil de estrés: ebullición, álcalis extremadamente fuertes (hidróxido de sodio y lejías), y a ácidos ídem, a condiciones extremas de frío de entre 50 y 60 grados centígrados bajo cero. Ninguna de las tensiones transmitidas a las estructuras ha dañado su viabilidad para crecer o reproducirse posteriormente. Bajo las circunstancias más duras, parece como si estas estructuras se mantuvieran en estado latente o de inactividad biológica en espera que las condiciones ambientales vuelvan a ser más favorables.
Uno de los rasgos dominantes de las arqueas es su capacidad para soportar condiciones ambientales y estrés extremos. Es típico encontrar estas formas de vida en las chimeneas de los volcanes y bajo las plataformas de hielo. Muchos de los organismos del grupo de las arqueas no requieren oxígeno y puede desarrollarse en condiciones anaeróbicas que metabolizan dióxido de carbono en vez de oxígeno. Se considera que las arqueas son probablemente una de las formas de vida más antiguas que existen en la Tierra. Las arqueas no son sensibles a los antibióticos, aunque no se ha demostrado la existencia de formas patógenas de arqueobacterias.
Por la misma razón hay algunos aspectos de estas dos estructuras que están de acuerdo con la posibilidad que se trate de bacterias: su metabolismo dentro de una célula, tamaño, impacto patogénico, o sintomatología. Esto obliga a considerar la existencia de un intercambio genético entre dos de los dominios incluso a nivel tan básico de diferenciación ntre bacterias y arqueas.
Al considerar la estructura del filamento envolvente, a primera vista parece tener ser un hongo (grupo de los eucariontes). Al dominio Eukarya pertenecen hongos, protozoos, mohos mucilaginosos, plantas y animales. El problema estriba en que hasta ahora no hay tal identificación con los hongos, y además estructuras más representativas de otros dominios también se expresan dentro del filamento de revestimiento.
La existencia de una forma ‘eritrocitaria’ viola por sí misma todos los límites de cualquiera de las consideraciones anteriores. Las células sanguíneas surgen en los filos más complejos de la clasificación biológica. Es decir, las células de la sangre aún no crecen en tubos de ensayo.
Los morgellón no tienen pues características de hongos, cianobacterias, quitridios, rotíferos, algas y cualquier otra especie forma estudiada. Y también son resistentes a los antibióticos. De por sí se trata de un ‘organismo’ que trasciende la existencia estructural que ha sido definida para la vida misma.
La enfermedad de los morgellones parece ser una síntesis orquestada que traspasa los límites de los tres dominios establecidos para la vida en este planeta. Es muy difícil imaginar que este nano-organismo sea el resultado de un proceso natural o evolutivo.
Se colige que el síndrome de los morgellones no tiene una explicación biológica sino distópica. Es una enfermedad nanotecnológica que genera frecuencias medibles en sus portadores. Las formas patógenas analizadas aparecen repetidamente en la población general. Han sido localizadas en los principales sistemas del organismo, lo que incluye muestras de piel, sangre, cabello, saliva, encías, aparato digestivo, oído y de orina. La composición de las muestras de fibras transportadas por el aire que fueron recogidas en años anteriores coincide con la composición de las fibras que ahora aparecen en el cuerpo humano en forma de células de extremada regularidad geométrica.
Por principio, los delirios de parasitosis (delusions of parasitosis o DOP, en inglés), es un término psiquiátrico que no quiere decir que dicho delirio de parásitos creciendo en el cuerpo sea real, aun siendo literalmente lo que le sucede al paciente.
En el 35% de los portadores la creencia de tal infestación es inquebrantable. En el 12% de los pacientes, el delirio de infestación es compartido con otro tipo considerable de delirio. Las lesiones se autogeneran y no necesitan ninguna ayuda para formar su líquido viscoso de silicio repleto de fibras.
Las hebras que salen del cuerpo son fibras coloridas semejantes a las que encuentran en los billetes de dólar hechos en papel. Las muestras fibrosas procedentes del organismo infestado están compuestas de polietileno de alta densidad de origen artificial. Estos patógenos están siendo diseñados en laboratorio de bioingeniería, hechos de múltiples componentes, ya que el material mutado puede reproducir y emitir de manera intermitente un lote identificable muy parecido al original.
Cuando las nuevas formas de vida o las enfermedades de diseño de tecnología de autorreplicación se crean en laboratorio por medio de los procedimientos de empalme génico, mutación, bioingeniería o nanotecnología, los componentes de estas mezclas pueden autorreproducirse con resultados variables. A veces, los ‘especímenes’ de morgellón son idénticos a los componentes originales utilizados para su expresión biológica antes del proceso de mutación.
El primer elemento de nanotecnología es una matriz que contiene cristales. Las protuberancias en las cortezas de silicona son nanocolumnas y nanotubos, dispuestos en conjuntos de nanofibras. La proyección se desarrolla bajo la piel, en la silicona. Entonces los componentes químicos nano autoensamblables se desarrollan en el interior prácticamente sin defectos; nanocables recubiertos de silicio cristalino y nanoesferas de sílice que pueden nanoaglomerarse en configuraciones con forma de cable impregnadas de nanoesferas de silicio cristalino que se extienden hasta producir manojos de nanocables de sílice y matrices con aspecto de cepillo.
Aparte de las fibras, los agentes nanopatógenos que aparecen en los seres vivos aparentan la forma de un hongo diseñado artificialmente como una forma patógena para tomar el control de las funciones biológicas. Estos elementos son muy resistentes y ¿acaso son inteligentes?
La perfecta geometría de las nuevas células lleva a pensar en un diseño artificial, y también indica firmemente la probabilidad que haya una transferencia genética o una manipulación en el proceso. El cuerpo humano actual está lidiando continuamente con desafíos sintético-químicos que nunca se encuentran en un mundo natural. Una vez que se haya conseguido el control tecnológico de los seres vivos, la selección se podrá aplicar fácilmente. Unos grupos podrán ser mejorados y otros degradados y extintos.
Medicina farmacéutica o la temible industria de la salud: crea la enfermedad, vende la cura.
La idea de que se está recibiendo un tratamiento es más eficaz que el tratamiento mismo, mientras que el medicamento se convierte en la enfermedad.
A menos que se legisle sobre la libertad médica en la Constitución, llegará el momento en que la medicina se organice en una dictadura encubierta para restringir el arte de curar a una clase de hombres y negar a los demás los privilegios iguales de la ciencia médica.
Los principios claves tras el negocio de la complejo industrial-farmacéutico son: los productos deben ser patentables y tener un potencial enviciante, y las leyes de propiedad intelectual y los tratados de libre comercio no deben abordar las causas de la enfermedad.
Cuanto más poder de mercado tiene una empresa, más capacidad y necesidad tiene de adquirir poder político, por lo que tal concentración de mercado fácilmente conduce a un círculo vicioso en el que el dinero se utiliza para conseguir poder político y el poder político se usa para conseguir dinero e invertir en empresas capaces de establecer precios de mercado de forma monopolista.
No obstante, si la capacidad de influir en el poder político aumenta el poder económico, también crece la necesidad de hacerlo, porque cuanto más poder de mercado tiene una empresa, más teme a que se lo expropie el poder político. Cuando una empresa gana poder de mercado, sus precios suben por encima del costo, produciendo beneficios económicos arriba de la media en detrimento del consumidor. De hecho, los gobiernos pueden limitar esas ganancias tasando las ganancias de las empresas dominantes, expropiando con ello parte de los beneficios anómalos.
Gracias al apoyo de los gobiernos y a la legislación sobre propiedad intelectual, las grandes corporaciones farmacéuticas y las empresas aseguradoras pueden inflar a voluntad el precio de los fármacos y de los servicios sanitarios de forma monopolista en ausencia de competencia.
La
enfermedad iatrogénica clínica comprende todos esos estados clínicos en
los cuales los remedios, los médicos o los hospitales son los agentes
patógenos o ´enfermantes´. El dolor y la invalidez provocados por el
médico han sido siempre parte del ejercicio profesional. La dureza, la
negligencia y la cabal incompetencia de los profesionales son formas
milenarias de su mal ejercicio. Con la transformación del médico de un
artesano que ejerce una habilidad en individuos a quienes conoce
personalmente, en un técnico que aplica normas científicas a toda clase
de pacientes, el mal ejercicio profesional adquirió un rango anónimo,
casi respetable. Cabe preguntarse entonces ¿el médico posmoderno e hiper
especializado tiene una visión correcta de lo que ocurre? ¿La medicina
con todos sus avances tecnológicos sirve apenas para quien puede pagar
muy bien por dichos servicios? Lo cierto es que una proporción creciente
de la nueva carga de enfermedades de los últimos veinte y cinco años es
en sí misma el resultado de la intervención médica en favor de personas
que están enfermas o podrían enfermar, o sea son de origen médico o
iatrogénico.
En gran medida la asistencia clínica contemporánea es incidental a la
cura de la enfermedad, pero el daño causado por la medicina a la salud
de individuos y poblaciones resulta muy significativo. Estos hechos son
obvios, están bien documentados y son objeto de una fuerte represión
mediática. La asistencia médica fútil pero inocua es el menor de los
daños que una empresa médica infringe a la sociedad contemporánea. El
dolor, las disfunciones, las incapacidades y la angustia resultantes de
la intervención médica técnica rivalizan actualmente con la morbilidad
debida a los accidentes del tráfico y de la industria, e incluso a las
actividades relacionadas con la guerra, y hacen del impacto de la
medicina una de las epidemias de más rápida expansión de nuestro tiempo.
Sólo la malnutrición lesiona a más gente que la enfermedad iatrogénica
en sus diversas manifestaciones.
La enfermedad iatrogénica incluye sólo las enfermedades que no se
habrían producido si no se hubiesen aplicado tratamientos ortodoxos y
profesionalmente recomendados. Esta plétora epidémica de efectos secundarios
terapéuticos tiene el nombre de iatrogénesis clínica, son tan antiguos
como la medicina misma y siempre han sido objeto de estudios médicos.
Todo resulta potencialmente tóxico, pero sus efectos secundarios no
deseados han aumentado con su poder y la difusión de su empleo. El
tratamiento médico de enfermedades inexistentes produce con una
frecuencia cada vez mayor enfermedades incapacitantes. En un hospital
tecnológico complejo, la negligencia pasa a ser un error humano
aleatorio, la actitud comercial se convierte en ´desapego científico´ y
la incompetencia se transforma en ´falta de equipo especializado´.
La despersonalización del diagnóstico y la terapéutica hace que el
ejercicio profesional impropio deje de ser un problema ético y se
convierta en problema técnico. El paciente en las garras de la medicina
contemporánea es sólo un ejemplo de la humanidad atrapada en sus
técnicas perniciosas y se produce cuando la gente acepta la manipulación
de la salud planeada a partir de un modelo mecánico, cuando se conspira
con la intención de producir algo llamado ´mejor salud´ como si fuera
un artículo de consumo. Esto inevitablemente da por resultado el
mantenimiento manipulado de la vida en altos niveles de enfermedad
subletal.
La iatrogénesis ha llegado a ser médicamente irreversible, un rasgo
inherente a la empresa médica. Los indeseables subproductos
fisiológicos, sociales y psicológicos del progreso diagnóstico y
terapéutico se han vuelto resistentes a los remedios médicos. Nuevos
artefactos, procedimientos y formas de organización, concebidos como
remedios para la iatrogénesis clínica y social, tienden ellos mismos a
volverse agentes patógenos que contribuyen a la nueva epidemia.
Se hizo creer al mundo que el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida
–Sida- lo provoca un retrovirus letal que se transmite bien por
contacto sexual, transfusiones de sangre o abuso de drogas intravenosas.
Una industria farmacéutica y tecnológica altamente rentable que también
estigmatizó al colesterol, el continente africano y a los homosexuales.
Un negocio multibillonario basado en el consumo masivo de medicamentos y
costosas aplicaciones diagnósticas de tecnología de punta, que ha
cooptado a prácticamente la totalidad de los médicos de la escuela
ortodoxa, mediante tácticas de disuasión publicitaria antiéticas.
Las vacunas - armas biológicas encubiertas. ¿Por qué surge este nuevo paradigma de necesidad a fin de hacer de
los virus principales responsables de las más graves y letales dolencias
humanas? Por intereses político financieros de las corporaciones del
consumo masivo, que a través del capital controlan los poderes ejecutivo
y legislativo[16].
El grupo de intereses de la ´industria de salud´ desembolsó durante
el año 2008 más que cualquier otro sector económico por cabildeo
político en los Estados Unidos. Su ´inversión´ de 478.5 millones de
dólares les garantizó por tercer año consecutivo el primer lugar, por
encima del sector financiero, aseguradoras y bienes raíces, que gastó
453.5 millones de dólares en sus actividades de cabildeo. La industria
de productos farmacéuticos contribuyó con 230.9 millones de dólares,
elevando su total para los últimos 11 años por encima de 1.600 millones
de dólares.
Al inicio de la década de 1970, el aumento en la tasa de enfermedades
cancerosas se disparó en la sociedades desarrolladas, aunque claramente
asociado a la contaminación medio ambiental químico-radioactiva, la
idea era desviar la atención hacia otro lado. Fue entonces cuando
enormes sumas de dinero gubernamental se canalizaron hacia la
investigación de los virus, y específicamente de los retrovirus y su
inconsistente base teórica de acción patogénica. En concreto, ni se
demostró que los virus fueran la causa del cáncer, ni tampoco se
encontró una cura o se detuvo su imparable incremento, pero si se logró
el objetivo estratégico de mantener tal modelo productivo de rendimiento
máximo.
Los Centros de Control de Enfermedades - Centres for Disease Control -
de los Estados Unidos, cuyo origen militar data del siglo XIX, son el
estamento público decisorio en todo lo que tenga que ver con cuestiones
sanitarias a nivel mundial, y esto muy encima de la Organización Mundial
de la Salud –OMS-, donde imponen agentes propios en los principales
cargos directivos, condujeron la cuestión viral hasta obtener su
propósito de gobierno.
Los Centros de Control de Enfermedades –CDC- cuentan con una división
secreta, el Servicio de Inteligencia de Epidemias –EIS-, capaz de
diseñar pandemias, encubrir y operar al más alto nivel a nombre del
complejo médico-industrial. El miedo del Sida les sirve para vender con
increíble lucro exámenes inespecíficos y tratamientos tóxicos, controlar
la inmigración y eliminar mediante una eugenesia silenciosa y
sistemática a sectores indeseables de la población, como los pobres, las
razas `inferiores`, los drogodependientes y homosexuales.
A enero de 2010 estaríamos frente al primer golpe sanitario de
la prolífica historia política de la humanidad. Su escenario, Ucrania,
un país que cuando formaba parte de la Unión Soviética sufrió en abril
de 1986 uno de los mayores accidentes nucleares conocidos en su tipo en
el reactor 4 de la central de nuclear Chernobyl, ubicada a 100
kilómetros de la capital Kiev. Significó la expulsión al ambiente
exterior de 8 toneladas de combustible radiactivo entre los que había
radioisótopos de yodo I131 y de cesio, que tienen un periodo de
desintegración promedio de treinta años.
En el mes de agosto de 2009, el microbiologista israelí Joseph Moshe,
agente de los servicios secretos y experto de guerra bacteriológica del
Mossad, comunicó en el programa de radio del médico A. True Ott, de la
ciudad de Los Angeles, que Baxter International Ukraine Lab estaba
preparando para el otoño un ataque con armas biológicas sobre el país.
El doctor Moshe tuvo una reunión con fiscales generales norteamericanos a
los que entregó pruebas de lo que afirmaba. Horas después fue arrestado
por el grupo táctico especial LAPD SWAT, y deportado a Israel.
Joseph Moshe afirmó que una cepa H1N1 del virus de diseño
´California´ iba a ser dispersado sobre Ucrania. Entre el 29 y 31 de
octubre de 2009 miles de personas fueron testigos del sobrevuelo de
avionetas que fumigaron el oeste de Ucrania, en concreto la ciudades de
Ternopil, Lviv, Lutsk e Ivano-Frankivsk. Casi de inmediato aparecieron
los primeros casos de una variante fulminante de neumonía hemorrágica
que provoca la muerte de los afectados en menos de 48 horas. El gobierno
de Ucrania negó haber autorizado cualquier aspersión aérea sobre
ciudades ucranianas. Pero el 30 de octubre fueron cerradas todas las
escuelas y se prohibieron los actos y reuniones públicas. Los médicos
describen la enfermedad como una “peste neumónica” o como algún tipo de
fiebre hemorrágica.
Expertos de la OMS habrían obtenido muestras y secuenciado la
enfermedad pero no han publicado ningún dato al respecto, y tampoco
pidieron la cuarentena en Ucrania. Los medicos reportan que la
temperatura interna de los pulmones alcanza los 55 grados Celsius.
Patológicamente, el tejido pulmonar sufre una hemorragia destructora
masiva y presenta un aspecto negruzco muy característico.
La propagación de la enfermedad llegó a ser de 200.000 casos por día y
al parecer afectó a 1.300.000 personas, de las cuales habrían fallecido
más de 3.000. También hubo 60.000 personas hospitalizadas, la mayoría
en estado grave. La enfermedad tiene una alta tasa de transmisión y al
parecer requiere poco material genético para lograrlo. Su serotipo no se
asemeja al del virus de la gripe porcina H1N1. Ataca en particular a
adultos jóvenes. Desde mediados de noviembre de 2009 la enfermedad se
habría propagado hacia la vecina Polonia -donde habrían 250.000 personas
afectadas-, Hungría y Bielorrusia.
El 13 de diciembre de 2009, los especialistas ucranianos identificaron
al virus Bukyvyna, sin encontrar a la fecha ningún tratamiento
específico efectivo contra la dolencia. El virus Bukyvyna es
extremadamente tóxico y capaz de penetrar a través de la vías
respiratorias y de la mucosa ocular. Por su parte, las autoridades
ucranianas mantuvieron un sospechoso silencio oficial, e incluso
prohibieron al personal sanitario hablar o hacer declaraciones sobre
esta plaga neumónica. Los grandes medios corporativos de información
ignoraron por completo el suceso.
Aunque un siniestro componente político se devela de inmediato. El
entonces presidente de Ucrania, Victor Yushchenko, a las puertas de una
elección que de seguro perdería el 17 de enero de 2010, literalmente
dijo en una carta al Fiscal General de Ucrania fechada el 4 de noviembre
de 2009 que `la democracia en el país sea reemplazada por un mando
militar y una comisión inter departamental al mando de la OMS y de las
Naciones Unidas`. En dicha misiva también se acusa de negligencia y
corrupción al Inspector Sanitario de Kiev y sus empleados.
La respuesta a estas declaraciones fue un comunicado de los médicos y
especialistas ucranianos donde denunciaron el carácter diseñado de la
pandemia gripal y apuntaban directamente al presidente Victor Yushchenko
y a sus agentes como los culpables del ataque biológico con la
intención explícita de retener el poder.
Fuentes médicas afirman que muchos de los muertos y enfermos severos
fueron vacunados, desarrollando la enfermedad a las dos o tres semanas, e
infectando además a sus familiares y allegados. Aproximadamente 200.000
personas se habrían vacunado en Ucrania contra la gripe estacional o
contra la gripe porcina A H1N1.
Pero ¿por qué el virus `California` –H1N1- apareció solo en Ucrania
Occidental? ¿De dónde provienen estos virus `inteligentes` que no
necesitan cruzar fronteras? ¿Por qué la pandemia se intensificó a medida
que avanzaba la campaña electoral? Las respuestas a estas preguntas no
han de buscarse en el ámbito sanitario, sino en la esfera política. No
hay ninguna explicación epidemiológica o virológica posible. Más allá de
una duda razonable la aparición inexplicable del virus `California`
indica que el brote de la pandemia en este territorio específico fue
debido a actividades planificadas y organizadas para provocar un
genocidio. Una forma irracional de mantener el poder político a costa de
la vida de personas inocentes.
Finalmente las elecciones se celebraron como estaba previsto, Victor
Yushchenko apenas lanzó el 5% de los votos y perdió la presidencia para
el candidato opositor Viktor Yanukovich, quien derrotó en segunda ronda a
la candidata oficialista Yulia Timoshenko. De inmediato, el bloque de
la entonces primera ministra ucraniana intentó sin suerte impugnar los
resultados de la elecciones. Los observadores internacionales avalaron
la victoria opositora. Yanukóvich asumió la presidencia de Ucrania el 25 de febrero de 2010.
`Tuvimos que crear un fantasma y luego un caballero blanco entrando
para salvar la situación`, afirmó Taras Berezovets, asesor de campaña
del partido BYuT de Yulia Tymoshenko. Quien entró en acción organizando
el despacho de la droga antiviral Tamiflu luego de una conferencia de
prensa en el aeropuerto de Kiev en las primeras horas del 2 de noviembre
de 2009. Puso en cuarentena a nueve regiones del país, cerró todas las
escuelas y universidades, y solicitó al presidente millones en fondos de
emergencia para luchar contra lo que el gobierno ucraniano decía ser la
`plaga del siglo XXI`. Incidentalmente, también prohibió todas las
reuniones masivas y políticas, sólo después que la primera ministro y
principal candidata oficialista tuviera la suya.
Todo conduce a creer que los casos fatales de Ucrania son
una nueva cepa del virus H1N1 que tiene una mutación RBD D225G. Se
informa que el virus es una mezcla de H1N1 y parainfluenza, que ocasiona
fallas cardiopulmonares y la destrucción total de los pulmones. Luego
de que la farmacéutica Baxter enviara material vivo de la gripe aviar a
un laboratorio en Ucrania existe la sospecha que Baxter sea parte de un
brote planificado y cuidadosamente orquestado que dio origen a una
bioarma en Ucrania. Es parte del plan de las grandes farmacéuticas crear
una amenaza exagerada para aumentar las ventas de vacunas y
antivirales. Además la OMS y CDC desean desviar la atención de un
repunte epidémico mundial de tuberculosis, y para ello concentran la
atención en los brotes de gripe. En efecto, recientemente la OMS
modificó sus categorías de causas de muerte para incluir a los
fallecidos por influenza en el mismo grupo que las muertes por
tuberculosis y otras enfermedades pulmonares.
Al parecer en Ucrania se diseñó primero un colapso económico como una
operación mayor, y también un plan de liberación masiva de agentes
biológicos y material de pandemias, en el intento de justificar la
implementación de un orden militar, con inmunizaciones forzosas para
inocular una vacuna no probada como idónea, implementar cuarentenas
perentorias y expandir el pánico entre la población.
Ninguna de las vacunas contra la gripe porcina A, o A-H1N1,
obtuvieron resultados fiables en pruebas clínicas, ni hay detalles de
sus componentes y peor información acerca de los efectos secundarios. La
secretaria de salud de los Estados Unidos, Katleen Sebelius, firmó en
2010 un decreto dándole completa inmunidad jurídica a los fabricantes de
vacunas contra la gripe A-H1N1 en caso de demandas por parte de
víctimas de las vacunas, ya sea por efectos secundarios indeseables, o
por causar la muerte. La señora Bachelot, ministra de Salud de Francia, a
inicios de febrero 2009 pidió a un grupo de legisladores
constitucionalistas un memorando sobre un plan general de vacunación
impuesto y forzoso, con la pregunta ¿es ilegal e inconstitucional? A lo
que los expertos invocaron que en una situación excepcional o en estado
de urgencia sanitaria justificaba ampliamente suprimir todas las
libertades individuales. Por qué casualidad el presidente Nicolás
Sarkozy tuvo la intuición de firmar un contrato de inversión de 100
millones de euros, el 9 de marzo del año 2009, para construir una
fábrica de vacunas antigripales, nada menos que en México, en donde
surgió la pandemia.
La gripe estacional infecta a 1.000 millones de personas alrededor
del mundo y mata anualmente entre 250.000 y un millón de pacientes, o
sea a un promedio de más de 1.000 muertes diarias, según cifras
oficiales de la Organización Mundial de la Salud. Los medios de prensa
del mundo repiten diariamente que el virus de la gripe A-H1N1 va a
provocar una hecatombe de víctimas, cuando los hechos demuestran que es
una simple gripe, menos grave que la influenza estacional ordinaria, y
que sólo se ha relacionado con 2.000 muertes en todo el mundo durante
los 5 primeros meses del año 2010. La gripe estacional habrá matado a
200.000 en el mismo lapso de tiempo. A pesar de estas cifras
insignificantes de morbilidad y mortalidad, desde junio del año 2009, la
mayoría de los países pasaron encargos gigantescos que suman cientos de
miles de dosis de vacunas. Francia encargó 94 millones de dosis,
Bélgica 12.6 millones de dosis, Suiza 13 millones, Estados Unidos 195
millones, Canadá 50.4 millones. Leyes de excepción han sido votadas en
la mayoría de los países, sin que se sepa su contenido.
El ejército norteamericano se entrenó a poner retenes, colocar
brazaletes de identificación con chips RFID a las personas que acepten
vacunarse, y detener a los que se niegen para su respectiva cuarentena
en campos de aislamiento forzado. No se dice que en los últimos cuarenta
años la vacuna contra las diferentes cepas y variantes de gripe, jamás
ha tenido un impacto positivo en la incidencia de la enfermedad, muy al
contrario, un estudio internacional demostró que los vacunados se
infectan de gripe más a menudo que los no vacunados. Se autoriza a
añadir en la inminente vacuna contra la gripe A-H1N1, un adyuvante como
el escualeno en una proporción un millón de veces superior al permitido,
cuando la Cámara de Representantes lo había específicamente reconocido
como el responsable del síndrome de la primera guerra del Golfo en 1990, dolencia que afectó a 180.000 soldados, o el 25% del total de
la tropa ´inmunizada´ contra el ántrax. Para el tratamiento clínico de
la gripe se presenta al Tamiflu como un antiviral eficaz, cuando todas
las campañas de uso de este producto se revelaron ineficaces, y además
se sospecha que dicho medicamento provoca numerosos desórdenes
psicológicos y neurológicos en pacientes hasta 18 años de edad.
En 1981 se detectó en Estados Unidos un aumento repentino de
los casos de un tipo de neumonía poco común por Pneumocystis carinni,
dolencia que en general afecta a pacientes con las defensas naturales
inefectivas o bajo inmunosupresión, todos ellos con un conteo de los
llamados linfócitos T CD4 muy bajos, la mayoría varones jóvenes y
homosexuales. Fue cuando se empezó a hablar del Síndrome de la
Inmunodefiencia adquirida, Sida. Ya entonces quedaba claro que es una
enfermedad que se manifiesta en personas con su sistema inmunológico
deprimido.
La asociación de la dolencia con la homosexualidad fue tan notable
que en sus inicios se la denominó Grid, en inglés gay related inmuno
deficency, o inmunodeficiencia asociada a la homosexualidad masculina.
Incluso en la actualidad los homosexuales siguen siendo culpados por la
propagación del Sida entre la población. La idea más arraigada es que el
VIH Sida proviene de un virus de mono africano que se transmite
sexualmente y puede ser tratado con drogas nocivas. Pero la verdad es
que la pandemia del Sida ha sido fabricada por el Complejo Médico
Industrial y ha proliferado gracias a la acción de los gobiernos.
El Sida es el peor estado de deterioro que el ser humano pueda
tolerar, ya que compromete múltiples sistemas orgánicos, pero en
especial el sistema inmunológico y sus correlativos. El Sida no es como
se afirma una enfermedad infecciosa producida o provocada por un
retrovirus llamado VIH, acrónimo para el virus de la inmunodeficiencia
humana. El Sida es una enfermedad de origen tóxico y nutricional no
contagiosa causada por envenamiento crónico con agentes químicos,
físicos, electromagnéticos, biológicos y psico-neurológicos,
directamente relacionada al estilo de vida de las personas en riesgo y
sobre todo a la pobreza, en cuyo caso se habla de Sina, o Síndrome de
Inmundeficienca Nutricional Adquirido.
Los nuevos avances en biotecnología, biología molecular e ingeniería
genética recombinante fueron rápidamente militarizados. La pandemia del
Sida comenzó como resultado directo de experimentos genéticos para
aplicación militar. En el año 1969, el Departamento de Defensa solicitó a
los laboratorios de guerra del Pentágono, un virus que pudiera destruir
la respuesta inmune de los seres humanos. Este germen de ingeniería
genética o ´agente biológico sintético´ tendría que ser muy diferente a
cualquier microorganismo conocido. Entendido así el Virus de la
Inmunodeficiencia Humana -VIH-, sería en realidad un germen de cepas
genéticamente modificas surgido de la experimentación para la guerra
biológica, y diseñado específicamente como un arma de destrucción
masiva.
Los Estados Unidos tienen el mayor arsenal de armas químicas y
biológicas del mundo, lo suficiente para despoblar por completo el
planeta varias veces. Funcionarios del gobierno, compañías
farmacéuticas, organismos internacionales y científicos de renombre
aseguran que la guerra biológica es una alternativa para la guerras
convencional y nuclear. Mucho más baratas de producir, las armas
biológicas tienen la ventaja de matar la vida sin destruir la propiedad.
Durante décadas la despoblación del llamado Tercer Mundo ha sido la
más alta prioridad de largo plazo en la política exterior de Estados
Unidos. Clasificada como secreta la ´Reducción de la tasa de población
de estos Estados es una cuestión vital de seguridad nacional para los
Estados Unidos´. Del memorando de Seguridad Nacional, escrito por Henry
Kissinger, en 1969.
´Hay que tomar medidas draconianas de reducción demográfica en contra
de la voluntad de las poblaciones. La reducción de la tasa de natalidad
ha demostrado ser imposible o insuficiente. Así pues debe haber un
aumento de la tasa de mortalidad. ¿Cómo? Por medios naturales. El hambre
y la enfermedad. La vacunación permite la selección de las poblaciones a
ser diezmadas. Facilita el genocidio de destino. Permite matar a las
personas de cierta raza, a un determinado grupo en un determinado país. Y
dejar a otros sin tocar. En el nombre de la salud y el bienestar, por
supuesto´. Robert McNamara, ex Presidente del Banco Mundial y ex
secretario de Estado de los Estados Unidos.
El Instituto Nacional de Salud Especial del Programa de Virus del
Cáncer, The National Institute of Health’s Special Virus Cancer Program
-SVCP-, diseñado para estudiar las leucemias y linfomas inducidos por
virus y retrovirus, era parte de un esquema federal clasificado, que
conecta Fort Detrick, la unidad de guerra biológica del Ejército de
Estados Unidos, y el Instituto Nacional del Cáncer. En 1971, los
laboratorios de guerra biológica del Ejército se convertirían en centros
para la investigación del cáncer. Como parte de la llamada guerra
contra el cáncer, la unidad militar de guerra biológica fue retitulada
como Frederick Cancer Research Center, y Litton Bionetics fue nombrada
la principal contratista militar del proyecto.
La tarea objetivo de los conjuntamente interconectados Instituto
Nacional del Cáncer -National Cancer Institute- y el Centro Frederick de
Investigación del Cáncer, fue ´la producción a gran escala de
sustancias que causan cáncer u oncogénicos, y de virus sospechosos de
ser oncogénicos, para satisfacer las necesidades de investigación sobre
una base continua´. Se prestó especial atención a los virus de primates y
a la propagación exitosa de grandes cantidades de virus oncogénicos,
animales o humanos que puedan causar cáncer, mediante un suministro
constante de animales de experimentación -monos, chimpancés, ratones y
gatos-, por lo que se establecieron múltiples colonias de cría para el
Instituto Nacional de Salud Especial del Programa de Virus del Cáncer
-SVCP-.
Al mismo tiempo ensayos de vacunaciones masivas de múltiples
componentes estaban en marcha en el África Central y Occidental. Esta
mezcla de virus se llama ´redistribución´, y es un acto deliberado de
crear virus pandémicos. Programas de inmunización con el apoyo de la
Agencia Internacional de Desarrollo -USAID-, los Centros de Control de
Enfermedades, la Organización Mundial de la Salud y la farmacéutica
Merck, Sharp & Dohme, probando por primera vez varias vacunas
combinadas contra sarampión, la viruela, la hepatitis y otras virosis.
Cabe anotar que George W. Merck, de quien toma el nombre esta
farmacéutica, fue nombrado por el presidente Franklin D. Roosevelt,
durante la segunda guerra mundial, Director del Servicio de
Investigación Guerra encargado de supervisar la industria de armas
biológicas de los Estados Unidos.
A medida que el Instituto Nacional de Salud Especial del Programa de
Virus del Cáncer -SVCP- llegaba a su final, miles de homosexuales de
sexo masculino se inscribieron como conejillos de indias voluntarios en
experimentos patrocinados por el gobierno federal a través de las
farmacéuticas Abbott Laboratories y Merck, Sharp & Dohme, para
desarrollar una vacuna contra la hepatitis B, en Nueva York, Chicago,
Denver, San Luis, Los Ángeles y San Francisco. Ciudades que pronto se
convertirían en los epicentros principales de la nueva epidemia
relacionada con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, Sida. En
junio de 1981, la epidemia del Sida se convirtió en ´oficial´. Esto
no significa que el gobierno de Estados Unidos creó el VIH Sida, sino
que consideró factible crear un virus como el VIH Sida ya en el año
1969, o una forma superior de matar.
Las hipótesis políticamente correctas sobre el origen del Virus de la
Inmunodeficiencia Humana -VIH-, se remontan a la experimentación con
retrovirus animales como causas del cáncer en la década de los años 1960
y 1970, evidencia que se vincula a la introducción del VIH en
comunidades homosexuales y afroamericanas estadounidenses, a través de
experimentos con vacunas para prevenir la hepatitis B y programas
similares a finales de la década de 1970; y teorías que afirman que el
VIH se originó por un ´salto de especies´ de una zoonosis en los
chimpancés de la selva tropical africana a la población humana nativa,
alrededor de 1930 e incluso antes.
En una desacreditada ofensiva mediática de los científicos del
gobierno de Estados Unidos, en 1999 se presentó un bizarro ´árbol
genealógico´ filogenético ancestral de virus de los primates, para
probar que el Virus de la Inmunodeficiencia Humana -VIH- era el
descendiente genético de un virus de chimpancé de la selva africana.
Entre la población afroamericana es común creer que el VIH es un virus
producido por ingeniería genética para acabar con su raza, un arma
biológica etno-específica.
La teoría del origen africano del Sida, que se desarrolló en los
monos nativos y que contaminó al ser humano, ha sido abandonada por la
mayoría de los investigadores. Todas las variedades conocidas de SIV
-Virus de Inmunodeficiencia Simia- son estructuralmente tan disímiles
con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana -VIH- que un origen común
está fuera de cuestión. En el proceso de decodificación comparada de la
estructura genética por biología molecular de los virus de los monos
africanos y del Virus de la Inmunodeficiencia Humana -VIH-, se determinó
que las secuencias genéticas de los dos virus difieren en más del 50%,
lo que indica que no existe ninguna relación genética entre el virus del
mono y el VIH. Pero por donde sea un ´monkey business´ o negocio del
mono que resulto muy lucrativo.
Los medios de comunicación dominantes persisten en promover historias
poco probables sobre el origen del Sida, evitando siempre la discusión
de la hipótesis que el VIH surgió de un laboratorio como agente diseñado
para la guerra biológica, que no se ha probado sea capaz de infectar a
los seres humanos y siempre señalando al África como el origen de la
pandemia.
Los principales grupos de riesgo para contraer Sida son homosexuales,
bisexuales, prostitutas, alcohólicos, drogodependientes, hemofílicos,
receptores de sangre y hemoderivados, y los pobres en particular; de
común todos ellos tienen una inmunodepresión por intoxicación químico
ambiental, que hace al organismo afectado sobre producir anticuerpos que
se detectan en la llamadas pruebas de laboratorio para el Sida.
Nunca
antes la humanidad ha estado expuesta a tal cantidad de agentes tóxicos
de tan variado origen como a partir de la década de 1950 y eso en
esencia es la causa del Síndrome de Inmunodefiencia Adquirida.
El Sida es un síndrome multifactorial causado por el abuso de drogas,
la desnutrición, el alcoholismo, los medicamentos tóxicos, los químicos
organoclorados, los pesticidas y la misma devastación psicológica
inducida por el diagnóstico seropositivo al VIH; al igual que la mayoría
de los cánceres que son originados por la amplia variedad de sustancias
químicas tóxicas que los gobiernos permiten en los alimentos, las
medicinas y los productos industriales que abundan en el medio ambiente.
Entre los mitos urbanos atribuidos al Sida tal vez el más importante
es el de ser una enfermedad viral grave muy contagiosa y de transmisión
sexual. Pero no hay ninguna prueba científica que así lo corrobore. En
realidad el Sida es producto elaborado por las sociedades con alta
demanda de bienes y servicios, que han acabado por alterar los padrones
fisiológicos y mentales de las poblaciones expuestas a semejante
concentración de agentes ambientales potencialmente venenosos. El hecho
de una persona dar seropositivo a una exámen de laboratorio para el Sida
no significa otra cosa que tener determinados anticuerpos[17] que
reaccionan a una prueba de laboratorio no específica que identifica y
valora tales anticuerpos, pero en cualquier caso no son prueba alguna de
la presencia del VIH en la sangre del paciente.
El Sida también es el resultado de la quimioterapia farmacéutica
masiva. A partir de la década de los años 1980, empezaron a aparecer
las graves consecuencias físicas y mentales del uso crónico de
sulfonamidas, sustancias usadas en medicamentos quimioterápicos
preventivos, en especial contra infecciones respiratorias y urinarias,
muy frecuentes entre la comunidad homosexual masculina de costumbres
sexuales promiscuas.
Las mitocondrias celulares están integradas como organelos de enlace
que relacionan la actividad bacteriana y el sistema tisular humano,
siendo los pulmones celulares de la cadena respiratoria del trifosfato
de adenosina -ATP-, molécula energética fundamental de la vida orgánica.
Las mitocondrias afectadas por las sulfonamidas sufren mutaciones en su
ADN, que no tiene los mecanismos de autoreparación de los que sí
dispone el ADN nuclear, mutaciones que se transmiten directamente de la
madre gestante al feto, pues el ADN mitocondrial no proviene, como el
nuclear, de ambos padres por vía sexual, sino que es exclusivamente
materno.
Las pruebas de laboratorio para identificar el supuesto virus
sospechoso de producir el Sida son tres: Elisa, Western Blood y Carga
Viral. El Elisa en una técnica inmunoenzimática e inespecífica para
detección de anticuerpos patentada por la farmacéutica Abbott, que como
el mismo fabricante advierte en cada set de ensayo que comercializa, no
sirve para efectuar el diagnóstico laboratorial del Sida. En julio del
año 1999 Abbott, entre otras denuncias al respecto, fue multada por el
gobierno norteamericano en 100 millones de dólares a causa del fraude de
las pruebas Elisa para Sida.
El Western Blood en cambio es una técnica de confirmación
inespecífica e inestable para anticuerpos, utiliza un sistemas de bandas
que contiene secciones de fragmentos de antígenos proteicos del VIH con
la cuales reaccionan los anticuerpos del suero estudiado. Es importante
notar que ninguna de las proteínas usadas en las pruebas de anticuerpos
VIH son específicas del VIH, y que ninguno de los antígenos que se dice
son específicos al VIH se encuentran solamente en personas que resultan
VIH positivos. De hecho, muchos pacientes diagnosticados VIH positivos
no tienen estos antígenos VIH en su sangre. La prueba de Carga
Viral[18], de reacción en cadena de la polimerasa –PCR-, se basa en la
copia de fragmentos de ácidos nucleicos que parecen el virus, y que como
en los casos anteriores, el laboratorio fabricante Roche, también
advierte no ser específica para el VIH. Las tres pruebas apenas
determinan la carga tóxico ambiental de los afectados con anticuerpos
poliespecíficos para la gran cantidad de antígenos a los que han estado
expuestos.
Los llamados examen del VIH reaccionan dando positivo ante más de 70
patologías -hemofilia, hepatitis, tuberculosis, gripe o malaria entre
las más comunes- o en situaciones como embarazo de varios hijos, sexo
anal receptivo, transfusiones sanguíneas periódicas, transplantes, o ser
vacunado de hepatitis, gripe, tétano, entre otras, que no tienen nada
que ver con el VIH, en lo que se llama reacciones cruzadas.
La mayoría de personas que dan positivo a los exámenes del VIH se
encuentran en una situación de un tipo u otro de estrés crónico tóxico
ya sea por drogas, metadona, popper[19]; medicamentos de síntesis
química; proteínas extrañas que acompañan al Factor VIII administrado a
los hemofílicos; estrés psicoemotivo; infeccioso –por ejemplo repetidas
infecciones con enfermedades de transmisión sexual-; nutritivo; hábitos
de vida insanos; mala nutrición; pobreza. En definitiva, los exámenes de
laboratorio para diagnosticar el VIH como el causante del Sida no son
fiables ni específicos, hasta el colmo de que toda interpretación de sus
resultados es en extremo subjetiva.
Aún se debe determinar si el VIH puede de hecho tener efectos
selectivos inmunológicos sobre la infección, es decir que afecta más a
la función de las células T en comparación con la función de la células
B. Y también la posibilidad de definir si la misma respuesta inmune a
los virus en general se ve genéticamente afectada de forma más o menos
selectiva por la acción antiviral de las células linfáticas. Las células
T y sus tres subtipos básicos son glóbulos blancos que participan en
una variedad de reacciones inmunes directas. En cambio las células B
combaten la infección principalmente al producir anticuerpos
específicos.
Epidemiológicamente, el Sida no cumple ningún requisito para ser
considerada como una enfermedad infecciosa. Hay un sinnúmero de personas
que son seropositivas al HIV y nunca desarrollan el Sida. Al mismo
tiempo, hay un gran cantidad de pacientes, al menos seis mil reportados,
que murieron de Sida pero siempre fueron seronegativos al VIH. A este
grupo de fallecidos se les diagnosticó arbitraria y oficialmente una
Linfocitopenia diopática de células T, en un claro montaje nosológico
anticientífico que busca justificar la apreciación equivocada pero dada
por cierta que la humanidad tiene acerca del Sida.
En estudios de pruebas cruzadas que rastrean las formas de contagio
entre parejas, se determinó que antes de hacer el diagnóstico
laboratorial de Sida había una inmunodepresión, es decir, el efecto
antecedía a la causa, algo imposible para una enfermedad infecciosa.
El VIH es un germen muy singular que incorpora elementos que hacen
que un subtipo de glóbulos blancos normales llamados linfócitos T4 o
adyuvantes de las células con receptores de membrana Cd4, repliquen más
virus a través de un proceso antinatural exclusivo. Uno de los
principales componentes teóricos del VIH es una cadena única de material
genético, una hebra de ácido ribonucléico o ARN, cuyo código genético
se dirige a producir una cadena similar de ácidos nucleicos llamados
ácidos desoxirribonucleicos, el ADN, que es el código genético de todas
las células para reproducirse con normalidad. El ADN dirige la
fabricación de todas las nuevas proteínas y de otros componentes de la
célula, incluyendo el ARN.
En el caso de una infección por retrovirus ARN esta dirección natural
sería comandada a actuar en sentido inverso. En este supuesto caso el
ARN viral dirige la fabricación de un ADN extraño mortal, y entonces las
órdenes de la maquinaria reproductiva de la célula generarían más virus
en lugar de nuevas células sanas. Este cambio en el control de la
reproducción se lograría en parte porque el ARN y el ADN son muy
similares. La única diferencia entre ellos supone la sustitución de una
molécula de azúcar relacionada, denominada uracilo en el ARN, por otra
llamada timina en el ADN.
Los virus del Sida tendrían un atractivo especial para los linfocitos
T4, células sanguíneas especializadas que poseen receptores de membrana
Cd4, que sirven para detectar y ayudar a destruir antígenos extraños, a
través del complejo sistema inmunológico de defensa. Estos receptores
Cd4 se unirían a una parte de la envoltura externa del VIH que se conoce
antígeno gp120, que permite la interacción del virus del Sida al
trasportarlo a través de la membrana exterior de protección de los
linfocitos T4, y una vez dentro de la célula, la envoltura viral se
abriría liberando un tipo único y especial de ARN en la célula humana,
la transcriptasa inversa, enzima así llamada porque revierte el proceso
de copiado del ADN al ARN, un código específico para producir un nuevo
ADN de cadena proviral, que se conoce técnicamente como la ARN
polimerasa dependiente de ADN.
Entonces se ordenaría a la célula linfática a producir una secuencia
de genes de ADN de los virus ARN en plantilla, exactamente lo contrario a
lo que ocurre en las células normales no infectadas. Este provirus de
ADN ingresaría al núcleo de la célula donde se mantienen los materiales
genéticos. Ahí el provirus se insertaría en la secuencia del gen
anfitrión normal a través del trabajo de otra enzima única conocida como
endonucleasa viral, que funciona para abrir la hebra de ADN de la
célula normal, permitiendo que el provirus recién formado se inserte, y
luego durante el funcionamiento normal de la célula, el provirus diriga a
las proteínas virales anómalas que se reproducen formando nuevos virus.
Esta en resumen la teoría de Robert Gallo para explicar la acción de
los retrovirus en el cuerpo humano.
Los mecanismos a cargo de la síntesis de proteínas y aminoácidos por
los linfocitos T que requieren el fallo del sistema inmunológico y las
enzimas específicas que se necesitan para producir tales efectos, junto
con una mutación del cambio de pares de bases en los genes de los
glóbulos blancos que degraden el ADN, para provocar un fracaso completo
del sistema inmunológico, identifican a la ARN polimerasa dependiente de
ADN como supuesta responsable.
Se sabe que los hemofílicos tienen una inmunodepresión latente
severa, entre otras causas por necesitar transfusiones de sangre
periódicas, elemento extraño de por si muy tóxico, y también porque
requieren el factor VIII para la coagulación sanguínea, en aquel
entonces no purificado, a diferencia del que se les suministra
actualmente. Este sólo hecho ha permitido bajar la incidencia del Sida
entre los hemofílicos.
Para comprender la magnitud políticamente interesada atribuida a la
epidemia del Sida, en el encuentro que la OMS organizó en Bangui,
República Centroafricana en el año 1985, se estableció que para los
países en vías de desarrollo no era necesario, por falta de medios
económicos y tecnológicos, dar positivo en ningún exámen de Sida para
considerar a una persona enferma de Sida y, por lo tanto, infectada por
el VIH. Solamente es necesario presentar dos de entre tres signos
mayores y uno de entre siete signos menores, por lo demás comunes en el
continente africano, para ser diagnosticado como enfermo de Sida y
sujeto, eso si, a un tratamiento clínico especial.
Es lo que se conoce como Definición Bangui de un Caso Clínico de
Sida. Esto supone una redefinición oportunista a casos de SIDA de
enfermos con síntomas de enfermedades habituales y extendidas en África,
y explica la tan cacareada terrible epidemia de SIDA de los titulares
de prensa, en especial sobre el África sub sahariana. La Organización
Mundial de la Salud, los Centros de Control de Enfermedades de Estados
Unidos y la Industria del Sida han patrocinado una epidemia de VIHitis
en Africa con el consiguiente desvío de dinero, atención médica y
personal de salud de los verdaderos problemas sanitarios locales como la
malaria, la tuberculosis, las disenterías, las enfermedades de
transmisión sexual y una maternidad segura, entre otros. Con ello se
deja de dar a la población Africana la medicación contra las
enfermedades reales que padecen, ni se diga alimentos o saneamiento
básicos preventivos, condenándola así a una cruel muerte lenta.
En la XI Conferencia Mundial de SIDA celebrada en Vancouver en julio
de 1996, se estableció como tratamiento oficial administrar de inmediato
y en grandes dosis la terapia combinada de varios fármacos, los
llamados Cócteles Antirretrovirales[20]. El negocio redondo de los
tratamientos contra el SIDA se extendió del anterior monopolio de la
farmacéutica Glaxo-Wellcome, al posterior comercio compartido, según un
acuerdo adoptado por doce empresas del sector de la industria de los
medicamentos, un mes antes de dicha Conferencia.
El primer tratamiento contra el Sida fue a base de nucleósidos
análogos químicos, patentado como zidovudina o AZT, un potente
inmunosupresor que se sintetizó como medicamento anticanceroso, pero que
fue prohibido en 1964 por ser letal. No obstante, maniobras
políticas y comerciales del fabricante Burroughs Wellcome, propias del
poderoso lobby farmacéutico estadounidense, hicieron que fuese
proclamado el primer tratamiento oficial contra el Sida, y aplicado con
funestos resultados a miles de personas tenidas por infectadas del VIH.
Las culpas recayeron sobre la enorme capacidad de mutación del VIH, toda
un gran timo publicitario. El zidovudina es tan tóxico que de acuerdo a
las convenciones industriales internacionales para el etiquetado de
venenos, la compañía de suministros químicos Sigma-Aldrie Chemie Gmbh,
etiqueta como venenoso y letal cantidades de 25 miligramos del producto
en mención para uso de investigación en laboratorio.
En realidad la farmacéutica Burroughs Wellcome no desarrolló ni
suministró la primera aplicación de la tecnología para determinar si un
medicamento tan tóxico como la zidovudina o AZT, vendido con el nombre
de marca Retrovir a 10 dólares la dosis cuando su costo de producción
era menor a 25 centavos de dólar, puede suprimir el virus vivo del Sida
en células humanas, ni desarrolló la tecnología para determinar a qué
concentración se puede lograr un efecto semejante en seres humanos.
Además no fue la primera en administrar AZT a un ser humano con Sida, ni
realizó los primeros estudios clínicos farmacológicos en pacientes.
Todo fue obra del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos
-NIH/NIC- asociado a científicos de la Universidad de Duke. Tampoco
realizó los estudios inmunológicos y virológicos necesarios para deducir
que el medicamento podría funcionar, y que por ello valía la pena
continuar con más estudios. Uno de los obstáculos para el desarrollo de
la zidovudina fue que Burroughs Wellcome luego incorporada a
Glaxo-Smith-Kline, no trabajó con virus vivos del Sida, ni quiso recibir
muestras de pacientes con la enfermedad.
En esencia, los cocteles antirretrovirales se componen de nucleósidos
análogos químicos[21], que son potentes inmunosupresores, cuya función
es impedir la división celular, algo reconocido por los propios
fabricantes, que informan en sus prospectos que los órganos diana son la
sangre y la medula ósea, y que por tanto entre otros efectos
indeseables producen graves anemias. Los inhibidores de las
proteasas[22] a su vez, impiden el funcionamiento orgánico celular, por
lo que también resultan tóxicos.
Se estima que los pacientes tratados con esta Terapia Antirretroviral
Altamente Activa –HAART- sufren en su absoluta mayoría graves eventos
clínicos no definidos como patognomónicos o característicos del Sida.
Las 4 clases de antirretrovirales y los 19 antirretrovirales aprobados
por la FDA –Administración de Drogas y Alimentos norteamericana- han
sido relacionados, directa o indirectamente, con eventos peligrosos para
la vida e incluso con la muerte por envenenamiento. La cura por terapia
con antirretrovirales es más mortal que la enfermedad del Sida, las
fallas cardíacas y hepáticas inducidas por estos medicamentos son la
principal causa de muerte entre los pacientes con el Síndrome de
Inmunodefiencia Adquirida.
Hay una clara y paradójica discrepancia entre la contestación
virológica al tratamiento y el empeoramiento en la progresión clínica
ante la terapia antirretroviral, ni tampoco suele darse un esperado
incremento en la conteo de linfocitos T-CD4. En conclusión, a más
duración del tratamiento con antirretrovirales mayor mortalidad, y antes
de siete años letalidad completa.
Tal como en el caso de los laboratorios que producen los exámenes de
pruebas para anticuerpos del VIH, la totalidad de las farmacéuticas que
producen los antirretrovirales advierten explícitamente sobre su real
eficacia, como son la GlaxoSmithKline con el Retrovir y el Combivir, la
Boehringer Ingelheim con el Viramune, la Merck con el Crivixam –droga
inhibidora de las proteasas-, o la Gilead Sciences con el Tenofovir.
Hasta la actualidad no se han cumplido las condiciones científicas
necesarias para demostrar a la comunidad científica especializada que se
ha aislado el retrovirus sospechoso de causar el Sida. Para aislar un
virus hay que presentar cuatro fotografías: del virus infectando
células, del virus solo, de las proteínas de su envoltura y de su ácido
nucleico. Luego hay que determinar qué aminoácidos componen sus
proteínas y qué letras genéticas su ácido nucléico, y para saber en qué
orden están colocados, hay que secuenciarlos. También se deben efectuar
los experimentos de control, es decir, hay que trabajar en paralelo con
el mismo tipo de células pero no infectadas. O sea, hay que hacer
exactamente las mismas operaciones con los mismos productos, en las
mismas concentraciones, durante el mismo tiempo, a la misma temperatura,
en exactamente iguales condiciones técnicas. El resultado ha de ser no
hallar nada que coincida con las fotos del virus. Por último, a medida
que se va progresando en la investigación, se deben publicar las
conclusiones en revistas científicas especializadas a fin de que lo
hecho pueda ser reproducido en otros laboratorios y llegar a los mismos
resultados. No hay ni una sola imagen por microscopía electronica del
VIH, prueba necesaria de su aislamiento y existencia. Lo que se han
presentado son fotografías de partículas intracelulares.
El Sida es con el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la
obesidad y la ansiedad uno de los mejores negocios de la industria
farmacéutica multinacional contemporánea. No hay evidencia teórica o
experimental que confirme que los antirretrovirales que comercializan a
precio de oro, solos o combinados con otras drogas, tenga el efecto
terapéutico que se les atribuye para combatir eficazmente el Sida. Al
contrario, la mayor parte de los pacientes que sobreviven al Sida son
quienes se negaron a tomar antirretrovirales[23].
De hecho, los
fabricantes y comercializadores de antirretrovirales, han culpado al
Sida de lo que causan los mismos antirretrovirales, la muerte por
envenenamiento iatrogénico. Se sabe perfectamente que han causado el
fallecimiento de decenas de miles de personas, la mayoría pobres y de
raza afro. La terapia medicamentosa del Sida es equivalente a una
intoxicación con receta médica.
En julio de 2000 se celebró en Durban, Sudáfrica, la XIII Conferencia
Internacional sobre Sida, gracias a la gestión personal del presidente
Thabo Mbeki. Por primera vez quedó patente el duro debate científico
soterrado por los grandes conglomerados de prensa, sobre la realidad del
Sida. La presión de las multinacionales farmacéuticas que producen
medicamentos antirretrovirales hizo que el presidente Thabo Mbeki
enviara entonces una carta oficial a varios dirigentes politicos
mundiales denunciando la `campaña de intimidación y terrorismo
intelectual` orquestada en su contra, por permitir un debate abierto
entre los llamados científicos `disidentes` y los aquellos que defienden
la teoría oficial sobre el origen y las causas del Sida, que nada más
es que un nombre interesadamente dado a una serie de enfermedades
identificadas hace años, que se manifiestan cuando el sistema
inmonológico está deprimido y que se las puede curar tratando la causa
real, su estrés oxidativo y nitrosativo.
`Preocupados por responder apropiadamente a la problemática del Sida
en Sudáfrica, muchos en nuestro país han instado al gobierno a que
permita que la drogas antirretrovirales estuvieran disponibles en el
sistema público de Salud. Existe sin embargo un enorme volúmen de
literatura científica que advierte, entre otras cosas, que la toxicidad
de estas drogas es tal que constituyen un grave peligro para la salud`.
Thabo Mbeki, octubre 28 de 2000.
El presidente Thabo Mbeki no lo dijo en público, pero una de las
personalidades que más presionaron para que cierta información clave se
diluya ante `la opinion pública`, fue el entonces vicepresidente de los
Estados Unidos Al Gore, el inefable personaje de las tramas del Y2K y
del Calentamiento Global, conocido lobbysta de la industria farmacéutica
norteamericana, y en especial del lobby del Sida y los
antirretrovirales.
En enero de 2007, el gobierno de Sudáfrica demandó por genocidio
ante el Fiscal General del Tribunal Criminal Internacional de La Haya a
Zackie Achmat, cabeza dirigente de la organización sudafricana TAC
-Treatment Action Campaign-, un grupo de cabildeo financiado por la
industria farmacéutica internacional y dedicado desde el año 1998 a una
intensa campaña de coacción política contra el gobierno sudafricano,
para obligarlo a aceptar los acuerdos comerciales con la industria
farmacéutica destinados a la compra de medicamentos antirretrovirales
para su prescripción en clínicas y hospitales públicos. Zackie Achmat y
la TAC lograron sus objetivos: administrar antirretrovirales en el
sistema sanitario público, en especial la llamada nevirapina a mujeres
diagnosticadas VIH positivas en periodo de gestación y a sus bebés
recién nacidos, todo ello contra la voluntad explícita del gobierno de
Sudáfrica. La demanda apunta en especial contra la la gigante
farmacéutica GlaxoSmithKline, acusándola de proveer antirretrovirales
altamente tóxicos que provocan o aumentan la inmunodeficiencia adquirida
de los pacientes a quienes se los administra, siendo así el auténtico
causante de la muerte de miles de personas en Sudáfrica.
¿Hay millones de africanos al borde de la muerte a causa del
imparable avance del Sida en ese continente depauperado? Así lo afirman
sin sonrojarse expertos oficiales de Naciones Unidas y de la
Organización Mundial de la Salud y lo cacarean la inmensa mayoría de
medios de comunicación. Pero, si es así ¿dónde están la pruebas y sobre
qué base se han efectuado tales cálculos? Nadie responde a tan simples
preguntas.
No les interesa, lo importante es vender el miedo y todos sus
productos derivados, incluidos los terroríficos cócteles
antirretrovirales, veneno y no medicamento, que generan pingues
beneficios económicos y de paso les facilita la eugenesia programada
para el Africa, dueña de estratégicos recursos minerales y energéticos.
Absolutamente nada permite afirmar, como se pretende desde la OMS, que
dos millones de africanos mueren cada año a causa de la infección por
VIH, ni justifica la falacia de argumentar que el total de los casos no
registrados representan el 97% de los casos totales.
En 1985, la Organización Mundial de la Salud - OMS- estimaba
que el 25% de la fuerza laboral africana sería eliminada en menos de
veinte años, y la esperanza de vida caería de los 60 a los 47 años. El
informe afirmaba que la infección por retrovirus provoca el ´daño
selectivo´ al sistema inmune, en particular a las glóbulos blancos
sanguíneos conocidos como células T, lo que también podría conducir al
cáncer. La Organización Mundial de la Salud recomendó una ´evaluación
sistemática´ de estos ´retrovirus inmunosupresores´.
Nunca se cumplieron la catastróficas predicciones sobre el avance
epidemiológico del Sida. Ni siquiera existe un modelo biológico que
explique el VIH Sida.
´Existen evidencias suficientes que toda la
base de la teoría está equivocada. El Sida no es una enfermedad tanto
como una estructura sociopolítica que pocas personas entienden y aún
menos se cuestionan´. Rebecca Culshaw.
Eso si, cada cierto tiempo las autoridades sanitarias de mayor perfil
sacuden a la población con datos y cifras alarmistas sobre el Sida. Hay
investigadores que niegan la existencia misma del VIH, en cambio otros
admiten su existencia pero no creen que sea responsoble de lo que se
conoce oficialmente como Sida.
Durante 1970, la Academia Nacional de Ciencias / Consejo Nacional de
Investigaciones, NAS-NRC, en inglés National Academy of Sciences /
National Research Council, habían informado al Departamento de Defensa y
a los asesores de seguridad nacional, que en los próximos 5 a 10 años,
probablemente sería posible crear un nuevo microorganismo infeccioso que
difiera en algunos aspectos importantes de cualquier organismo conocido
causante de enfermedades. Lo más importante de ello es que fuera
refractario a los procesos inmunológicos y terapéuticos de los cuales
dependemos para mantener como especie nuestra resistencia relativa a las
enfermedades infecciosas. El 21 de agosto de 1999 salió a la luz
pública el organigrama para `reducir` a la población Afro del planeta.
El diagrama de flujo con una lógica de investigación definida para el
VIH-Sida, está en la página 61 del informe número 8 de 1971, y
coordina más de 20.000 artículos científicos y quince años de informes
sobre la marcha de un programa estadounidense de desarrollo federal para
un virus secreto letal, en realidad un arma biológica selectiva.
Oficialmente dicho programa terminó en 1977.
El Virus de la Inmunodeficiencia Humana, VIH-Sida, fue desarrollado
gracias a fondos obtenidos por el Departamento de Defensa de los Estados
Unidos. El Departamento de Defensa ha pedido y recibido cientos de
millones de dólares por la Ley 15090 de la Cámara de Representantes. Ley
que fue revisada fuera de las audiencias públicas, delante de un alto
Comisionado del Comité de Asignaciones, durante el 91° Congreso, en el
apartado Revisión de las Asignaciones de la Defensa para 1970. El
apartado 5 de la Ley 15090 se titula Investigación, Desarrollo, Test y
Evaluación, del Departamento de la Armada, la Agencia de Proyectos de
Investigación Avanzada -Advanced Research Project Agency- DARPA y la
Investigación de Ingeniería en Defensa. La realización del programa y de
los laboratorios debía estar terminada para 1975, y el Virus de
la Inmunodeficiencia Humana, VIH-Sida, listo entre los años 1974-1979.
Alrededor de unos 2.000 jóvenes blancos homosexuales, en la llamada
´operación caballo de troya´, fueron inyectados con la vacuna
´encubierta´ de la Hepatitis B en 1978, a través de los Centros
para el Control de las Enfermedades y el Banco de Sangre de Nueva York.
El Mycoplasma es un agente patógeno desarrollado en los laboratorios
del ejército estadounidense en sus experimentos en el campo de las armas
biológicas, y que hace parte del mismo programa experimental que el
Virus de la Inmunodefiencia Humana, VIH-Sida. En las copias del informe
de la Oficina de Patentes -US Patents Office, la investigación estaba a
cargo del doctor Shyh-Ching. También hay un estudio desclasificado de la
oficina del Senado fechado 24 de Febrero de 1977, donde se refiere que
el equipo de investigadores a cargo de George Merck, habían conseguido
aislar el Mycoplasma bajo una forma cristalina. Extraído de la toxina de
la bacteria de la brucelosis, pudo ser cristalizado, guardado,
transportado y esparcido sin que se deteriorase. Esta cepa incluso puede
ser esparcida por diversos vectores como insectos, aerosoles o a
diferentes niveles de la cadena alimenticia.
El factor activo que actúa en esta forma de la brucelosis es el
Mycoplasma. La brucelosis desapareció desde que se pasteuriza la leche,
que es su portadora. Un pequeño recipiente que contenga el agente puro
en su forma cristalina, podría contaminar millones de seres humanos. En
la fase aguda no es radicalmente mortal, pero deja a las poblaciones
fuera de combate, y en la medida que el Mycoplasma se solubiliza en el
cuerpo, los análisis de sangre o de tejido, no pueden evidenciar su
presencia. Al Mycoplasma se le atribuye ser el agente desencadenante de
las peores formas de VIH-Sida; o de enfermedades autoinmunes por
brucelosis crónica o neurobrucelosis tan graves como la fibromialgia o
síndrome de fatiga crónica, y la esclerosis en placas.
Desde que en 1984 Robert Gallo, virólogo del Instituto
Nacional del Cáncer de Estados Unidos, y Margaren Heckler, ministra de
Salud del gobierno Reagan-Bush, en una politizada rueda de prensa
anunciaron al mundo que el VIH era la causa del Sida, el escándalo y el
fraude fueron su principal premisa. Gallo se presentó a si mismo como el
único descubridor del origen del Sida, afirmando que se trataba de un
nuevo virus ya aislado, al que llamó VLTH-III.
Desde entonces el VIH, un retrovirus mortal y contagioso, se
convirtió en la única causa del Sida y el caso fue cerrado hasta
convertirse en un dogma oficial. Además, si bien no existe cura,
medicamentos antivirales ralentizarían la progresión de la enfermedad. A
pesar de evidencia en contrario, el público sigue comprando estas
ideas. El hecho es que siempre ha habido especialistas cuestionando o en
desacuerdo con la teoría oficial y el enfoque de tratamiento, pero han
sido silenciados y ridiculizados. El Virus de Inmunodeficiencia Humana
-VIH-, al igual que todos los retrovirus, es inofensivo y
bioquímicamente inactivo, porque no cumple ninguno de los criterios
habituales de las leyes de la virología para establecer que un
microorganismo causa una enfermedad.
Robert Gallo era un oficial médico del proyecto de estudio de
primates, contratado por Litton Bionetics, para inducir cáncer en
tejidos humanos y en varias especies de monos. En el año 1977 el
Instituto Nacional de Salud Especial del Programa de Virus del Cáncer
-SVCP- llegó a su fin. Según Robert Gallo, ´científicamente el problema
era que nadie podía suministrar una clara evidencia de cualquier tipo de
virus en tumores humanos, ni siquiera un virus de ADN, y la mayoría de
los investigadores se negaron a admitir que los virus no juegan ningún
papel en los cánceres humanos´.
A inicios de 1980, Gallo dijo haber descubierto el primer
retrovirus humano, al que finalmente logró presentar como causante de la
leucemia humana de células-T, por lo que le puso el nombre de VLTH, o
Virus de la Leucemia de células-T Humana. Es interesante subrayar que la
L del mismo retrovirus tuvo tres significados distintos. Gallo trabajó
durante algunos años en busca de una enfermedad infecciosa por
retrovirus. Al haberla encontrado en una persona con linfoma, primero la
L significó Linfoma. Cuando gracias a las orientaciones de un equipo
holandés y a los esfuerzos de un investigador japonés logró asociarlo a
un tipo de trastornos leucémicos, la L pasó a significar Leucemia. Y
durante el año en que Robert Gallo intentó vanamente que el mismo virus
que se suponía causaba la multiplicación anómala de glóbulos blancos en
el marco de que un tipo de leucemia fuese reconocida como la causante de
la muerte de linfocitos; en el origen del Sida no obstante, la dichosa L
transitoriamente indicó Linfotrópico.
Cuando se inventa el Sida de origen infeccioso en 1981,
comienza la carrera entre diferentes equipos de investigadores para
determinar su causa. Gallo propuso al VLTH como responsable del sida.
Pero le resultó imposible hacer aceptar que el VLTH fuese tan
multifacético. Llamar VLTH-III al VIH que finalmente sí consiguió hacer
reconocer como causa del Sida, era una forma de señalar una gran
similitud con su propuesta de solución anterior y de reivindicar así
toda su línea de investigación. Pero, ¿cómo consiguió Gallo por fin ser
reconocido como el descubridor de un supuesto virus VIH causante del
Sida? Actuando en contra de los cánones científicos establecidos.
Los tristemente célebres cuatro artículos de Gallo en la revista
Science no contienen prueba alguna de aislamiento de un virus, y menos
de que fuese la causa del Sida. Pero no hacía falta. Los principales
medios de comunicación, manipulados por Gallo y los intereses para los
que trabajaba, ya habían convertido en verdad pública y social mundial
dos feas mentiras: que se hubiese encontrado un nuevo virus, el VIH, y
que fuese la causa del Sida.
Pero no solo eso, el mismo día del siniestro anuncio de Gallo y el
gobierno de Reagan-Bush, se presentaba también la prueba de laboratorio
Elisa que supuestamente servía para detectar el VIH en la sangre de los
afectados. Regalías millonarias en derechos de propiedad se acababan de
santificar. Al punto que Luc Montagnier, virólogo del Instituto Pasteur
de Francia, y quien había entregado datos relevantes a Gallo sobre sus
investigaciones con retrovirus, de inmediato denunció a su colega por
fraude y robo.
Fue el comienzo de una agria disputa comercial entre Francia y Estados
Unidos por la paternidad del VIH y del Elisa para encontrar anticuerpos
atribuidos a su presencia. Este litigio llevó a una reunión el 31 de
marzo de 1987 en la Casa Blanca entre los presidentes Ronald Reagan y
Jacques Chirac, en la que llegaron al acuerdo de presentar a Luc
Montagnier del Institute Pasteur-IP- y a Robert Gallo del Laboratory of
Tumor Cell Biology -LTCB- como codescubridores del VIH, y de repartirse
al 50% ambos gobiernos el dinero ingresado por los derechos de propiedad
del Elisa.
´Datos falseados y experimentos secretos, virus fantasmas y genes
desaparecidos, resultados irreproducibles y notas de laboratorio
embrolladas, cultivos sin etiquetar y fotografías manipuladas. Es la
historia de un científico influyente e intimidador que persiguió un
virus erróneo durante más de un año para luego emerger con un hermano
virtual genéticamente gemelo del virus que había sido realmente
descubierto por sus rivales de París. Lo que ocurrió en el laboratorio
de Robert Gallo es un misterio que quizá no será nunca aclarado. Pero la
evidencia abrumadora es que hubo o un accidente o un robo´. John
Crewdson, periodista del Chicago Tribune, 19 de noviembre de 1989.
El Senado y el Ministerio de Salud de Estados Unidos ratificaron en un
informe estas conclusiones periodísticas. ´No hay duda alguna que los
científicos del Instituto Pasteur fueron los primeros en aislar el virus
del Sida. Los científicos del Laboratory of Tumor Cell Biology
realizaron todos estos experimentos con el virus del Instituto Pasteur.
Un cuerpo sustancioso de evidencia circunstancial muestra que desde el
momento inicial de sus experimentos los científicos del Laboratory of
Tumor Cell Biology conocían o tenían razones para conocer que el virus
con el que estaban trabajando y que reclamaban como propio era el del
Instituto Pasteur. Los científicos Laboratory of Tumor Cell Biology
sabían que había algo que esconder e hicieron todos los esfuerzos para
hacerlo´.
En 1997, Robert Gallo fue condenado en su país por mala conducta
científica y pero al poco tiempo plenamente rehabilitado. Cabe anotar
también que las publicaciones de la autoría de Robert C. Gallo y sus
colegas afiliados a los laboratorios de investigación Bionetics o
Bionetics Litton, filiales de Litton Industries Inc., figuran entre las
compañías de mayor grado de contratación y participación en la
investigación y desarrollo de armas biológicas durante la década de los
años 1960 y 1970.
En 1990, Luc Montagnier formuló su hipótesis de la necesidad de
otro factor desencadente o causal al llegar a la conclusión de que el
VIH por si mismo no puede matar célula alguna, reconoció además no haber
aislado ningún virus ni establecido relación alguna con el Sida. Eso
determina que no pueda disponerse de los elementos esenciales para
fabricar un examen de laboratorio para anticuerpos, ni realizar
mediciones de Carga Viral. En realidad nadie sabe lo que significa dar
negativo o positivo en tales exámenes, y hasta deberían prohibirse para
propósitos de diagnóstico, por el estigma y el trauma psicológico que se
deriva de un resultado seropositivo inespecífico para Sida.
En marzo de 1987, Peter Duesberg, profesor de biología molecular de
la Universidad de California, Berkeley, también Miembro de la Academia
Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, y uno de los principales
expertos mundiales en retrovirus, un campo en el que fue pionero,
escribió en la revista especializada Cancer Research que no creía que el
VIH, un retrovirus, causara el Sida. Argumentó que el VIH era demasiado
inactivo, infectaba muy pocas células, y era casi imposible incluso
encontrarlo como responsable de infectar pacientes de Sida. Puesto que
es extremadamente complicado aislar el virus, la detección de
anticuerpos pasó a ser el indicador de infección, lo que Peter Duesberg
contesta como algo altamente inconsistente. Los anticuerpos dominantes
sobre un virus que virtualmente no se puede encontrar, siempre han
significado que el sistema inmunológico ha triunfado sobre el invasor,
no capitulado ante el mismo. Hay casos de Sida sin VIH o anticuerpos,
por lo tanto desbaratan tal hipótesis.
El Centro de Control de Enfermedades -CDC- ha cambiado varias veces su
definición de Sida, extendiéndose para incluir más síndromes y
enfermedades, todas las cuales son muy anteriores al Sida, y a veces a
ninguna enfermedad en absoluto. No obstante para el CDC el Sida es una
epidemia mortal que puede ser diagnosticada en ausencia total de
enfermedad clínica.
La principal observación virológica de Duesberg sobre el VIH es que los
virus en general provocan la enfermedad cuando matan las células que
parasitan. En el caso del VIH, según se dice responsable de la perdida
de células T CD4 del sistema inmunológico, de cada 1.000 células T CD4
apenas un promedio de 4 aparecen infectadas por el VIH. Algo que en el
caso de la gripe es de 30 por ciento de las células pulmonares, o en el
caso de la hepatitis de 100 por ciento de las células hepáticas. Los
virus sólo trabajan en un sentido y sólo pueden ser tóxicos si afectan
una célula, no trabajan a distancia, no hay excepción. Los virus son
parásitos intracelulares sin vida autónoma, una pequeña pieza de
información que se mete dentro de una célula y la parasita. Al VIH se le
han atribuido propiedades paradójicas sin precedentes en un virus,
cualquiera que sea. Según se asegura puede matar células indirectamente,
o estimular una respuesta autoinmune masiva y letal, o que hay
cofactores indeterminados que retardan el efecto. Pero prácticamente
todas las personas seropositivas que desarrollan Sida pertenecen a los
grupos de riesgos antes anotados. El 40% de los casos de Sida no tienen
nada que ver con deficiencias inmunitarias de cualquier clase, y no
deberían siquiera llamarlo Sida, sino hacer el diagnóstico real. ¿Cómo
algo tan difícil de encontrarse, incluso usando la tecnología más
sensible y sofisticada, puede diezmar completamente el sistema
inmonológico?
En conclusión, el VIH no es la causa del SIDA, los exámenes de
laboratorio para el SIDA no son válidos, ni existe ninguna epidemia en
Occidente ni en África ni en ninguna otra parte. No hay un modelo
unificado que explique el mecanismo patogénico real del VIH, a pesar de
ser en la historia de la ciencia médica el microorganismo al que más
recursos económicos se ha dedicado para su estudio e investigación. El
VIH solo puede ser encontrado en 26 de cada 72 pacientes de Sida. El
Centro de Control de Enfermedades –CDC- y el Instituto Nacional de Salud
–NIH- de Estados Unidos financian la gran mayoría de programas de
investigación y las campañas de información al respecto. Este tipo de
ciencia políticamente dominante es promocionada y manipulada como un
asunto de fe nada científico por la industria farmacéutica para su obvio
beneficio financiero. En semejante sistema de Salud Pública las
compañías farmacéuticas son la principal fuente de información sobre el
Sida para los proveedores de salud y limitan esa información a tan solo
una parte del debate científico, ignorando y suprimiendo los resultados
de investigaciones contrarias a sus intereses comerciales. Ninguna
prueba, desmentido o rectificación pueden anular el efecto sumario de
una publicidad bien realizada.
Hay una doble cara del Sida, la pública o de pensamiento colectivo donde
todo es seguro, conocido y controlado por la autoridades, y la oculta o
disidente que asevera que el VIH es endógeno y natural, no describe una
sola entidad sino una colección de material genético celular
inespecífico que da frecuentes reacciones cruzadas. Lo que fue una
hipótesis científica jamás probada se convirtió en una falsa pandemia
fantasma y en un fraude financiero de proporciones genocidas.
Los retrovirus, a los cuales pertenece el VIH, fueron postulados como
una especie de microorganismos que causaban la transcripción
inversa[24], lo cual era totalmente razonable al inicio de los años
setenta como hipótesis de trabajo. El error consistió en elevar la
hipótesis a dogma. Las primeras técnicas de detección genética dieron
alguna credibilidad a la existencia de una entidad que sería transmitida
de una célula a otra, lo cual fue desafortunado porque también se vio
posteriormente que era erróneo. Suceden problemas de este tipo siempre
que la tecnología pone al alcance de la investigación general un
procedimiento experimental nuevo que impulsa a los especialistas a la
producción masiva de datos de prueba, descuidando el significado
biológico real que su trabajo pueda tener, si es que tiene alguno.
Todavía peor es el hábito de hacer un número interminable de reajustes
de la matriz teórica, lo cual distorsiona al completo la hipótesis
original. El rigor científico exige que se haga un radical
replanteamiento cuando esto ocurre, y si no se hace, como sucede en el
caso del Sida, se sigue avanzando en unos planteamientos
fundamentalmente erróneos e interesados.
Es muy probable que en biología molecular no haya una entidad tal como
el retrovirus. Ni in vitro ni in vivo se ha podido demostrar su
existencia, transmisibilidad y replicación. La transcripción inversa de
ARN solo es posible con cultivos celulares en condiciones de
laboratorio. No obstante puede demostrarse que cada propiedad atribuida
al VIH, y a los retrovirus en general, pertenece a las células
utilizadas en los experimentos de cultivo. En ningún momento ha habido
base sólida alguna para creer que estas propiedades y componentes tengan
nada que ver ni con los retrovirus en general ni con el VIH en
particular. Ninguna partícula de VIH ha sido nunca obtenida pura o libre
de contaminantes. Jamás se ha probado la existencia de una pieza
completa del ARN atribuido al VIH, ni tampoco del ADN transcrito.
Una dificultad complementaria para la hipótesis del VIH como causa del
Sida es que nunca se ha demostrado que las observaciones experimentales
atribuidas a los retrovirus sean exógenas a las células utilizadas en
los experimentos, es decir, que vengan del exterior de la célula. En
realidad toda la evidencia disponible apunta a lo opuesto, es decir, a
que son endógenas, inherentes o interiores a las propias células.
Parte de la evidencia consiste en que la llamada actividad retroviral
sólo se ha podido inducir experimentalmente en un determinado tipo de
células, mientras que la hipótesis central supone que el VIH infecta en
el cuerpo a muchos tipos distintos de células. Las dos aseveraciones son
claramente incompatibles. Toda la teoría se vuelve aún menos plausible
cuando se tiene presente que las concentraciones retrovirales son
siempre extremadamente bajas, por lo que se precisa una gran cantidad de
material celular de los pacientes para poder señalar que hay algún
virus replicante. A propósito, ésta es la base de la afirmación de que
el VIH tiene una tasa de infectividad muy baja. Una explicación mucho
más racional es que ahí no hay virus alguno, y que si lo hay no es la
causa del Sida sino consecuencia de la inmunodepresión inherente a la
enfermedad.
Tal como ocurrió con la falla informática del milenio -IY2KCC- y el
cambio climático –IPCC-, la Organización de las Naciones Unidos, fundó
en 1988 el ONUSIDA, Programa Conjunto de lucha contra el Sida,
propagando así el miedo y una teoría fraudulenta sobre el origen, las
causas y las verdaderas implicaciones de la enfermedad. En complicidad
con la industria farmacéutica y los activistas del VIH/SIDA, han
multiplicado las estadísticas a fin de mantener el mito de que la
supuesta `epidemia mundial de Sida` se expande sin control a través del
planeta. En la actualidad están caracterizadas 30 enfermedades como
Sida, sin que ninguna requiera el diagnóstico laboratorial de
seropositivo. La misma Organización Mundial de la Salud –OMS- ha
aceptado que la amenaza de una virulenta epidemia de transmisión
heterosexual de Sida casi desapareció -si bien la transmisión natural
raras veces ocurre- lo cierto es que se trata ya de un inmenso fraude
fiscal.
´La industria mundial del Sida es inmensa y está fuera de control. Es un
monstruo con demasiados conflictos de intereses y reputaciones en
juego´. Roger England, Health Systems Workshop.
Las mega
corporaciones controlan a placer los organismos internacionales,
censuran y dogmatizan el desarrollo científico, proveen las pautas sobre
cómo y donde dirigir los esfuerzos y recursos para la investigación
tecnológica con fines comerciales bajo gerencias de enclave. Las
revistas científicas y la concesión de premios Nobel y similares son la
mejor publicidad para sus extensos negocios. En el caso de la medicina,
la lucha contra el nuevo enemigo, los virus, y el fomento de la
vacunación masiva sin importar sus efectos, son el actual gran objetivo
de mercado del complejo industrial médico-farmacéutico.
Los virus son entidades biológicamente inertes que necesitan entrar al
material genético de una célula para replicarse. Es un unidad estable,
fácil de caracterizar, definir y aislar. En Virología está establecido
que no hay tratamiento clínico posible contra la infestación por virus,
ya que la única manera de hacerlo sería destruyendo la célula donde se
hospeda.
Más que un problema científico médico, El Sida es una imposición
socio-política. La teoría del origen iatrogénico del Sida,
iatrogenocidio o genocidio institucionalizado, es el término de nuevo
cuño para sostener la principal hipótesis sobre la etiología del VIH
Sida. De acuerdo a los registros científicos, chimpancés africanos
fueron utilizados en la fabricación de las vacunas contra la Hepatitis B
en la década de los años setenta. Otros documentos demuestran que virus
humanos de hepatitis B cultivados in vivo en los chimpancés fueron
devueltos a los seres humanos infectados, cuyo suero sanguíneo se agrupó
entonces para desarrollar cuatro cepas diferentes de una vacuna piloto
experimental probada entre los años 1970 y 1975 en la comunidad gay de
Nueva York y en el centro de África.
Aprovechando la estrecha relación filogenética entre los primates
inferiores y los seres humanos, esta teoría de la zoonosis VIH propone
que el virus progenitor o vector exógeno se incubó y recombinó en
chimpancés y luego se transfirió a poblaciones humanas para
endógenamente inducir la formación de una cepa viral patógena e
infectante, que sería la causante de la epidemia del Sida.
En la ciencia es imprescindible el debate y el contraste de opiniones,
sin embargo en lo referente a la hipótesis oficial que el VIH provoca el
Sida, tales prácticas han sido obviadas y censuradas, pues aquellas
personas que no comparten dicha hipótesis fueron sistemáticamente
silenciadas y desprestigiadas, algo contrario a la praxis científica,
pero muy rentable para la industria farmacéutica, que ha tenido vía
libre para lucrar con la venta de medicamentos comercializados para
supuestamente tratar el Sida, con medicinas calificadas como tóxicas por
aquellos mismos especialistas que en su día los recetaron, y a los que
culpan como los verdaderos responsables de que tantos enfermos
supuestamente infectados por el VIH fallecieran desde la década de 1980.
En este punto examínese bien el papel de las revistas médicas
especializadas en la posible obstrucción de publicaciones sobre
cualquier controversia sobre VIH Sida. Los defensores de la teoría
natural o no iatrogénica, o por zoonosis, sobre el origen de la
enfermedad, tienen la responsabilidad de explicar la inesperada cantidad
de subtipos de VIH-1 encontrados, siendo que el crecimiento exponencial
de la epidemia no es una explicación satisfactoria.
El Sida no es una nueva enfermedad o una enfermedad, es un nuevo
nombre o designación de 37 enfermedades y condiciones patológicas
conocidas previamente. Desde el año 1981, el Sida es además una
herramienta de vigilancia que se ha utilizado para realizar el
seguimiento y registro de enfermedades familiares, cuando aparecen en
personas que han dado positivo para los anticuerpos asociados con el
VIH.
Todas las enfermedades indicadoras del Sida se producen entre las
personas que son VIH negativos y no son exclusivos de las que dan
positivo. Las enfermedades del Sida existían antes de la adopción de ese
nombre. Estas 37 enfermedades no tienen una sola causa común. De hecho,
las causas y los tratamientos específicos no están relacionados con el
VIH Sida. Las llamadas enfermedades oportunistas asociadas al Sida han
demostrado ser clínicamente diversas y sus causas no tienen que ver con
el VIH. No hay ningún caso de Sida que se describa en la literatura
médica sin uno o más de estos factores de riesgo para la salud.
El Sida es una deficiencia severa pero sin duda tratable del sistema
inmune, adquirida por causas etiológicas muy diferentes a la de la
intrusión de un virus en el organismo del que cada vez hay más dudas de
su existencia, ya que es un virus cuya sustancia genética y proteínas
nadie ha sido capaz de aislar. Los virus encontrados en la sangre de las
personas con Sida no son la causa de la enfermedad, sino una
consecuencia de la inmunodeficiencia adquirida. Ninguno de los aspectos
clínicos y patológicos del engranaje de la versión oficial del Sida han
sido científicamente demostrados, ni tampoco hay transmisión sexual,
placentaria o por contaminación sanguínea, de nada que no se
transmitiese ya antes; el recuento de linfócitos T4 no indican el estado
real de las defensas inmunológicas; los exámenes de Carga Viral,
Western Blood y Elisa no son específicos para el Sida; ni hay ningún
factor para pronosticar la evolución clínica de la enfermedad; los
cócteles antirretrovirales y las supuestas medicaciones ´preventivas´
son solo sendos lotes de drogas quimioterápicas muy caras, tóxicas y
mortales a mediano plazo.
Sin duda el VIH Sida es el ser humano. La supresión del estado inmune
predispone a las infecciones retrovirales y al cáncer. Hay un consenso
científico internacional entre los investigadores líderes en este campo,
que el VIH Sida es de origen recombinante y iatrogénico, artificial o
no natural, desarrollado en varios acontecimientos científicos que se
pueden rastrear hasta 1970.
La estadística es más fuerte que la mentira. Si los números
publicados fueran ciertos África estaría ya completamente despoblada. No
obstante su población actual supera los mil millones de personas. La
población de Sudáfrica que tiene la mayoría de los casos de Sida en el
mundo, debería haber disminuido, pero creció casi dos veces en el
período comprendido entre los años 1986 y 2000.
La Inmunodeficiencia adquirida existe, no es discutible. Cuando los
pacientes con Inmunodeficiencia adquirida están expuestos a virus,
bacterias, hongos u otros microorganismos mueren por hepatitis,
tuberculosis, neumonía, agotamiento o salmonelosis. El Sida se asocia
con docenas de enfermedades no vinculadas. Ni una sola persona murió del
VIH Sida en sí. La principal causa de muerte por Sida es consecuencia
de la insuficiencia hepática, algo que no es una condición de la
infección por el VIH, sino el resultado directo de los tratamientos con
antirretrovirales.
El Sida es diagnosticado a través de la detección de anticuerpos contra el VIH. Si una persona lleva anticuerpos, está supuesto a acarrear el VIH y se supone que está enferma. Pero si se hubiera desarrollado una vacuna contra el SIDA, como todas las vacunas, causaría que el cuerpo produzca anticuerpos contra el VIH, y que una persona vacunada contra el VIH sea también diagnosticada con SIDA.
Entonces, ¿cómo pueden los anticuerpos del VIH significar que alguien está enfermo, y al mismo tiempo esos mismos anticuerpos significan que está sano o protegido si aparecieran después de una vacuna? La prueba de anticuerpos es sólo una de una serie de enormes problemas en la medicina moderna que si fueran abiertos al debate real, al rastrear las líneas de razonamiento, causarían un cambio radical en la sociedad.
La Epidemia de Sida que supuestamente amenaza al mundo es un proyecto
de negocios muy rentable y un genocidio encubierto, desarrollado por
los gobiernos de los países industrializados, las corporaciones
farmacéuticas y funcionarios de las organizaciones de salud
internacionales.
El Complejo de la
Industria Farmacéutica no se refiere únicamente a los fabricantes
privados de medicamentos, se dice de una matriz que mantiene cautiva a
la salud integral de las naciones, y al personal médico esclavo de un
gigantesco conglomerado financiero que abarca todos los aspectos de la
profesión médica. Además de las empresas farmacéuticas, de insumos y
equipos médicos, este complejo cuenta con las agencias gubernamentales
de salud, grupos de cabilderos, compañías de seguros y asociaciones
médicas.
La inmensa mayoría de los fármacos ni previenen ni curan, sólo
alivian síntomas. En realidad los médicos carecen de medicamentos que
curen las enfermedades humanas; casi todos resultan ser paliativos y por
tanto cualquier sustancia sirve de pantalla para aparentar que saben lo
que hacen; muchos médicos no han desarrollado o no les ha interesado
desarrollar ese sentido crítico, entre otras razones porque sus fuentes
de información al respecto son las de la propia industria farmacéutica.
Cada año se inventan nuevas enfermedades, sobre todo en relación con
la mente y el sexo. Convierten la timidez en enfermedad y la
medicalizan. Recién han inventado la disfunción sexual femenina. Si en
los últimos seis meses se ha rechazado una proposición de relación
sexual o no se ha tenido una relación sexual con satisfacción plena,
puede diagnosticarse y tratarse farmacológicamente la disfunción sexual
femenina. Cada vez que se reúne uno de los comités de hipertensión
arterial -sea el estadounidense, el europeo o el de la Organización
Mundial de la Salud- bajan el nivel de presión arterial considerado
normal, y lo mismo ocurre con los niveles de colesterol. En pocos años
se ha disminuido de tal manera el límite de normalidad del colesterol
que cada vez hay más población que debe tratarse, lo que significa que
se han aumentado por diez el número se personas por ello medicadas. Las empresas farmaceúticas no están en el negocio de la salud y la cura, sino en el negocio del mantenimiento de la enfermedad y en el gerenciamiento de síntomes.
Notoriamente, los beneficios de la industria farmacéutica no se deben sólo a los principios químicos activos, sino a los abogados de
patentes. Desde que el conocimiento para fabricar la mayoría de los
medicamentos de uso común de prescripción se ha extendido entre las
empresas farmacéuticas, y dado que los costos de producción son
insignificantes en comparación con los precios minoristas de la mayoría
de las medicinas, elaborar las disposiciones legales necesarias para
impedir un colapso de los precios es una tarea estratégica del Complejo
Industrial Farmacéutico.
La industria farmacéutica dedica el doble de su presupuesto a
promoción comercial que a investigación. Las compañías farmacéuticas
hacen mayores beneficios que las firmas petroleras, y sus impactos se
sienten por todas partes, pero en ninguna otro se nota más que en el
ordenamiento jurídico, con demandas que cubren el espectro completo de
las causas de tipo civil y penal: desde matar, lesionar y mutilar, hasta
evasión tributaria, infracción de patentes, fraude científico, sobornos
o publicación de revistas científicas falsas; y sin embargo, a pesar de
las decenas de miles de demandas ganadas contra las grandes compañías
farmacéuticas, todavía llevan a cabo sus prácticas dolosas habituales.
Desde 1996, el Complejo Industrial Farmacéutico gastó más de
un billón de dólares en mercadeo y administración, y generó más de
950.000 millones de dólares en beneficios, pero a la hora de tributar se
acogió a los más diversos tipos de prácticas desreguladas y evasoras de
impuestos. El Complejo Industrial Farmacéutico no es conocido
precisamente por profesar valores morales y éticos, ni quiere prevenir o
curar, sino lograr que la gente viva en la necesidad de usar
medicamentos y vacunas.
Por cada dólar de volumen de ventas la industria farmacéutica obtiene
17 centavos de beneficio neto, o cinco veces más que la media de las
mayores industrias. La tasa de retorno sobre el capital llega al 15%,
seis veces que la media. El beneficio sobre las acciones es de 27%, casi
tres veces más que la media industrial.
Durante las últimas décadas, el Complejo Industrial Farmacéutico ha
sido la industria más lucrativa en la economía mundial, gracias a
mecanismos como la ausencia de una estructura de precios impuesta por
los gobiernos. La libre fijación de precios y la rápida aprobación
aseguran un rápido acceso al desarrollo de nuevos fármacos y al
mejoramiento de los ya existentes, y significa que los consumidores
están obligados a financiar la investigación para mantener el
funcionamiento de la innovación farmacéutica, todo bajo los derechos del
secreto comercial exclusivo y confidencial.
Entre las estrategias de las empresas farmacéuticas se incluyen crear
falsas revistas especializadas, intimidar y desacreditar a los
científicos críticos, fundar asociaciones de pacientes o infiltrarse en
las ya existentes, agotar los recursos limitados de los denunciantes por
medio de procesos legales interminables; suministrar únicamente los
datos favorables para obtener la autorización de salida al mercado de un
principio activo, despedir y corromper a los médicos para efectuar
estudios clínicos amañados, cooptar a profesores reconocidos en su
especialidad para presentar ensayos clínicos como independientes y
ejercer una presión agresiva sobre los farmacéuticos, investigadores,
médicos en sus consultorios; sobornar a los políticos o a los miembros
importantes de organismos de control público, escindir un efecto
secundario grave en varios efectos secundarios leves, utilizar los
despachos de líderes de opinión en su beneficio, machacar a la población
con un mercadeo publicitario omnipresente, pagar en revistas folletos
propagandísticos simplistas y falaces; cortar las ayudas y subsidios a
los investigadores que no propicien resultados favorables a los ensayos
clínicos de los laboratorios, bien sean médicos o científicos que no se
prestan al juego de poder la industria farmacéutica.
El Complejo Industrial Farmacéutico ha infiltrado a la mayoría de las
escuelas de medicina y departamentos de investigación médica. Jefes de
departamentos académicos mantienen vínculos personales sea como
consultores, consejeros o intermediarios de la industria farmacéutica.
Las autoridades de salud pública acreditan que las vacunas disminuyen
el riesgo de contraer enfermedades infecciosas, y aseguran su seguridad
y efectividad. No obstante estas premisas se contradicen directamente
con las estadísticas gubernamentales, los estudios médicos publicados,
los reportes de la administración de control de alimentos, drogas y
enfermedades; y las opiniones fiables de científicos e investigadores
alrededor del mundo.
De hecho, las enfermedades infecciosas decrecieron firmemente décadas
antes de las inmunizaciones artificiales en masa. Vacinosis o Síndrome
de Enfermedades Inducidas por Vacunas -VIDS-, es el nombre general para
enfermedades crónicas causadas por administración de vacunas. La
vacunación es un procedimiento médico que implica un riesgo de lesión o
muerte. Los médicos reportan cada año cientos de miles de reacciones
adversas a las vacunas, incluyendo miles de muertes e incapacidades
permanentes; poblaciones vacunadas han experimentado epidemias de
sarampión, parotiditis, hepatitis B, viruela, tos ferina y polio; los
investigadores atribuyen el incremento de docenas de enfermedades
inmunológicas y neurológicas crónicas a décadas de campañas de
inmunización artificial masiva. Los niños pueden recibir hasta 21
vacunas obligatorias antes de comenzar la escuela.
La vacunación es una de las prácticas médicas más ofensivas y peligrosas de todas. Es terrible que se permita su crecimiento sin control ni cuestionamiento. Parece ser que nadie, en ningún lugar, sepa el daño que está haciendo el entusiasmo incuestionable de la clase dirigente por una práctica que tiene un valor terapéutico tan dudoso, y que ofrece tanto potencial para el desastre.
Informes científicos demuestran que la mayoría de los médicos tiene
gran dificultad en reconocer la evidencia de los serios problemas
relacionados con las vacunas. La mayoría de las personas diagnosticadas
con enfermedades infecciosas son los mismos pacientes que fueron
vacunados contra esas enfermedades. Las vacunas tienen un papel clave en
la causa de trastornos renales y metabólicos.
Esto aunque en Estados Unidos por Ley Pública 99/660, sobre lesión
por daños vacunales infantiles vigente desde 1986, ningún
fabricante de vacunas es responsable civil por una acción de daños y
perjuicios derivados de una lesión asociada a una vacuna, o de muerte.
Encima, las compañías privadas de seguros, que hacen los mejores
estudios de responsabilidad, han abandonado por completo la cobertura
por daños a la vida y la propiedad debido a: actos de Dios, guerra
nuclear, accidentes en plantas de energía nuclear y vacunación.
Las vacunas solían definirse como "un producto que estimula el sistema inmunológico de una persona para producir inmunidad a una enfermedad específica". Pero el 8 de septiembre de 2021, el CDC modificó la definición para "una preparación usada para estimular la respuesta inmunitaria del cuerpo contra enfermedades". En otras palabras, la inyección de ARNm no estimuló la inmunidad a COVID-19, por lo que el CDC tuvo que cambiar la definición de vacuna.
Con la tosferina o pertussis la situación es extrema, al punto que
desde 1990 el número de muertes anuales relacionadas con la
vacuna supera al número de muertes por la enfermedad misma, tanto que la
labilidad de la vacuna de la pertussis para causar daño cerebral es
utilizada por investigadores clínicos que estudian los desórdenes del
cerebro.
En 2005, el fabricante de medicamentos Merck & Co. continuó
el suministro de vacunas infantiles que contienen timerosal, un
conservante a base de mercurio -el etil mercurio- que altera el
neurodesarrollo, dos años después de declarar que había eliminado esa
sustancia química de sus productos. El mercurio es una potente
neurotoxina. Los niños que reciben tres vacunas con timerosal tienen 27
veces más probabilidades de desarrollar autismo -un forma grave de
esquizofrenia infantil adquirida- y un sinnúmero de otros trastornos
neurológicos, que los niños que reciben vacunas libres de timerosal, un
producto presente en todas las vacunas contra la gripe.
El principal ingrediente de una vacuna son proteínas virales o virus
vivos que han sido atenuados. Un componente llamado adyuvante inmune es
añadido a la vacuna para potenciar la respuesta del sistema
inmunológico. Usando adyuvantes los fabricantes de vacunas pretenden que
éstas hagan el trabajo más rápido pero no lo hacen de forma inocua, lo
que reduce la cantidad de vacuna requerida por dosis, y el número de
dosis por individuo.
Una menor cantidad de vacuna requerida por persona significa más
dosis individuales disponibles para campañas de vacunación masiva.
Usando adyuvantes los fabricantes de vacunas pretenden que éstas hagan
el trabajo más rápido, lo que reduce la cantidad de vacuna requerida por
dosis, y el número de dosis por individuo. Una menor cantidad de vacuna
requerida por persona significa más dosis individuales disponibles en
las campañas de vacunación masiva, y por tanto mayores ingresos netos
para el fabricante.
Los compuestos a base de aluminio han sido ampliamente utilizados
como adyuvantes en vacunas profilácticas y terapéuticas. Estudios
clínicos han demostrado que el hidróxido de aluminio y el fosfato de
aluminio utilizados como adyuvantes en las vacunas son neurotóxicos. El
escualeno, una grasa no saturada de estructura química similar al
betacaroteno o vitamina A, que ocupa un papel clave en la síntesis del
colesterol, es otro adyuvante usado en las vacunas, y ha sido
relacionado como causante de graves enfermedades autoinmunes. Las
vacunas también pueden contener un gran número de toxinas químicas,
incluyendo anticongelantes, formaldehído, fenol e incluso antibióticos.
Aun en el mejor de los casos, las vacunaciones sólo pueden se
examinadas en relación a la pequeña porción restante de declives en las
enfermedades infecciosas ocurridos después de su masificación. Además el
dato es cuestionable, ya que las tasas mortalidad de las enfermedades
infecciosas prevacunación permanecieron iguales después de la
introducción de las vacunas obligatorias en los programas de salud
pública preventiva.
Las tasas de enfermedad y mortalidad en países del mundo en
desarrollo no tienen ninguna correlación directa con los procedimientos
de inmunización artificial o tratamiento médico, sino que están
estrechamente relacionadas a las mejoras en los estándares de higiene y
dieta. El crédito dado a la vacunación para bajar la incidencia de las
enfermedades infecciosas ha sido exagerada, si no premeditadamente
extrapolada.
Usualmente, las enfermedades infecciosas de la infancia son benignas y
auto-limitadas. Las enfermedades muy infecciosas no son en especial
peligrosas, e incluso juegan un papel vital desarrollando un sistema
inmunológico fuerte y saludable. La evidencia clínica para la acción
preventiva de las vacunas sería su habilidad de estimular la producción
de anticuerpos en el individuo. Lo que sin embargo no está claro es si
la producción del anticuerpo constituye la inmunidad. No suele haber
relación alguna entre el conteo de anticuerpos y la incidencia de la
enfermedad infecciosa; investigaciones reportan personas resistentes con
anticuerpos sumamente bajos, y a su vez personas enfermas con conteos
altos de anticuerpos. La inmunización es un proceso interactivo muy
complejo que involucra varios órganos y sistemas corporales, y no puede
potenciarse por el simple estímulo artificial de la producción de
anticuerpos.
Otro componente equivocado de la teoría de la vacunación es la
´inmunidad de manada´, la idea que cuando se vacunan bastantes personas
en una comunidad, todos se protegen. Pero el aspecto más sorprendente de
la práctica de la inmunización artificial es la dosis única
independiente de la edad y el peso del individuo.
La información médica dominante describe a las vacunas como la gran
conquista en la prevención de las enfermedades infecciosas, cuando de
hecho las vacunas han tenido poco o ningún impacto discernible en la
evolución de las mismas. El conflicto de intereses es la norma en la
industria de las vacunas, y ni siquiera admiten el elemental
consentimiento informado al paciente y su familia sobre efectos adversos
de la creciente inmunización artificial obligatoria en la infancia. La
vacunación generalizada puede causar más daño que las propias
enfermedades que suponen prevenir.
Las vacunas son capaces de cambiar el código genético y significan
uno de los ejemplos más flagrantes de negligencia en el área de pruebas
de seguridad clínica. Hay en desarrollo más de 200 nuevas vacunas para
las más diversas condiciones, desde la anticoncepción, el cáncer y hasta
la adicción a las drogas. Los investigadores están trabajando en la
producción de vacunas para ser aplicadas a través de la vía nasal, o
mediante mosquitos y frutas de plantas transgénicas en donde hacen
crecer los virus de las vacunas.
Un número creciente de padres de familia y profesionales de la salud
en todo el mundo cuestionan la vacunación. La disminución de las
enfermedades infecciosas en la infancia a través del uso masivo de
vacunas ha sido sustituida por un aumento de las enfermedades crónicas
como la diabetes, las alergias, las enfermedades autoinmunes y el asma.
La controversia se deriva de las miles de muertes y discapacidades
permanentes atribuidos a la vacunación anual, así como los numerosos
estudios médicos publicados, las estadísticas de gobierno y otras
fuentes confiables que contradicen directamente las suposiciones comunes
sobre la seguridad de las vacunas y su eficacia. La vacunación es
costosa y representa un egreso público de miles de millones de dólares
anuales en beneficio del Complejo Industrial Farmacéutico, que vende
tanto las vacunas como el arsenal de medicamentos para responder a las
numerosas complicaciones que le siguen.
Basta ver las enormes cantidades de dinero para juntar los puntos que
unen a la industria química y las empresas farmacéuticas, con los
políticos, reguladores de gobierno, médicos, académicos, investigadores y
medios de comunicación, como influencia fundamental que esto tiene
sobre la causa verdadera de las enfermedades.
La comprensión pública de la ciencia es precaria y en su totalidad
depende de expertos y terceros intérpretes que siguen agendas propias.
El conocimiento científico general es mínimo, y lo más importante, pocas
personas entienden cómo funciona la ciencia. La gente cree percibir la
verdad objetiva cuando lo que realmente reciben es la trama de un
proceso político corrupto y lleno de avaricia, que implica miles de
millones de dólares en reputaciones y egos que lucran de la enfermedad.
La concepción imperante de la salud y la enfermedad determina la orientación de los sistemas sanitarios. Poco aguantará el actual modelo médico, obsoleto desde el punto de vista científico, peligroso para ser humano, económicamente insostenible y biológicamente autodestructivo.
La medicina alopática convencional se caracteriza por utilizar fármacos que alivian síntomas sin curar. Así que el síntoma se ha convertido en el centro de la práctica médica oficial y en un gran generador de lucro, lo que al tiempo hace a las poblaciones humanas enfermas drogodependientes mientras esquilma recursos públicos y privados, convirtiendo en millonarios a los fabricantes y comerciantes de medicamentos. Lo peor es que a pesar del uso de tales fármacos paliativos ni el síntoma ni el supuesto desarreglo que lo origina suelen desaparecer.
En realidad 50% de los medicamentos a disposición en el mercado son inútiles. Es que el fármaco que cura no es rentable. La investigación de muchos de estos productos farmacéuticos fue realizada con fondos públicos en Institutos nacionales de salud, centros de investigación y universidades.
La innovación en la industria farmacéutica ha declinado drásticamente en los últimos diez años, porque mantiene un modelo de investigación basado en los incentivos del mercado y el sistema de patentes, principal método de apropiación de las rentas generadas por los nuevos productos. No sólo la productividad de la investigación ha caído, sino que la gran mayoría de las nuevas moléculas introducidas en el mercado son maquillajes de la ya existentes, es decir, no aportan soluciones terapéuticas novedosas pues ya existen otros tratamientos disponibles, normalmente a un costo menor.
A partir de los años 1990, la industria farmacéutica se convirtió al capitalismo especulativo y buscó el lucro inmediato alcanzando niveles de rentabilidad del 20% anual neto. Se inventaron patentes pero no se patentaron verdaderas invenciones. Hace años los mercados fueron inundados de los famosos ´me too´, medicamentos antiguos que volvieron a salir al mercado repatentados como novedades con grandes esfuerzos publicitarios, pero que en su gran mayoría no ofrecían ninguna ventaja terapéutica para los pacientes. Lo que interesa a un gerente de la industria de la farmacia no es curar una enfermedad sino abrir un gran mercado.
Los ensayos clínicos realizados por la industria presentados para su evaluación a las autoridades sanitarias son sesgados y manipulados, ocultando los peligros y amplificando los efectos positivos.
La filosofía de la industria farmacéutica consiste en tratar, creando una dependencia, más que en curar como es el caso, por ejemplo, con los medicamentos para la hipertensión, el colesterol, la diabetes, y la mayoría de las enfermedades crónicas. El paciente continuará el tratamiento por el resto de su vida. Los productos que curan al paciente, matan el mercado.
La enfermedad es una fuente interminable de ingresos para compañías farmacéuticas, empresa de seguros y el sistema médico. Los fabricantes de medicamentos industriales se infiltraron y tomaron el completo control del sistema de asistencia sanitaria, incluyendo las escuelas de medicina, revistas médicas, hospitales, clínicas y establecimientos de farmacia.
La vacunación generalizada responde a un programa de eugenesia global. Su desarrollo está ligado a toxinas específicas, que con engaños y encubrimiento son añadidos al agua, alimentos y medicamentos. Todo con el objetivo de controlar a la gente y disminuir la población global.
El uso generalizado de vacunas es una falsa simulación de salud preventiva. Sus efectos secundarios a causa de las sustancias peligrosas que contienen incluyen: enfermedades crónicas degenerativas, trastornos neurológicos, falla renal, muerte súbita del lactante, enfermedades autoinmunes, alergia, autismo; y muchos otros diagnósticos clínicos comunes.
Si requieren refuerzos las vacunas no confieren inmunidad. Cada dosis de refuerzo aumenta de probabilidad de efectos secundarios. De hecho, hay medicamentos para tratar tales dolencias. Incluso cuando hay evidencia obvia que el daño vacunal se produce ante el médico no le está permitido considerar la vacuna como causa. Hacerlo puede considerarse un suicidio profesional, y es el fin de su carrera.
Las vacunas son peligrosas y nunca deberían ser inoculadas a nadie por ninguna razón, ni tampoco son la respuesta a enfermedades infecciosas. Las autoridades médicas no deberían tener la última palabra sobre cómo los médicos traten a pacientes individuales, ni para ordenar procedimientos en la privacidad de sus consultas.
La viruela no fue erradicada por la vacuna sino por los avances en salubridad e higiene generales. El virus de la polio no fue responsable por la epidemia de parálisis medular en la primera parte del siglo XX. La investigación de la vacuna de la polio -desarrollo, prueba y distribución- ha servido para expandir a propósito una enfermedad terrible. El mercurio, una neurotóxico comprobado, se encuentra todavía en las dosis de vacunas múltiples contra la gripe que los gobiernos promueven.
El proceso de revisión por pares ha censurado la duda razonable sobre la seguridad de las vacunas y la ha llevado a la prensa comercial. El resultado final es un bombardeo de vacunas que da comienzo a las primeras horas de cada vida de cualquier nacido. Las inyecciones se acumulan y las nuevas enfermedades aparecen en corto espacio de tiempo a partir de entonces y más cada día.
‘Mi opinión sincera es que la vacuna es causa de más enfermedades y sufrimiento que cualquier cosa que podría nombrar. Creo que el tipo de enfermedades como cáncer, el herpes y muchas otras condiciones de salud son los resultados directos de la vacuna. Sin embargo, en el estado de Virginia, y en muchos otros estados, los padres se ven obligados a someter a sus hijos a este procedimiento, mientras que la profesión médica no sólo recibe su pago por este servicio, sino que también fabrica espléndidos y potenciales pacientes para el futuro’. Henry R. Bybee.
Los médicos están condicionados a ignorar la relación entre la enfermedad y la vacunación. Las personas con títulos académicos están tanto o más condicionadas que los legos, porque todo han aprendido es lo que el sistema les ha querido enseñar.
El autismo fue raro hasta que se introdujeron los programas de vacunación masiva. Se aceleró en 1991, con la introducción de la vacuna contra la hepatitis B y la vacuna HIB (meningitis). Decenas de miles de padres constataron que el autismo apareció en sus hijos poco después de la administración de vacunas.
En Estados Unidos, país que impone la política mundial de salud pública, ni las compañías farmacéuticas ni de los médicos pueden ser demandados cuando alguna enfermedad surge a partir de una vacuna. Médico y fabricante están protegidos con la Ley Nacional de 1986 por lesiones vacunales infantiles, firmada en decreto por Ronald Reagan, dice: ‘Ningún fabricante de sueros vacunales es responsable civil por una acción de daños y perjuicios debidos a la aplicación de vacunas’. Ello aunque se haya comprobado el aparecimiento de enfermedades temporales, enfermedades crónicas, síndromes, trastornos, disfunciones y discapacidades; por estimulación repetida del sistema inmunológico, que a su vez provoca la sobre estimulación del sistema inmune de la microglía neuronal.
Las agencias gubernamentales sistemáticamente defienden el uso obligatorio de vacunas, empleados que también suelen pasar por la ‘puerta giratoria’ hacia las grandes empresas farmacéuticas cuyos productos han promovido con asiduidad a lo largo de sus años de servicio al público. Estos son los agentes de gobierno que elaboran los procedimientos obligando a los estados a promulgar leyes de vacunación obligatorias redactadas por los abogados del monopolio médico-industrial, para convertirse en ‘la ley de la Tierra’.
La gran epidemia de gripe de 1918 se debió únicamente a la utilización generalizada de vacunas. Fue la primera guerra en que la vacunación fue obligatoria para todos los militares. Como resultado, los hospitales militares estaban llenos, no con heridos en combate, sino con bajas por la vacunación. La epidemia fue llamada ‘gripe española’, una denominación deliberadamente engañosa que tenía la intención de ocultar su origen. Esta epidemia de gripe cobró veinte millones de víctimas.
Si los niños recibiesen las dosis recomendadas por el sistema público de salud, en la relación dosis-respuesta, serían 35 vacunas que contienen 46 diferentes antígenos, 113 diferentes tipos de gérmenes en partículas, 59 sustancias químicas diferentes, 4 tipos de células animales, y albúmina humana. Hay más o menos 20 vacunas en desarrollo para lanzamiento comercial en los próximos años. Todas dirigidas a adolescentes y adultos.
Específicamente, los programas de inmunización contra la gripe, el sarampión, las paperas y la poliomielitis, siembran en los seres humanos ARN precursor de pro-virus lentos que luego se convertirán en células latentes en todo el organismo, verdaderas bombas de acción retardada que pueden activarse como una variedad de enfermedades graves como lupus, cáncer, reumatismo y artritis. Por tanto, la única vacuna segura es la que no se usa nunca.
Los pediatras ganan dinero con las visitas al consultorio para la administración de vacunas infantiles, y también con las visitas de seguimiento en el consultorio para la evaluación de las reacciones. Hay quienes reciben bonos relacionados al mantenimiento de altos índices de vacunación, pero pudiendo ser amonestados por las compañías de seguros al reflejar una caída en las cifras de vacunación.
Los niños nacen con defensas naturales de gran alcance, si no fuera así la humanidad ya se hubiera extinguido. Gran parte de estas defensas naturales las absorbe de la leche materna. Enormes cascadas de complejos procesos inmunes con que el organismo viene equipado, comienzan con la primera bocanada de oxígeno que se transforma en llanto. El niño al ser vacunado puede contraer la enfermedad contra la cual le protege. La inmunidad no viene de la inoculación del fantasma de un germen atenuado.
El sistema inmunológico natural del cuerpo, está conformado por componentes tanto innatos cuanto adaptativos, que trabajan para rechazar las enfermedades sin necesidad de vacunas productoras de anticuerpos. El cáncer era prácticamente desconocido hasta que la vacunación obligatoria comenzó a ser introducida. Es muy difícil diagnosticar un cáncer en una persona no vacunada.
La medicina convencional sostiene que las vacunas imitan una infección para estimular la inmunidad celular B productora de anticuerpos específicos, función parte del sistema inmunológico adaptativo. Se cree estos anticuerpos inducidos por la vacuna, ‘enseñan’ al sistema inmunológico cómo responder directamente ante una infección, antes de que ésta se produzca. Es decir, previenen potencialmente al preparar el organismo, y antes de que se exponga a determinada infección.
Sin embargo, la inmunidad innata juega un rol altamente significante en el equilibrio inmunitario, quizás más crucial que la inmunidad adaptativa para prevenir o combatir infecciones. Los anticuerpos y los interferones son incapaces por sí solos de combatir la infección, lo cual en esencia descarta la teoría de los anticuerpos inducidos por vacunas como ‘salvadores’ del organismo. En definitiva, los anticuerpos vacunales no suplen solos ninguna función preventiva, ni sirven para combatir la infección.
Desinformación inducida por traficantes de poder eugenésicamente inspirados, las vacunas son heraldos de la muerte y la enfermedad en lugar de portadores de remedio y vida.
La vacunación es la estrella del aparato publicitario de la industria farmacéutica, y dañan el sistema inmunológico natural. En lugar de ayudar al cuerpo a combatir la infección, las vacunas realmente inhiben la capacidad del sistema inmunitario y suprimen la inmunidad celular.
La llamada vacunación universal ampliada de los niños, permite la selección de la población que se quiere diezmar, ofrece la posibilidad para intervenir sobre el patrimonio hereditario de cualquiera, faculta los genocidios definidos, permitiendo matar persona de una cierta raza, grupo o país, en nombre de la salud y el bienestar general.
La mayor caída histórica en morbilidad y la mortalidad causadas por enfermedades infecciosas no fue lograda con la era moderna de los antibióticos y vacunas, sino después de la introducción de sistemas eficaces de higiene, refrigeración, agua potable y alcantarillado.
[1] `He hecho un programa de formación para
cristianos; tengo un programa de formación musulmán y otro de formación
judío, también un programa hindú. Entrené a 200 ministros cristianos y
líderes aquí en Nashville mostrándoles con diapositivas que esto está
lleno de referencias bíblicas. Es probablemente mi versión favorita,
pero no la uso a menudo porque podría caer en el proselitismo”. Al Gore
a la revista Newsweek.
[2] La `brillante` idea de cobrar por la emisión de carbono salió de
la cabeza de Ken Lay en 1997, quien se la propuso a la administración
Clinton e inmediatamente fue puesta en marcha como proyecto político
prioritario por el entonces vicepresidente Al Gore. Ken Lay fue el
cerebro tras el fraude Enron.
[3] La operación costó entre 300 a 600 mil millones de dólares, pero
menos de 40 mil millones fueron a cuenta de los Estados Unidos.
[4] Massachusetts Institute of Technology.
[5] High Frecuency Active Auroral Reserch Program.
[6] Visionario y poco reconocido científico de quien se dice inventó
el siglo XX. Es el padre de la industria eléctrica, de la corriente
alterna, la robótica y de la transmisión inalámbrica de energía. A
Nikola Tesla se le atribuyen inventos como la radio, las bobinas para el
generador eléctrico de corriente alterna, el motor de inducción
eléctrica, las bujías, el alternador, las lámparas fluorescentes de neón
y el control remoto.
[7] Abreviatura para megahertzio, el equivale a un millón de
hertzios, o 10 a la sexta potencia. El hertzio en la unidad de medida de
una frecuencia.
[8] El planeta se encuentra envuelto y protegido
por la atmósfera, compuesta por la troposfera que se extiende en
promedio unos 16 kilómetros encima de la superficie terrestre, en la
zonas ecuatoriales la troposfera alcanza los 19 kilómetros y en los
polos tan solo los 6 a 7 kilómetros; este es el límite donde se localiza
la delgada capa de ozono de 4 kilómetros de espesor; luego la
estratosfera llega hasta los 90 kilómetros; después la mesosfera que
alcanza los 200 kilómetros; y finalmente la ionosfera o aurora que llega
a los 350 kilómetros de la superficie terrestre.
[9] Equivalente cien mil millones de vatios, o 10 a la novena
potencia. El vatio es la unidad de magnitud que expresa la potencia
eléctrica.
[10] `Los estrategas políticos están tentados de
explotar los significativos avances en la investigación sobre el cerebro
y la conducta humana. La utilización de impulsos de sincronía exacta
pueden conducir a un modelo de oscilaciones que concentran niveles
relativamente altos de energía sobre ciertas regiones de la Tierra. Por
tanto se puede desarrollar un sistema que afecte seriamente la actividad
cerebral de grandes poblaciones en regiones seleccionadas y durante un
prolongado período de tiempo. Impedida por las restricciones de los
valores liberales tradicionales, esta élite no dudará en lograr sus
fines políticos utilizando las últimas técnicas modernas para influir en
el comportamiento público, manteniendo a la sociedad bajo una estrecha
vigilancia y control. El actual momento técnico y científico proporciona
los medios para explotarla. Las aplicaciones potenciales de los campos
electromagnéticos artificiales son muy amplias y pueden usarse en
situaciones militares o casi militares. Algunos de estos usos
potenciales incluyen acuerdos con grupos terroristas, control de
multitudes, etc`. Zbigniew Brzezinski.
[11] El ozono es oxígeno triatómico O3 con peso molecular 47.9982
unidades de masa atómica y presente en una proporción de 10 partes por
millón. Es la forma químicamente más activa del oxígeno. Se forma en la
capa de ozono de la estratosfera por acción de la luz ultravioleta solar
en el oxígeno. La formación de ozono previene que dicha radiación
ultravioleta y otras radiaciones de alta energía dañinas para los seres
vivos penetren hacia la superficie de la tierra.
[12] La manipulación climática es el arma preventiva por excelencia,
sea dirigida contra países enemigos o `naciones amigas` sin su
conocimiento, o utilizada para desestabilizar las economías, los
ecosistemas y la agricultura. También puede provocar el caos en los
mercados financieros y de materias primas.
[13] O `bomba H`, es un artefacto explosivo que libera una enorme
cantidad de energía procedente de una reacción nuclear de fusión
atómica. La energía necesaria para iniciar esta reacción es tan elevada
que para la detonación se emplea una reacción de fisión nuclear. Una vez
iniciada la reacción, esta se propaga como reacción en cadena gracias a
que desprende neutrones de alta energía.
[14] 1 nanómetro = 0,000,001 milímetro.
[15] N-(fosfonometil)
glicina. El uso de herbicidas había evolucionado hacia sustancias cada
vez más selectivas a fin de evitar los daños que éstos producen al
conjunto de la biota. Sin embargo, debido al progresivo encarecimiento
de su investigación y desarrollo, se retornó al consumo masivo de este
herbicida genérico creado en la década de los años sesenta.
[16] La administración republicana Nixón-Ford lanzó en 1971 su
`Programa para vencer el Cáncer`, aun cuando era ya evidente que son la
contaminación industrial y radiactiva la principal causa del cáncer y
del daño genético masivo de las poblaciones.
[17] Son un tipo especial de proteínas conocidas como gama globulinas
que se producen en el sistema immunonológico para identificar un
antígeno específico, siendo un antígeno una proteína extraña
potencialmente dañina para el organismo.
[18] Se especula oficialmente que el marcador indirecto `Carga Viral`
indica el número de virus VIH por mililitro de sangre. Pero la cantidad
dada por la Carga viral se obtiene con la técnica PCR inventada por el
doctor Kary Mullis, por cuya invención recibió el Premio Nobel de
Química en el año 1993. El propio doctor Mullis explica que la técnica
PCR no sirve para medir carga viral alguna, y ha lamentado públicamente
haberla inventado, habida cuenta de su mala utilización en el caso del
SIDA.
[19] Palabra de jerga urbana para denominar al nitrato de amilo, un
gas hilariante, afrodisíaco y cancerígeno, responsable por el sarcoma
multiple pigmentado idiopático, o sarcoma de Kaposi, que es un cáncer
maligno del endotelio linfático, erróneamente considerado patognomónico
del Sida en los primeros años de la epidemia.
[20] Generalmente consisten en tres medicamentos: dos de la familia
de los nucleósidos análogos (AZT-Retrovir, ddI-Videx, ddC-Hivid,
3TC-Epivir, D4T-Zerit) y uno de la familia de los llamados `inhibidores
de la proteasa` (Indinavir-Crixivan, Saquinavir-Invirase,
Ritonavir-Norvir).
[21] Cuando una célula tiene que dividirse, las dos hebras del ADN de
sus cromosomas se abren y se van formando dos hebras complementarias,
al irse añadiendo nucleósidos naturales del entorno interno de la
célula. Resultan, pues, cuatro hebras de ADN que, unidas dos y dos,
transmitirán la misma información genética a las dos células hijas
resultantes de la división. Pero los nucleósidos análogos químicos, como
el AZT-Retrovir, se incrustan en la formación de las hebras
complementarias impidiendo que se continúen formando, con lo que evitan
la división. Por consiguiente, la célula madre muere.
[22] Para digerir los alimentos y reciclar las proteínas de los miles
de millones de células que mueren diariamente en cada ser humano, en un
proceso de muerte celular programada conocido como apoptosis, cada
célula mantiene un delicado y complejísimo equilibrio entre las
proteasas, que dividen las proteínas, los inhibidores de proteasas
naturales, que desactivan provisionalmente la acción de las proteasas, y
los activadores de proteasas, que las vuelven a poner en marcha. Los
inhibidores de las proteasas artificiales son como soldaduras que
impiden definitivamente el funcionamiento de las proteasas, y están
diseñados de manera que no pueden ser eliminados.
[23] Lynn Gannett, encargada de digitalizar los datos clínicos que
llevaron al reconocimiento de la efectividad terapéutica del AZT
Glaxo-Wellcome, informó a sus superiores que dicho inmunosupresor
afectaba seriamente a quienes lo tomaban, recibió la orden de alterar
los datos, y renunció por negarse a hacerlo.
[24] La transcripción inversa sería el proceso celular por el que una
enzima hace una copia de ADN del ARN. La enzima que efectuaría la copia
de ADN se llama la transcriptasa inversa.